La Abeja Negra Canaria es una especie apícola presente en las Islas que ha logrado un excelente nivel de adaptación al medio, y ofrece altos grados de productividad y de mansedumbre, elementos ambos muy valiosos, ya que las producciones de miel son el sustento del apicultor y la ausencia de agresividad es un aspecto esencial en un territorio como Canarias, donde resulta muy complicado habilitar explotaciones alejadas de los núcleos de población. La Dirección General de Ganadería lleva años trabajando en un plan de recuperación y selección para preservar esta raza autóctona.
Según estudios genéticos realizados a la Abeja Negra Canaria, sus resultados apuntan a un origen africano pero, con su presencia en nuestro Archipiélago desde hace unos 200 mil años, ha desarrollado variantes endémicas de las Islas, logrando un excelente nivel de adaptación a nuestro territorio. Se caracteriza por su perfecta adaptación al medio y el óptimo aprovechamiento de nuestras floraciones.
Durante algunos años, los apicultores de las Islas estaban en la creencia de que las razas de abejas foráneas generaban una mayor productividad de miel, y por ello su importación se generalizó poniendo en peligro a la raza de abeja local, entonces, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, a través de la Dirección General de Ganadería, adoptó medidas especiales de protección para la conservación, recuperación y selección de la Abeja Negra Canaria, para ello, se creó una reserva específica en la isla de La Palma, y se establecieron en las islas de Fuerteventura y Lanzarote zonas para la producción de reinas de esta raza, siendo el objetivo final del programa de recuperación el de extender dicha reserva a todas las islas del Archipiélago.
Monográfico Abeja Negra Canaria (Revista Canarias agraria y pesquera nº 69/2003)