Descripción

El recorrido por el Parque Nacional de Timanfaya comienza en el emblemático Islote de Hilario y se realiza en guagua, ofreciendo a los visitantes una experiencia única y segura para adentrarse en los paisajes volcánicos de la zona.

Este viaje de 12 km permite explorar la belleza y singularidad de las formaciones que surgieron tras las impresionantes erupciones volcánicas de los siglos XVIII y XIX.

A lo largo del trayecto, los visitantes podrán maravillarse con una gran variedad de estructuras y materiales volcánicos, donde destaca el tapiz blanco del liquen Stereocaulon vesuvianum, una especie especializada en colonizar superficies volcánicas.

Al inicio del recorrido, la guagua atraviesa un campo de lavas fluidas y superpuestas de color ocre, del tipo “pahoehoe”, las cuales, al plegarse, crean un paisaje desordenado y caótico que fascina por su rareza.

Más adelante, las lavas negras, rugosas y viscosas, conocidas como lavas de tipo “aa”, dan lugar a los malpaíses, terrenos áridos y accidentados que imprimen al paisaje un carácter desolador y, a la vez, impactante.

Este recorrido revela una sorprendente paleta de colores, resultado de la alteración hidrotermal de las rocas tras las erupciones, y lleva al visitante a través de algunos de los puntos más emblemáticos de Timanfaya, como el Valle de la Tranquilidad y las Montañas de Fuego.

Aquí, se pueden contemplar imponentes cráteres y, al acercarse a la Caldera del Corazoncillo, disfrutar de una de las vistas más espectaculares del parque nacional.