En ausencia de gas natural, los hidrocarburos que se suministran en Canarias son derivados del petróleo, en forma líquida (fuel-oil, diesel-oil, gas-oil, gasolinas y querosenos, principalmente) o en forma gaseosa (los denominados gases licuados del petróleo o GLP que son el butano y el propano). El Gobierno de Canarias tiene competencias exclusivas en la autorización de prácticamente todas las instalaciones relacionadas con el almacenamiento, transporte y distribución de derivados del petróleo.