Dentro de las organizaciones empresariales, industrias y autoridades locales existe cada vez una mayor conciencia ambiental, consecuencia de una nueva legislación y prácticas de gestión mejor informadas. Por otra parte, las exigencias sociales y la evolución de los mercados han llevado a las empresas a considerar el medioambiente en su sistema de producción.
Además de la legislación vigente, de obligado cumplimiento, existen una serie de normas de gestión medioambiental de carácter voluntario al que las empresas e instituciones pueden acogerse para certificar medioambientalmente sus productos o servicios. La certificación medioambiental repercute en la competitividad de la empresa, reduce impactos ambientales y, a largo plazo, costes económicos.
Estos sistemas tienen en las auditorías su instrumento fundamental para que las empresas afronten con competitividad su gestión ambiental. La auditoría ambiental o eco-auditoría es una evaluación sistemática, documentada, periódica y objetiva del funcionamiento de la organización, gerencia y equipos ambientales para proteger el medio ambiente, a través de un mejor control de las prácticas y la evaluación del cumplimiento de las políticas ambientales de la empresa, incluyendo los requisitos legales. La participación de la empresa es voluntaria y permite evaluar instalaciones, resultados, debilidades y fortalezas de las prácticas ambientales de la empresa. Propone soluciones para manejar los contaminantes según las normas y leyes y anticipa los nuevos retos, proponiendo medidas de prevención adecuadas.
Los sistemas de gestión medioambiental (SGMA) están basados en normas de referencia. La más extendida es la norma ISO 14000. También existe el reglamento europeo EMAS, basado en la norma ISO 14000 pero con requisitos adicionales.
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