La restauración de un ecosistema forestal tiene su origen en la recogida de frutos y semillas viables. Para tener un control lo más exhaustivo posible de este material genético, resulta imprescindible conocer el emplazamiento de las poblaciones origen, su historia forestal y la fenología de las especies usadas en selvicultura. En Canarias se han venido aprobando, desde 2001, fuentes semilleras y rodales selectos de pino canario, madroño, acebuche, palmera canaria y almácigo. Actualmente existen en el archipiélago un total de 40 fuentes semilleras y 11 rodales selectos aprobados, de estas cinco especies.