Óxidos de nitrógeno

¿Qué son?


En la atmósfera podemos encontrar los óxidos de nitrógeno en tres formas distintas, como óxido nitroso (N2O), óxido nítrico (NO) y como dióxido de nitrógeno (NO2).

  • Dióxido de nitrógeno (NO2). Es un gas fuertemente tóxico de color pardo rojizo. A partir de éste se forma en la atmósfera el ácido nítrico que es absorbido por las gotas de agua, precipitando en forma de lluvia ácida. De los tres es el más importante por sus efectos sobre la salud humana.
  • Óxido nítrico (NO). Es un gas tóxico e incoloro que reacciona con el ozono para formar dióxido de nitrógeno. Participa activamente en las reacciones atmosféricas causando el “smog”.
  • Óxido nitroso (N2O). Es un gas incoloro, no inflamable ni tóxico. Es el óxido de nitrógeno más abundante en la baja atmósfera. Este gas de efecto invernadero, tiene un papel fundamental en el ciclo de nitrógeno. Es fuente primaria de otros óxidos de nitrógeno causantes de nieblas de contaminación fotoquímica.

De todos los óxidos de nitrógeno sólo se consideran contaminantes el NO y el NO2, formados en los procesos de combustión a partir de la oxidación del nitrógeno atmosférico. El resto se encuentra en equilibrio con estos tres y en concentraciones tan bajas que carecen de importancia.

 

¿Porqué se producen?


La aparición de estos contaminantes está marcada, fundamentalmente, por la presencia del nitrógeno del aire en el proceso de combustión. Además, se originan en algunos procesos industriales, así como por el empleo de carburantes para cualquier tipo de motores. Cuanto mayor es la temperatura en los procesos de combustión, mayor será la cantidad producida de óxidos de nitrógeno.

 

¿Cómo nos afectan?


El dióxido de nitrógeno (NO2) es, de los óxidos de nitrógeno, el más importante por sus efectos sobre la salud y sobre la vegetación cuando se encuentra en la atmósfera a altas concentraciones. El NO y el NO2 no son potencialmente peligrosos para la salud. Estudios epidemiológicos indican que el  NO2 es cuatro veces más toxico que el NO. A elevadas concentraciones pueden, en periodos de larga exposición, producir alteraciones sobre el sistema respiratorio como tos y  fatiga e irritación ocular.

Los óxidos de nitrógeno (NOx) contribuyen de manera importante en el desarrollo de fenómenos como la "acidificación del medio" y el "smog fotoquímico". Los óxidos de nitrógeno (NOx) junto con los compuestos orgánicos volátiles (COV) reaccionan en presencia de la luz solar y contribuyen a la formación de una serie de compuestos conocidos como oxidantes fotoquímicos. El oxidante fotoquímico más importante por su abundancia y toxicidad es el ozono troposférico (O3), que junto con los Peroxiacetilnitratos (PAN) es uno de los principales causantes del fenómeno conocido como "smog fotoquímico".