Buenas prácticas ambientales

En todos los foros y acuerdos internacionales se ha planteado la necesidad imperiosa de reforzar las políticas de desarrollo sostenible basándose en la extensión de buenas prácticas ambientales, concretas y duraderas. Las políticas de sostenibilidad y de conservación de la naturaleza poco podrán avanzar sin un compromiso real y práctico de los ciudadanos y de los principales agentes económicos que intervienen en la producción de bienes y servicios. Ello implica instaurar una nueva cultura de responsabilidad ambiental en los procesos de producción y consumo que nos afectan.

Las Buenas Prácticas Ambientales (BPA) son un conjunto de actuaciones eficaces para la mejora medioambiental. El término de BPA surge en el ámbito laboral y se basa en la realización de una serie de actuaciones cuya finalidad es la mejora del medio ambiente en el lugar de trabajo, reduciendo las pérdidas sistemáticas o accidentales de materiales, en forma de contaminantes (residuos, emisiones o vertidos). Las BPA inciden en el aumento de la productividad, sin aplicar cambios en tecnologías, materias primas o productos, sino implicando fundamentalmente a los factores humanos y organizativos de la producción.

A pesar de su origen laboral, es posible extender el concepto de Buenas Prácticas Ambientales a cualquier ámbito de la sociedad haciendo las adaptaciones oportunas.