Consejos para ahorrar en la solana

Lavadora y secadora

  1. Si llenas el tambor de la lavadora harás menos lavados; el consumo de energía para una lavadora medio llena es prácticamente el mismo que el de una lavadora llena (ahorrarás entre 1 y 2 kWh de energía y 100 litros de agua por lavado que no hagas).

  2. Dosifica adecuadamente el detergente, no sólo es contaminante, sino que su uso en exceso provoca que la espuma haga trabajar innecesariamente al motor de la lavadora. La lavadora trabaja menos si usas detergente líquido; si usas uno sólido dilúyelo en agua antes de introducirlo.

  3. Elige la temperatura mínima necesaria para un buen lavado (normalmente todos los lavados se pueden hacer en frío) y utiliza un programa adecuado, ¡inclínate siempre por los más cortos! (el consumo de energía se reducirá 6 veces y ahorrarás entre 20 y 50 litros de agua). El 90% de la electricidad consumida se emplea en calentar agua y sólo el 10% en mover el motor. (Si conectas la lavadora al agua fría y caliente no tendrás que usar sus resistencias para calentar el agua).

  4. Usa la secadora sólo cuando no puedas secar la ropa al aire libre. Si utilizas secadora, centrifuga al máximo la ropa en la lavadora para eliminar el exceso de agua (podrás reducir hasta un 20% el consumo de la secadora). Un centrifugado de mayor velocidad es mucho más eficaz y consume casi lo mismo que uno de menor velocidad.

  5. Una lavadora con etiqueta energética de la clase A (la más eficiente) puede consumir menos de la mitad de energía que uno de la clase G (la menos eficiente), permitiendo a lo largo de su vida útil ahorrar en electricidad más dinero del que costó.

Calentador de agua
  1. Usa energía solar térmica para calentar el agua que se consume en tu vivienda (sólo necesitarás un apoyo auxiliar mínimo). En caso que no sea posible recuerda que es preferible el uso del calentador gas al eléctrico (tanto la adquisición como el gasto en energía son más económicos).

  2. El termo eléctrico puede suponer el 30% de la factura eléctrica. Regula el termostato a 60 ºC como máximo (reducirás pérdidas y aumentarás la duración del equipo). Apaga el termo siempre que salgas de viaje, aunque sólo sea por un día.

¡Recuerda que cuando se derrocha agua caliente estamos gastando inútilmente dos bienes preciosos: el agua y la energía!