Contaminantes atmosféricos

La contaminación atmosférica es la presencia en la atmósfera de sustancias en una cantidad que implique molestias o riesgo para la salud de las personas y los demás seres vivos.

Aunque puede ocurrir por causas naturales, como las erupciones volcánicas, los incendios forestales no provocados o la actividad de algunos seres vivos, la mayor parte de la contaminación actual se debe a las actividades del ser humano, sobre todo a los procesos industriales y a la quema de combustibles fósiles.

En Canarias, la incidencia de la contaminación atmosférica por zonas depende de factores atmosféricos, como la dirección e intensidad del viento, y de factores orográficos, como la ubicación de los puntos de incidencia a barlovento o sotavento de las islas, la altitud, la cercanía al mar o la presencia de obstáculos como barrancos y montañas. Los efectos de la contaminación atmosférica son de mayor importancia si tenemos en cuenta la alta densidad de población y la alta biodiversidad de las islas.

Los gases contaminantes pueden ser:

 Acidificantes: gases como el dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y amoníaco (NH3). Se generan principalmente en procesos de combustión, que provocan entre otros efectos, la acidificación de las masas de agua afectando la calidad de las mismas y, por tanto, a los organismos en ellas presentes. Afectan también a la vegetación, produciendo daños en las masas boscosas, así como a la calidad del suelo, haciendo disminuir su productividad y la capacidad de recuperación de especies naturales.

Gases precursores del ozono: El Ozono se forma en la troposfera por acción de la luz solar sobre los gases considerados como sus precursores, siendo los más importantes los óxidos de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles (COV), el monóxido de carbono (CO) y el metano (CH4).

Gases Efecto Invernadero (GEI): como el CO2, el metano o CH4, el Oxido nitroso o N2O, los fluorocarbonos (HFC), los perfluorocarbonos (PFC) y el hexafloruro de azufre o SF6. Entre estos gases, destaca la importancia del dióxido de carbono, CO2, derivado principalmente de la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón. Se caracterizan por retener el calor en la atmósfera, evitando su dispersión hacia el espacio y el enfriamiento de la superficie terrestre. El aumento de la presencia de los GEI por encima de los valores normales hace que se retenga más calor y ocasiona desequilibrios en la dinámica atmosférica.

A continuación se hace una breve referencia a cada uno de estos contaminantes, indicando sus orígenes y efectos sobre los seres vivos. Para acceder a la información haga click en cualquiera de los contaminantes.

 

SO2
Dióxido de azufre

 

NOX
Óxidos de nitrógeno

 

CO
Monóxido de carbono

 

          Partículas

 

C6H6
Benceno

 

O3
Ozono

 

Pb
Plomo

 

As
Arsénico

 

Cd
Cadmio

 

Hg
Mercurio

 

Ni
Níquel

 

(BaP)
Benzo(a)Pireno

 

      Hidrocarburos