Se ha considerado necesario fomentar en el centro directivo una cultura de gestión guiada por los valores que a continuación se señalan:
- Orientación a resultados. El desarrollo de nuestras funciones debe orientarse a conseguir impacto, influencia en la dirección y reorientación de las políticas públicas hacia una mayor eficacia, eficiencia, calidad, respeto del ordenamiento jurídico y demás principios de buena gestión.
- Orientación a nuestros grupos de interés. Buscamos que los grupos de interés en la organización perciban un incremento constante del valor de nuestras funciones.
- Objetividad e imparcialidad, bajo un enfoque basado en la evidencia.
- Responsabilidad y rigor profesional por el trabajo desarrollado.
- Fomento del trabajo en equipo y de la interacción y coordinación de los distintos órganos y unidades del Centro.
- Integridad, ética profesional, en el desempeño de sus funciones y máximo respeto al Código de Conducta de los empleados públicos regulado en la Ley 7/2007 de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público y en la Ley de la Función Pública Canaria.