El Silbo Gomero, un lenguaje utilizado por los pastores de La Gomera, activa las mismas zonas cerebrales que el habla, según un estudio llevado a cabo por el equipo de Manuel Carreiras, de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, que se publicó el 7 de enero de 2005 en Nature.
Las imágenes de resonancia magnética funcional muestran las zonas cerebrales activadas durante el procesamiento del Silbo Gomero y confirman la flexibilidad del cerebro para procesar las distintas formas de comunicación, que en este caso se centran en los sonidos del silbo gomero.
Nature publicó un estudio sobre las zonas del cerebro que se activan en las personas que se comunican mediante el Silbo Gomero. El autor del estudio, Manuel Carreiras, catedrático de Psicología Cognitiva de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, ha explicado a DM que en el trabajo se ha constatado que las distintas formas del lenguaje, ya sea el oral, el de signos o el silbo, actúan en la misma zona cerebral. Por eso, el estudio corrobora teorías previas que han mostrado que las distintas formas de comunicación compartían zonas cerebrales.
Para analizar cómo procesa el cerebro el silbo, el equipo de Carreiras seleccionó a cinco silbadores que hablaban castellano y a otros cinco hispanohablantes que no conocían el Silbo Gomero. Se llevaron a cabo pruebas de resonancia magnética para medir la activación cerebral, mientras que los sujetos practicaban los dos lenguajes. Cuando los silbadores escuchaban el Silbo Gomero se activaban varias zonas del lenguaje. Según ha explicado Manuel Carreiras, "la zona cerebral que comparten estas formas del lenguaje son el gyrus temporal, medio y superior, y también la unión parietal, occipital y temporal del hemisferio izquierdo".
Carreiras ha puntualizado que las zonas cerebrales analizadas en el estudio corresponden a las de comprensión del leguaje.
Interpretación
Los silbadores y los hispanohablantes mostraron la misma activación bilateral cuando escuchaban hablar español. No obstante, los resultados eran diferentes cuando los hispanohablantes no conocedores del silbo escuchaban este lenguaje. Se activaron distintas regiones cerebrales, pero ninguna de las implicadas en el reconocimiento del lenguaje, lo que implica que no reconocían el silbo como una forma de comunicación.
Para los autores del trabajo, entre los que se encuentran Jorge López y Francisco Rivero, de la citada universidad, y David Corina, de la Universidad de Washington, sus resultados confirman la flexibilidad de la capacidad humana para el lenguaje en una amplia variedad de formas.
El trabajo se sitúa en la línea de las teorías del lenguaje que se refieren a dos vías de proyección complementarias del lenguaje: una que se centra en los gestos y en las articulaciones y otra en la comprensión del lenguaje.
Historia de otra forma de comunicarse
El Silbo Gomero es un lenguaje silbado propio de La Gomera, una de las islas más pequeñas del archipiélago canario. Es un sustituto de la lengua española, que consiste en un código silbado del español. Hasta hace unos 20 años, se utilizaba como un mecanismo de comunicación en largas distancias por todos los habitantes de zonas montañosas y del interior de la isla para transmitir una amplia variedad de mensajes. En la actualidad, hay pocos silbadores que lo utilicen con fluidez, aunque está reviviendo al haber sido introducido recientemente en algunos centros de educación primaria y secundaria. La investigación del equipo de la Universidad de La Laguna sobre el silbo gomero se centra en los procesos cognitivos y las representaciones neuronales que subyacen a dicha forma de comunicación, para lo cual utilizan métodos de neuroimagen tales como la resonancia magnética funcional y los potenciales corticales relacionados con eventos. La investigación se centra ahora en el examen del procesamiento léxico y semántico.