La generación de gases de efecto invernadero y su impacto sobre el medio ambiente han hecho que en los últimos años se hayan puesto en marcha medidas y actuaciones para mitigar los efectos de este tipo de emisiones y sus consecuencias a nivel internacional.
Así, en el marco del Protocolo de Kioto y del Primer Programa Europeo de Cambio Climático, la Unión Europea se comprometió a reducir en 2012 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 8% con respecto a su horizonte de 1990. Para garantizar el cumplimiento de tan importante compromiso frente a la comunidad internacional, se ha adoptando como una de sus principales medidas el "Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión".
El mencionado sistema de comercio de derechos de emisión, coordinado con el implantado en otros países a escala internacional, persigue la internalización del coste de la emisión de CO2 en los procesos de toma de decisiones por parte de las empresas, al generar un coste de mercado en la realización de las emisiones de dicho gas de efecto invernadero, asignando derechos de emisión.
La Unión Europea se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 20% para 2020 en comparación con los niveles de 1990 y aumentar este compromiso a una reducción del 30% si otros países emisores importantes acceden a objetivos similares.
En Canarias el objetivo de reducción de emisiones para el año 2020 es de un 14% respecto a las emisiones del año 2005, desglosado en una reducción del 21% para los sectores incluidos en el comercio de derechos de emisión y en una reducción de un 10 % en el conjunto de los sectores difusos.