Los incendios forestales, que en su mayor parte no son producidos por causas naturales, y son por lo tanto muy reiterados en el tiempo, producen verdaderas catástrofes a nivel ecológico y social.
Las medidas contra los incendios forestales se pueden clasificar en actuaciones de prevención y actuaciones de extinción. Lógicamente, cuanto mayores sean los esfuerzos en prevenir, menores serán los recursos necesarios para solucionar un problema que puede alcanzar dimensiones dramáticas por su afección a los ecosistemas, paisajes, bienes materiales y hasta a vidas humanas.