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Lugares significativos
 
Margaret García Herrera

 

Entrevista en Formato Texto 

 

"Nací en Valleseco en 1960. (...) Una casa de campo, con las tierras, mis abuelos. Una casa sencilla de trabajadores. Los recuerdos de la infencia son estupendos porque eran la niñez, la inocencia del colegio, los chiquillos, las bicicletas, todas esas cosas que te dejan marcada también. El entorno siempre es importante, la gente que te rodea y todo eso, pero yo siempre estuve rodeada de gente noble, gente sana, amable, educada..." "Mi identidad está a la vista. Siempre he tenido la misma identidad, desde que era muy joven. Desde que tenía 12 o 13 años ya empecé con hormonas y eso siempre lo he tenido muy claro. Aunque haya ido en contra de lo sistemático, la sociedad, lo impuesto, siempre he seguido adelante con mis ideas y ahí estamos. (…) Trans ha sido en los últimos 20 años, antes eras amanerado, desviado, enfermedad… antes era cualquier cosa menos trans. La sociedad ha ido cambiando, ha evolucionado para mejor; ya no eres, por decirlo de alguna manera, un bicho raro por decirlo. Antes eras un bicho raro, como si todas las ovejas fueras blanca y tu fueras la oveja negra, que más de una vez me lo dijeron: la oveja negra de la familia. De la familia y de la sociedad" "Yo me dejé llevar por el instinto, que es lo que tienes, no tienes más nada. (…) Tampoco se le podía poner un calificativo de nada, simplemente eras tú. Te ponías pantalones anchos, blusas estrechas, el pelo, zapatos de corcho, tacones y todo eso, pero no le podías poner un calificativo, una etiqueta. " "Yo nunca me sentí diferente porque estaba integrada en el colegio, incluso hay compañeros que últimamente me han enseñado fotos con 13 y 14 años y ya era la marica del colegio, del grupo. En esos temas, al flaco por ser flaco, al de gafas por gafuo, al gordo por gordo y al marica por ser afeminado. Te quiero decir, siempre en esos momentos tocaba eso, maltratarnos un poquito, buenamente, pero maltratarnos. Eso era el pan de todos los días. (…) En mi entorno familiar hubo de todo. Un tío mío, por ejemplo, me decía que los hombres eran hombres; otro me decía, por ejemplo, cuando me ponía las manos a la cintura con 8 y 9 años me decía que pusiera las manos como un hombre… Pero, si eres un poquito perspicaz y listo, en mi casa lo sabían antes que yo. Porque no era la primera marica que veían." "Gente trabajadora, mi padre trabajaba y mi madre trabajaba en León y Castillo también. Bien, a mi me regalaron una bicicleta para reyes, que aquello era un lujo, una a mí y otra a mi hermano. (…) Pienso que el tema este (lo trans) no entiende de clases, altas ni bajas, sino entiende de comprensión y entender a la persona, no excluirla, como es mi caso que me excluyeron totalmente. Yo más o menos me busqué la vida, trabajé conduciendo camiones, trabajé bailando mucho tiempo también. De una manera o de otra, me busqué la vida; también he conocido gente de clase alta, pero siempre más incomprendidos. Se les exigía un poco más por lo que llevaba el tener una opción diferente: a lo mejor por negocios, la familia, por muchas cosas, llevaba un poco más de responsabilidad de los padres hacia esa persona." "Pues muchos. He limpiado, he bailado, he conducido camiones. Trabajé mucho tiempo en el Mercalaspalmas con una pescadería grande. Lavanderías… varios y diversos. (…) Hoy en día es diferente, (…) pero antes sí, te marcaba mucho (ser trans) a la hora de abrirte puertas. Que también, a lo mejor si hubieses estudiado cualquier cosa... pero antes la perspectiva es que, si no estudiabas, te mandaban a trabajar directamente. " "Yo la he vivido en mis propias carnes, porque éramos perseguidas. Estábamos estigmatizadas, simplemente a lo mejor por llevar una falda o por maquillarte, ya era acoso y derribo por donde quiera que fueras. Era como si fueramos psicópatas; siempre estábamos marcadas y perseguidas por la policía." ""Sí, yo fui muchas veces, varias. Pero me gustaría contar una anécdota que se me quedó grabada. En una de estas, me llevan a doctor Zaragoza, aquí en el puerto. No se por qué me llevan, (…) me sientan en el banco y claro, siempre que había un despiste me escapaba, tenía la fama esa de escaparme. (…) Claro, había dejado todas mis pertenencias en comisaría. ¿Qué hago? Voy al juzgado, hablo con el juez de guardia que estaba ahí y le digo que me detuvieron en comisaría, que mis pertenencias estaban ahí: mi ropa, mi documentación, el bolso… Pues el señor juez llama a comisaría y no hay ni rastro, que no había estado detenida y ni siquiera había estado. Entonces el juez insistió, se puso un poco más duro, (…) entonces cedieron y aparecieron mis cosas. Quiero decir, actuaban con tal impunidad que entrabas, salías y ni siquiera costabas en un registro de detenciones, entradas… absolutamente nada. Y aparecieron mis cosas. (…) Antes te llevaban unas Mercedes grandes, unas bombonas (…). Cuando las veía, salía corriendo, pero no en dirección contraria, sino a la bombona porque no quería ir de pie. (…) Nos llevaban por estar entretenidos ellos, no tenían otra cosa más importante que hacer. (…) Con 17, 18 años, no eres consciente de muchas cosas. Ellos te detenían y ni siquiera te decían que tenías derecho a un abogado, a una llamada, a un médico, a los derechos que tienes por ley. No eres consciente de ello (…) sino te dejabas llevar y cuando les daba la gana a ellos, te soltaban. O te cogían y te llevaban a por Arucas, por Cuesta Ayala, por montón de sitios, y te dejaban ahí. (…) ¿Lugares? Playa del Inglés, Madrid, Guanarteme muchas veces, El Puerto, el Muelle Grande, que antes era un barrio. (…) A mi no me llegaron a trasladar, eso fue ya un poquito antes, que las llevaban a Fuerteventura a hacer carreteras y cosas de esas, pero lo mío fue un poquito más tarde: en el 78, (…) pero no fueron ya los 56, 57, que fue cuando pasó eso. Hay muchas compañeras que lo cuentan, que las llevaron incluso para Huelva, a Fuerteventura, cosas así. A ponerlas a trabajar en trabajos duros (…). A la vista de ir a algún sitio, siempre eras travesti y se creaba muy mala fama, porque había muchas que eran un poco delincuentes (…). Cuando ya te conocían, diferenciaban un poco. (…) Eso siempre te deja marcado: el estar en un calabozo con un colchón lleno de mierda, el que te lleven un bocadillo y un zumo… son vivencias que te dejan marcado y te queman un poco." "Los abusos, en el colegio te pegaban, el maltrato… te pegaban palizas y en la casa, luego llegaba tu padre. Tu padre, porque no ibas al colegio porque te pegaban, y no ibas a casa porque la que te esperaba. Entonces, hay otras opciones aparte de la violencia que pueden funcionar perfectamente. (…) Las tienes ahí, como que las viviste y siempre te dejan marcado. Yo he vivido momentos maravillosos también, pero siempre hay, por decirlo de alguna manera, un lado más oscuro, más tétrico. (…) Los abusos, por ejemplo, porque antes se abusaba mucho de los menores. (…) Antes, no eras consciente de nada de eso con la niñez. Incluso después, te hacían sentir a ti como si tú tuvieras la culpa, por decirlo de alguna manera. Y no, los malos son quienes tienen conocimiento y los adultos, no los niños. (…) Se ejercía mucha violencia por todas partes. (…) Mi padre me cogía con el cinto, pero yo veía en otras casas que era mucho peor. Los encerraban. Recuerdo un chico al que lo encerraban en el cuarto de arriba, en la pileta, y el chiquillo dando gritos. Se ejercía violencia: era otra época, la gente era ruda, no eran cultas, no tenían estudios. Por decirlo de alguna manera, eran duros." "No había relación ninguna (…) ¿Relaciones sexuales? Algunas hubo también. (…) A mí siempre me quedó ese resquemor, que estos chicos de hoy en día no tienen culpa, pero sí se me quedó el resquemor de lo mal que ellos actuaron, pero también fueron órdenes que recibían y tenían que cumplir. A todas las maricas que vieran, venga, a comisaría. Era así. Pero te digo una cosa, yo he conocido también polis super amables, llanos, bien. (…) Era terror, claro. Lo veías y ya era esconderte, o meterte en zaguanes. Recuerdo en Guanarteme, una señora también, que vivía ahí cerca de la casa de unas compañeras, que siempre nos abría la puerta cuando venía la policía, siempre nos escondía. " "Sí. Además, en esos momentos siempre se actuaba mucho por el chismorreo y el amigo del guardia civil, el amigo del policía que le decía ‘no, porque fulanito tiene’. ¿Sabes? Que no se investigaba como se investiga hoy en día. Siempre eran por chismes y habladurías, se dejaban llevar por lo que les decían a ellos. Siempre fueron un servicio público influenciado. Muchos (nos delataban)." "Vamos a ver, las maricas han existido desde que estaban los gladiadores. Siempre, porque ya tenían los eunucos para alimentar los caballos y controlar. ¿Qué pasa? Que en esa época estaba todo muy tapado. Todas eran como Freddy Mercury, con esos bigotes tapados (…) Era todo muy tapado. Había muchas, muchas, muchas. Había sitios donde se reunían y los chicos, pero siempre la marica estaba casada y tenía dos hijos. Después tenía una peluquería, un bazar, cualquier cosa, y por la noche se reunían ahí los chicos (…)." "No. Nosotras sobresalíamos, porque claro… pero después, cuando había ladrones también los perseguían. Siempre tiraban por quien cometía algún delito; a lo mejor no eran las maneras, pero tiraban por el delincuente." "Fuimos perseguidas igual. Con una, con la otra, estábamos siempre perseguidas y, por decirlo de alguna manera, éramos un objetivo a derribar, a quitar de la sociedad. No se por qué, pero era un objetivo a borrar del mapa siempre. (…) Hombre, si ya te veían vagando o cualquier cosa siempre te metían la peligrosidad. (…) Yo tuve suerte porque siempre trabajé y luego, cuando estaba en la calle, no me rodeaba de… hombre, me rodeaba de toda clase de gente también, pero siempre me aparté de los ladrones, de quien tenía la fama. Al margen un poco de la delincuencia, por decirlo de alguna manera." "Cuando tenía 14 años ya me volvía loca con el Pick up y con Lolita con el ‘Amor, amor’. Y haciéndome la toga… eso se lleva dentro. Yo siempre lo digo: a mi me pueden quitar el aire si quieres, quítame el agua, pero la música no me la quiten porque la música para mí es el alimento del alma. No podría vivir sin la música: me motiva, me inspira mucho, luego la escuchas y transformar eso que escuchas en movimiento. Es eso, simplemente, sentirla. (…) Tuvimos un poco de formación, me habría gustado tener más. Tuvimos un maestro muy bueno, Tony Jean y Susan, que eran muy buenos y nos enseñaban. Todo lo que sé lo aprendí de ellos, eran profesionales. Nos ponían una hora, media hora antes de los espectáculos a calentar, los estiramientos… Hacer un poco de clases de baile, a enseñarnos las vueltas, todo eso. Todo eso se lo tengo que agradecer a ellos, a Susan, Tony, a los que realmente tenían esa escuela, sí. Empezamos en el Brasil con Tony Greco, un buen coreógrafo a nivel nacional. Empezamos a hacer nuestros pinitos y fue una maravilla, porque era una sala maravillosa con unos palcos muy grandes. Ahí empezamos y de ahí pasamos a otra, y así seguimos. Muchas veces se lo digo a Karen, que nosotras porque no tuvimos perspectiva de futuro, porque nosotras podíamos habernos montado un grupito, que incluso lo estamos hablando hoy en día para ir a trabajar a las residencias algunas cositas donde una se sienta un poquito más joven. Porque podíamos haber estado, de alguna manera u otra, podríamos haber vivido perfectamente de ese filón con unas clases, con niños, dando clase, ¿sabes? (…). Yo tenía los 18 todavía, tendría los 16 años, más o menos. Antes no se controlaba tanto las cosas de la edad, pero yo creo que con 16 años empezamos ya a trabajar en el espectáculo. " "En otros países no. En Benalmádena, en Torremolinos… a Madrid fui, pero no trabajé, en Barcelona también. En Bilbao sí trabajé, fuimos seis meses al Bataclán y poco más. También en Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, estuvimos ahí dando bolos. En Canarias estuve, por ejemplo, en el Britania mucho tiempo. (…) En el Molino Rojo, Pinito del Oro, una en la calle Portugal estuve mucho tiempo ahí con Mary Sánchez. Ahí había gente de nivel, por decirlo de alguna manera. Luego ya en Playa del Inglés, muchos hoteles: Beberly, Catarina, Buenaventura, casinos… bastantes. A lo mejor, en el día hacíamos tres bolos. Hacíamos en Las Palmas y luego nos íbamos al sur. (En la península) Torremolinos, no recuerdo el nombre de la sala, pero estuvimos tiempo también. El Bataclán en Bilbao y poco más. Pero donde fue con mayor intensidad fue en Las Palmas." " Claro, sí. Es que, antes, con quien único te sentías bien era con tus amigas que hoy en día aún conservo, por ejemplo, a Karen, conservo a Fefi, a Marian, que nos conocemos desde que somos niños. Por decirlo de alguna manera, éramos de la misma especie… vivíamos juntas, nos apoyábamos (…). Claro, nos fuimos de casa y nos apoyábamos, nos ayudábamos por supuesto. Te voy a decir una cosa: eran otros tiempos y el otro día lo estaba comentando, nos apoyábamos al máximo. Por ejemplo, me había olvidado los maquillajes y cogía los maquillajes de Pepita. Si necesitaba que me cosieran una cremallera mientras yo hacía cualquier cosa, porque eso era una cadena e iba muy rápido, siempre me cosían la cremallera, me abrochaban… siempre había apoyo y mucho amiguismo. Me refiero a amiguismo sano, que te ayudaban siempre. En la península siempre se notaba un poquito más de rivalidad. Un poco más de competencia, ¿sabes? (…) Si tu llevas un vestido más bonito, si tu llevas unos zapatos más bonitos… pero al fin y al cabo el espectáculo no eran ni el zapato ni el vestido, el espectáculo éramos nosotras, ¿entiendes? Eran pequeñas cosas, pero para algunas compañeras eran grandes cosas. Hombre, siempre intentabas salir lo mejor posible a la pista, pero eran pequeñeces. " "Bueno, de hecho, en Lanzarote y Fuerteventura no había. Iban exportados de aquí. Nosotras íbamos, a lo mejor, 8 días. Estuvimos en Puerto del Carmen, en Playa de las Américas, porque ahí, si había, eran muy pobres. Entonces claro, no es porque lo diga yo, que también lo digo: yo no he vuelto a ver un espectáculo de coreografía, de bailes, como el que nosotras hacíamos. " "En el Britania mismo, nosotros trabajábamos con grupos que venían de Playa del Inglés. Con extranjeros hacíamos un primer espectáculo y después había reserva de meses, que la cola llegaba a la calle Pelayo, salía de la calle Pelayo a Fernando Guanarteme y la cola para entrar mesa era de 15 días o de meses. Pero ya no solo para vernos a nosotras, que también; (…) es hoy y un chico me reconoció. (…) Y como ese, hay gente que me ha sacado, la fisionomía y tal. (…) Y me lo han comentado, que espectáculo como ese hoy en día no han visto igual. Para mí, es un orgullo… el haber participado. (Recuerdos) Felices. Diversión, compañerismo, una cosa que me encanta. " "Un espectáculo era una buena presentación por el director de la sala (…). Había una presentación de 6, 7 personas, y luego ya continuaba el espectáculo. Había nudismo también, (…) había números lésbicos, adagios, muy completo. Había integrales también, que quiero hacer una mención a una compañera. A Bárbara. (Fue muy importante para ti) Claro." "Yo quería volverme siempre. Yo me fui por 6 meses y no aguanté, a los 3 meses me vine. (…) Añoraba mucho a mi tierra, la gente… no aguanté los 6 meses. Estábamos contratadas 6 meses y a los 3 meses… Ganaba mucho dinero, pero prefería más comerme un bocadillo, un pan, un plátano aquí, que a lo mejor allá unas almejas." "El reconocimiento social lo estoy viviendo actualmente. Antes éramos despreciadas. Te veían y ni te saludaban. Hoy en día todo el mundo quiere ser tu amigo, que he tenido algún enfrentamiento hoy en día por eso. He tenido algún enfrentamiento porque, a lo mejor, viene uno diciendo que es tu amigo y tal, estuvimos juntos en el colegio. ¿Perdona? No somos amigos, nunca hemos comido juntos en la misma mesa. Jamás. Tú me conocías del colegio, pero ahora ya quieren ser todos tus amigos, y no todos son tus amigos." "Te aseguraban un mes, te ponían un mes en el seguro y ya después no volvían a pagar más el seguro. El tema ese, ahora estamos pendientes… ahora, a nivel económico, tienes que estar dependiendo de unas ayudas, de una no contributiva, de algún ingreso para poder vivir porque no queda otra." "No. Éramos admiradas, muy admiradas y valoradas." "Hombre, siempre hay un vínculo porque en esas salas también iban los chicos, los señores. Te invitaban a botellas de champán. Yo conocí chicos, un amor de mi vida, por ejemplo, cositas, que también conocías ahí. Te invitaban a botellas, sacabas dinero, alternabas con ellos... no estabas obligada, pero si venía un señor y te decía: 'una botella de champán', oye, tú sacabas esa botella de champán porque era dinero para el negocio y para ti, aparte del sueldo. Pero nadie te obligaba a nada." "Alguna que otra vez llegaron a entrar. Al Britania, por ejemplo, alguna vez que otra llegaron a entrar. No se si se cortó el espectáculo, pero venían con esas intenciones, sí, claro. No nos salvábamos. Pero claro, al ser una sala de fiesta y estar dentro de la puerta, tenían que traer órdenes. Pero alguna vez que otra, sí llegaron a entrar. Pero el dueño lo arreglaba todo enseguida. No había problema con el dueño, era todo legal y más nada. Lo del Britania, más o menos, sería en el 82, 84, por ahí más o menos." "Ha habido de todo. Ha habido admiración y ha habido exclusión también. (…) Han cambiado los tiempos y yo siempre lo digo, cuando vamos a alguna parte, alguna actividad y tal, que tenemos que ser visibles hasta ser invisible. Que ya no llames la atención por tu opción, te tienes que fijar primero en el ser. En la persona, y después ya lo que tú seas es secundario. Pero bueno, hemos pasado momentos buenos, hemos pasado momentos malos, pero los hemos pasado. Te deja marcado. La vida te va marcando, pero he aprendido algo con todo esto: se te va endureciendo el corazón. " "Muchas éramos un grupo y estábamos bien avenidas. Nos ayudábamos mucho, cosa que hoy en día, con el paso del tiempo, te das cuenta de que el mundo este de la diversidad ha sido un mundo muy separatista. Pero ahí estábamos muy unidas, nos ayudábamos en todo. Siempre te ayuda, porque ves que no eres la única que tiene esas ideas y sigues adelante con ellas. Por eso siempre encontrar a alguien con tu misma condición, por decirlo de alguna manera, siempre es gratificante". "Siempre hemos tenido amigos gais, que antes no era la palabra gay ni transexual, eran travestis. Pero siempre ha habido un poco de, no rivalidad, una tensión. Yo siempre he tenido amigos, y los conservo hoy en día, gais. Ahí no se hacía distinción ninguna. " "Tú hacías lo que tú querías. Si por la noche, que había muchos chicos que eran chicos, pero luego por la noche… recuerdo una, que trabajaba con nosotras, con Ricky, que era muy guapa de cara. Pero después, la gente se quedaba impactada porque salía muy guapa de cara y después hacía un desnudo, y era toda pelua’, llena de pelos. Hasta incluso a mi me impactaba, me sorprendía. Entonces la gente reaccionaba sorprendida. Andróginas, ambiguas, siempre ha habido. Y a lo mejor, estaban un tiempo de trans, se ponían pechos y después se cambiaban, he conocido algunas. Han retornado a su… a lo mejor, condicionadas por la familia y por la sociedad, también un poco. Han retornado a ser chicos. Que luego se han arrepentido, porque es ya un disparate, por decirlo de una manera. Es una lucha de ellas, ¿me entiendes? Pero sí, las he conocido, que han sido transexuales o travestis y han vuelto a ser chicos, sí. " "Es que transexual es hoy en día. Hoy tiene ya muchas definiciones, pero antes prácticamente no había definiciones. Abarcaba todo. Travesti, gais, eran maricones. Pasaba mucho que de día eran chicos. Por ejemplo, una que hacía de Lola Flores (…), era muy auténtica haciendo Lola Flores, era un espectáculo, pero después de día era Antoñito. (…) También tenias que ver la sociedad que te marcaba mucho. Entonces, a lo mejor, de día tenía su trabajo y después por la noche iba y se hacía el espectáculo. A lo mejor, de día, la Javi misma que trabajaba en un banco, muy divertida también. Se transformaba por la noche a actuar y al día siguiente, a las 8 de la mañana, ella iba al banco. Eran como dos vidas, ¿entiendes? Pero eso ya es una cuestión un poquito personal, ¿sabes? Pero antes no se juzgaba a nadie." "Con la prostitución he tenido una estrecha relación. ¿Por qué? Porque yo he trabajado toda mi vida: he conducido camiones, en lavanderías… pero aquello era una especie de evadir. A lo mejor, ya no por necesidad, ¿sabes? Y después venían chicos, y los chicos tenían muchos detalles. Antes los hombres eran muy detallistas. Yo conocí un chico que (…) de un día para otro, me regaló un coche. Te quiero decir, he tenido una relación, pero siempre ha sido como un hobby. Me gusta tener una independencia económica y claro, después con el tiempo te vas dando cuenta que son necesidades. (…) También lo he tenido que hacer por necesidad. Muchas veces, cuando ya no estaba trabajando, lo he hecho por necesidad, pero no es agradable. Es agradable siempre que tu elijas la persona con la que tu quieras estar, eso sí es agradable. (…). Entonces, sí he pasado momentos chungos en esa situación. " "Todo nuestro grupo, fue un grupo que fue pionero en eso. Incluso, abrimos una calle y los vecinos nos tiraban, nos disparaban con una escopeta de balines para que nos fuéramos de ahí, fíjate lo que te estoy diciendo. Eso sería en el 74, con 14-15 años nos disparaban los vecinos con escopetas de balines, a punto de sacarnos un ojo. Claro, ya es diferente cuando una persona lo ve con otra perspectiva, con unos años, que se pongan las chicas a ejercer la prostitución en Martínez Escobar… Luego ya fuimos bajando a Guanarteme." "Tendría unos 14, 15 años, más o menos. Estaba en el colegio de El Pino (…). Lo mío fue todo natural, ¿sabes? No tuve que hacer una transición ni nada, sino ponerme hormonas y seguir adelante." "Sí, ahí te comenté que siempre estábamos unidas, cosa que no pasa hoy en día. A lo mejor te venía alguien que, por cualquier cosa, venía a agredir o insultar. Siempre nos uníamos 4, 5, 8 y nos defendíamos. Había unión para defender esa situación, sí. Por ejemplo, antes mismo que venían los chicos y a lo mejor nos tiraban huevos, o venían a agredirte. Nos uníamos, entonces había más fuerza; nos uníamos y salíamos de esa situación." "Aquí, pues estaba el Lugo. En el Lugo no estuve, pero luego en Muelle Grande, en la calle Andamana. Estaba el Jockey, Guanarteme; había mucho ambiente por todas partes. Era otra época, se iban abriendo camino y la sociedad estaba emergente, por decirlo de alguna manera." "Hay que entender que al subirte en un coche o irte a casa con una persona que no conoces… Siempre me dejaba llevar por la primera impresión que me daba esa persona, porque a mí me ha venido una persona que no me gusta y no le doy entrada. Pero siempre te puedes equivocar, también. La calle te enseña mucho y te hace un poco psicóloga, ¿sabes? Te ayuda a conocer un poquito las situaciones. O si te viene un borracho, si te viene cualquier cosa de esas. (…) Recuerdo una que me dejó muy marcada, que venía mucho por Guanarteme. Todas nos pusimos de acuerdo y ya le cogimos. Venía un negro, (…) lo cogíamos como cliente y nos llevaba por ahí arriba, por la Marina, y nos violaba. Nos dejaba desnudas, con muy mal rollo. Siempre había que mirar después el lado positivo: que, aunque te dejaba tirada y desnuda, tenías que mirar que nos podría haber cogido, cortado el cuello y tirarme por el barranco pa’bajo. Porque, ¿qué vas a hacer con un hombre de 2 metros y un saco de músculos? No podías hacer nada. No podías hacer absolutamente nada. El fuego no se puede apagar con fuego, siempre se lo digo a las chicas; que, si él está encendido, hay que intentar calmarlo, no echarle más fuego. Hombre, también me he venido arriba y cuando hay que poner unos cojones… cuando ya es tú o él, hay que tirar para adelante y luego esperar a que te curen las heridas. (…) A mí no me gusta llegar a esa situación. Siempre intentando… ‘no te preocupes, no pasa nada, déjalo’, llevármelo a mi terreno y salir lo mejor parada, por decirlo de alguna manera. (…) Ha habido muchísimas también de agresiones, de robos, de dejarlas tiradas lejos, quitarle los zapatos, de muchas agresiones, sí. " "Yo siempre decía que trabajaba. Llevaba a lo mejor algún amigo a casa, pero creo que igual lo sospechaban. (…) La mayor parte de mi vida he trabajado, en una cosa u otra. (…) He intentado siempre ganarme la vida por mi propio esfuerzo. Ha habido de todo, pero la mayor parte (…) aunque no te dedicaras a la prostitución, por el mero hecho de ser diferente, de tu expresar tu condición, o lo que sea, ya han sido rechazadas. Casos que te llegan al alma, con 8, 9 años, echarlos a la calle, ¿sabes? Eso es duro. Hoy en día, tu familia te apoya, hay organizaciones que te apoyan, psicólogos (…). Pero antes era totalmente diferente, porque era como… Maricas ha habido toda la vida. Eso siempre he dicho (…) pero ¿qué pasa? Antes, la sociedad te cogía y el régimen te cogía con los condicionantes, lo impuesto, la sociedad… No daban la cara ellos, no eran auténticos, por decirlo de alguna manera. (…) Yo recuerdo algunos chicos que a lo mejor trabajaban y después, en el mismo trabajo, llevaban a los chicos para sexo y bacanales, cosas de esas. Después, ese mismo chico tenía en su casa a su mujer y sus hijos. Después, con el paso del tiempo, se han arrepentido de seguir esos condicionantes por la familia, los negocios…" "Te asociaban. Transexual, prostituta. Y no siempre fue así, porque, por ejemplo, yo trabajé siempre. Sí, después he ido un rato a Guanarteme con las chicas (…), me salían clientes que merecían la pena y yo los aprovechaba porque no lo hacía a disgusto, por decirlo de alguna manera. Siempre, tu tenías un poquito de capacidad de elegir (…). Podías elegir. " “No, no. Este asunto es un poco delicado y personal. El hombre que buscaba siempre a una transexual, a lo mejor era por probar algo nuevo, porque a lo mejor la mujer no le hacía una felación, o por penetrarla por el ano… por muchas cosas que antes eran tabú. Pero yo siempre he dicho lo mismo: el que quiere una vagina, va a buscar una vagina, y el que quiere una trans va a buscar una transexual. Te quiero decir, es respetable y las opciones con el tiempo, a lo mejor, pueden ir cambiando. (…) Es que antes era totalmente diferente. Hoy la gente se viene arriba con las transexuales, pero antes, recuerdo que un chico con el que estuve muchos años, los 6 primeros meses estuvimos haciendo el amor con las bragas puestas. ¿Sabes lo que te quiero decir? Era totalmente diferente. Ya luego, con el paso del tiempo, ya tú quieres a una persona y es diferente porque quieres hacer disfrutar a esa persona. (…) Era opcional. Era una novedad, probar cosas nuevas, a los chicos les gusta experimentar… Pero, normalmente, eran siempre heteros. (…) Te voy a contar en lo personal. Yo siempre decía, cuando tenía 18 o 20 años: yo llego a los 50 años como estoy y después me pongo una vagina. Pero ni yo misma me lo creía porque yo he nacido así. Yo me he aceptado así. Y si yo me acepto así, lo demás… con el paso del tiempo, te vas dando cuenta de que ya te fijas en el ser, en lo humano y no lo que tengas en medio de los pies. (…) Si hay un magnetismo, esa cosa te da igual. La aceptas como es y ya está, que era importante. Había muchas, tengo muchas amigas que se han hecho una vaginoplastia, sí. (…) La que conozco se que son mujeres transexuales, pero con vagina. (…) Si te vas a Suiza, con tus papeles, conoces a un chico, te casas y ni se le pasa por la cabeza. O a Valsequillo, Valsendero, a Artenara, y no se le pasa por la cabeza que hayas sido un hombre. Pero después, el ser siempre tira para las amigas (…) nos conocemos todas, tienen otra vida, por decirlo de alguna manera. Pero si ellas han encontrado su felicidad con una vagina, es respetable y perfecto. Había de todo, claro. (…) Recuerdo una amiga de Helen, que hace años que falleció, desde aquí quiero hacer una conmemoración. Era tan perfecta… que después, tenía un pene así, tan pequeño, una cosita pequeñita pequeñita, y ella siempre se quería operar. (…) Ella quería, pero al final no lo hizo por las circunstancias o lo que sea." "Sí había y era respetable. Incluso, teníamos novios que a lo mejor se iban a hacer alguna chapilla y estaban en relación con alguna de nosotras, pero se buscaban la vida también de esa manera (…). Antes había mucho respeto (…). Teníamos muchos chicos así, que se buscaban la vida haciendo chapa, prostituyéndose muchos. Yo, de hecho, estuve mucho tiempo con Julio y yo lo conocía a él haciendo chapas. Después tuvimos una relación, incluso yo lo llevaba a casa de clientes, por aquí, por Ciudad Jardín… (…) Yo iba a su casa con sus hermanos, la madre y todo, y yo lo conocí a él prostituyéndose. (…) Cada uno tenía su zona. Nosotras, por ejemplo, estábamos en Guanarteme. Después, en el Parque Santa Catalina, que había unos baños donde hoy está la Policía Municipal. Ahí había unos baños. El Parque Santa Catalina siempre ha sido una zona así, de trabajos sexuales para chicos. Luego había muchos clubs, antes había muchos donde los chicos iban e iban extranjeros. El New York, por ejemplo, Fifty-Fifty, el Lord Nelson… Para esas cosas, no suelo recordar mucho, pero había muchos a los que iban los chicos a trabajar, a ejercer con los señores (…). Nosotras teníamos relación, yo recuerdo, con todo el mundo. Iba a Andamana y siempre conocía a alguna (mujer cisgénero), que trabajaban ellas en su terreno con muchos barcos de coreanos y cosas de esas. (…) Cada una en su terreno, pero había buena relación. Te invitaban a que fueras a trabajar con ellas y te abrían puertas." "Había de todo. Había chicos que tenían su trabajo y por la noche salían, les salía un chico que a lo mejor le ofrecía dinero por sus servicios, y hay otros que es lo que tú cuentas, que solo vivían de eso. Había muchos. " "Yo le digo un chulo a un chico que da la planta, que es un chulo. Que es guapo, que está bueno, transmite… no es porque te vaya a sacar cualquier cosa. ¿Que después tú le quieres dar cualquier cosa? Pues bueno. (…) Me refiero que está bueno, en definitiva. La palabra chulo antes era el típico tío encadenado, cachas, que tenía a la mujer trabajando y le sacaba el dinero. Eso era un chulo. " "No. Prostitución masculina no porque con esas edades por ejemplo, en mi caso tenía donde elegir. Tenía chicos y me sobraban. Todo lo contrario, te ayudaban a ti. No era consumidora de prostitución masculina. (…) Ya no es lo mismo con 20 años que con 60. Además, ya no es una transacción, por decirlo de alguna manera. Ves que esa persona necesita ayuda y entonces tú intentas ayudar." "Hombre: Agüimes, Cardones… eran así, eran en asociaciones de vecinos. (…) El carnaval, lo que es carnaval como después se conoció, no existía. Era Agüimes, Telde, nos íbamos a Cardones… en pueblitos así. Igual que la verbena, nos íbamos a las verbenas, a los bailes... (…) Cuando ya veías la pareja, porque se le llamaba la pareja, con la capa dando vueltas pa’lante y pa’tras, te imponía porque era una dictadura. Eso sería en el 77 o así. Ya no era la dictadura en sí, sino la sociedad que te imponía. (…) (Desmantelaron) muchos sitios. Incluso alguna gente que ya era más consciente y mayor nos cogía y nos metía: ‘vengan por aquí, escóndanse por aquí’. Nos ayudaban en ese sentido. Pero muchos sitios llegaban y la montaban, como si hubieses cometido un crimen, igual. (…) Ay, mi niño, todo el año estaban esperando a que llegaran los carnavales para venirse arriba. Se volvían locas. (…) Todo el año esperando los carnavales para ponerse la peluca y eso tenía también su morbo. Incluso a mi también me gustaban los chicos con su falda… no gais, pero había chicos heterosexuales con su falda. Después tenían morbo con las piernas todas peludas, vestidos de majorette, de bailarinas… (…) Mis primeros disfraces (…), todas las maricas tenían sus disfraces, todas perfectas, y dije que no me iba a quedar atrás (…). Teníamos unas bolsas de basura que eran como azul y tenía un gorro de esos de campo, lo forré, le puse una cinta, cogí las bolsas de basura y la corté, me la adosé a la cintura y quedé guapísima. (…) Sobre la marcha, o cogías las cosas de tu abuela, de tu madre (…) y ya estabas. (Era la primera vez que salías de mujer) Sí. Claro. Es lo que estamos hablando, sería con 14 años. Yo prácticamente no tuve una transición, yo me ponía lo que me apetecía. No me ponía una minifalda, que hoy en día me la pongo. Pero tampoco me planteaba ese… a lo mejor, pantalones anchos, blusas de raso. (…) Que a lo mejor me venía arriba y me ponía unos sacos sueltos. " "Un chico me conoció, más o menos yo tendría 19 años también. Tiene una doble vida porque los cánones, la mujer, el trajineo… funcionario. Me vio bajando del coche; recuerdo perfectamente que tenía un traje amarillo, como un saquito así, ajustado con unos dibujos. Él me vio y bueno, él me acosaba, una pasada. A día de hoy, todavía sigo teniendo una relación: dice él que se enamoró, vamos a dejarlo ahí. (…) Alucinó conmigo y hasta el día de hoy." "Una prenda concreta (…). Ya con 20 años teníamos mucha variedad, donde elegir y trajes preciosos. Trajes con los que el tráfico se paraba, literalmente." "Estaba el Pronto, que venían los chicos prácticamente desnudos. Interviú, nosotras salimos también en el Live… Son revista que prácticamente han desaparecido (…). En los 80, no recuerdo su nombre, pero había una chica que salía con los pechos fuera casi desnuda. Por supuesto, todo censurado." "Sí. (…) Salimos en el Interviú, en el Live también, en revistas con una sesión de fotos. Se trataba con respeto. A lo mejor te decían: Antonia resulta que es Antonio. Siempre tenían un doble filo." "Esto del cruissing no lleva mucho tiempo. Bueno, siempre ha habido zonas de… pero ya zonas definidas, a nivel internacional: Las Palmas, Maspalomas, La Laja, Bañaderos, las Salinas. Pero yo he ido a las Salinas toda mi vida y ahí siempre ha habido ligoteo. Ha habido toda clase de especímenes. Eso está bien, que hayan puesto sitios concretos para que se vean los chicos. Por ejemplo, si quieres ligoteo te vas a la Laja, al tívoli, a las dunas… Pero yo con 18 años iba a las dunas y ahí había trajineo, ¿entiendes? Eso abarca mucho: la zona de cruissing, yo normalmente…. Ahora últimamente no, pero yo antes, a las salinas que es una zona de cruissing, van chicos también, van gais, van transexuales, van heterosexuales… Ahí hay libertad." "Siempre el querer hacer algo que tu no quieres hacer por necesidad, siempre te condiciona un poco. Te condiciona esa situación. Pero después también hay que saber llegar a tu casa, ducharte, dejar ese lastre atrás y sacar el beneficio de esa situación. El beneficio de esa situación: que vas a tener dinero para ir al supermercado, que vas a tener dinero para pagar la luz o para vivir, simplemente eso." "Yo te voy a decir una cosa (…). Abusaron mucho sexualmente de mí, infantil, incluso Nena está de testigo de un chico que me pasó con 9 o 10 años y yo lo veía siempre por aquí, y nunca le he dicho nada. Lo he tenido guardado toda mi vida. Claro, había muchos abusos y después no eras tú la víctima. La víctima no eras tú. Tú no le podías decir a tu madre ‘pepito me sacó el pene’, porque la mala eras tú, ¿me entiendes? Pues lo cogí y lo dejé bien puesto, al chico ese que te acabo de decir (…). Ya no pude más y se lo dije, de malas maneras, pero se lo dije. Lo que tu hiciste… la inocencia de un niño no se puede romper. Cuando tú tengas capacidad de decidir, como si te quieres ir con un caballo o con quien te salga, pero la inocencia… eso es irreparable, te lo digo por experiencia propia. Es irreparable porque eso te marca de por vida. Porque tu no tienes capacidad de decidir (…). Los abusos eran muy pronto, con 10, 12 años. Con 16 tú tienes un poco de decisión personal. Si tu vas a que una señorita te haga una felación, tu has decidido ir. (…) Yo estuve en un colegio de curas que ellos se sacaban el pene y me decían que les masturbara. Y claro, ¿cómo le vas a decir a Padre Prior que no lo masturbas? (…) No se puede romper la inocencia de los niños, eso es irreparable; y ya no solo por los niños, sino por tu decencia. Hay que respetar esas cosas, eso es… antes había abusos de esa clase y de todas las clases: violencia, los maestros te daban palizones. Eso ha sido terrible, pero no solo a mí, sino a nivel de sociedad en España. ¿A cuantos no cogían en una cuneta, les metían 4 tiros y los dejaban ahí? Te quiero decir, dentro de lo malo, mi caso personal ha sido leve. Me acuerdo de otro cura también que no se me olvidará. No voy a decir el nombre, (…) los hechos están ahí. Tenía un chico también que se lo llevaba en el coche (…). Conozco otro cura que hace su trabajo y después lo he visto en los bares buscando chicos profesionales. Pero él ya viene con su dinero al chico, satisface sus deseos y luego se va a su casa. (…) (Experiencias de otras compañeras con abusos) De la mayoría de las compañeras. Te he comentado que antes había abusos en todas partes. Mi padre, porque me daba unos palizones con el cinto que mi madre se metía en medio para defenderme. Pero en los colegios, verbales… abusos antes eran por todas partes. Judiciales, policiales… era por todas partes. (…) No tenías derechos, no tenías ningún derecho en absoluto. Estaba todo castrado."    

 

 

 

 

 

 

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