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BOC Nº 072. Lunes 14 de Abril de 2003 - 1582

IV. ANUNCIOS - Administración Local - Cabildo Insular de Fuerteventura

1582 - ANUNCIO de 27 de marzo de 2003, por el que se hace pública la Resolución de 24 de marzo de 2003, de incoación del expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, a favor de la ermita de San Marcos, situada en Tiscamanita, término municipal de Tuineje.

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De conformidad con lo dispuesto en la Disposición Adicional Primera h) de la Ley 14/1990, de 26 de julio, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas de Canarias; en los Decretos 60/1988, de 12 de abril, y 152/1994, de 21 de julio, sobre traspaso de funciones y servicios de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias a los Cabildos insulares en materia de cultura, deportes y patrimonio histórico-artístico insular; en la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias; y en el Decreto de la Presidencia del Cabildo de Fuerteventura de Delegación de Competencias nº 2.805/01, el Sr. Consejero Delegado ha adoptado lo siguiente:

Primero.- Incoar expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, a favor de la ermita de San Marcos, situada en Tiscamanita, término municipal de Tuineje, isla de Fuerteventura, según la descripción y delimitación que figura en los anexos que acompañan a la presente resolución.

Segundo.- Continuar la tramitación del expediente de acuerdo con la legislación vigente.

Tercero.- Hacer saber al Ayuntamiento de Tuineje que, según lo dispuesto en el artículo 20.1 de la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias, la incoación de expediente para la declaración de bien de interés cultural determinará la aplicación provisional del mismo régimen de protección previsto para los bienes declarados de interés cultural y su entorno, en su caso. Que según el artículo 20.2 de la misma Ley, cuando se haya incoado expediente para la declaración de bienes de interés cultural los Ayuntamientos deberán suspender el procedimiento de otorgamiento de licencias municipales de intervención en los inmuebles, y sus respectivos entornos, así como los efectos de las ya otorgadas. Una vez que se haya producido la declaración de interés cultural, el titular de una licencia cuyos efectos hayan sido suspendidos por motivo de la incoación podrá solicitar el levantamiento de la suspensión según el procedimiento establecido para las autorizaciones previas a que se refieren los artículos 55 y 56 de la citada Ley, y que los bienes declarados de interés cultural, o incluidos en el Inventario de Bienes Muebles, no podrán ser sometidos a ninguna intervención, interior o exterior, sin autorización del Cabildo Insular, previo informe de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 55.1 de la referida Ley.

Cuarto.- Notificar la resolución al Ayuntamiento de Tuineje.

Quinto.- Publicar la resolución en el Boletín Oficial de Canarias, abriendo un período de información pública, a fin de que cuantos tengan interés, puedan examinar el expediente y aducir lo que estimen procedente durante el plazo de 30 días, a cuyo efecto podrá ser examinado por los interesados en el Departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Fuerteventura, Puerto del Rosario, de lunes a viernes de 9,00 a 13,00 horas.

Sexto.- Dar traslado de la resolución al Registro de Bienes de Interés Cultural a los efectos oportunos.

Séptimo.- Notificar la resolución a los interesados y dar traslado de la misma al Pleno de la Corporación en la primera sesión que celebre.

Puerto del Rosario, a 27 de marzo de 2003.- El Consejero de Cultura, Mario Cabrera González.

A N E X O I

Fue a fines del siglo XVII cuando se construyó por los vecinos del lugar, la ermita de San Marcos Evangelista en Tiscamanita, aportando algunos personajes de esa época numerario para su edificación como Luis Herrera, quien lega 200 reales para su construcción.

En su fachada principal, sobre cantería, una inscripción nos recuerda que la hizo Pablo Sánchez de Carmona en 1699. Apellidos que poseían también maestros que intervenían en los edificios de la Villa de Betancuria.

La ermita perteneció desde 1792 a la Parroquia de Tuineje, año en que el Obispo Antonio Tavira Almazán hizo la división parroquial de la isla. Más tarde, a principios del siglo XX, surge en el pueblo de Tiscamanita un fuerte impulso social y económico, originado por una minoría burguesa que produjo grandes cambios en lo social y político. Dentro de este panorama social se produce el desmembramiento, en octubre de 1915, del Pago de Tiscamanita, con los caseríos de la Cañada, el Vínculo, Arrabales y el Pago de Agua de Bueyes, de la Parroquia de Tuineje. Con este nuevo arreglo parroquial de la Diócesis, surge la Parroquia de San Marcos Evangelista en Tiscamanita que funcionó como tal desde 1915 hasta 1985, fecha en la que es de nuevo absorbida por la Parroquia de Tuineje. En ese período de tiempo la ermita de San Marcos Evangelista no varió su fisonomía, manteniendo las mismas modestas dimensiones y sencillez que la habían caracterizado desde su construcción por los vecinos del lugar a fines del siglo XVII.

La actual ermita de San Marcos Evangelista es de nave única cubierta a tres aguas y tejas. La nave cuenta con cuatro ventanas abocinadas realizadas en cantería clara. Presenta dos puertas rematadas en arcos de medio punto; una en el lado sur y otra en la fachada principal, a los pies de la ermita, cuyo arco está labrado con relieve de molduras de baquetón que recorren todo su perímetro, interrumpido por la base y las impostas.

En la parte alta de la fachada principal se abre un pequeño óculo y a los lados entre la intersección del hastial con la cubierta se sitúan sendas espadañas, realizadas en cantería clara; una, al lado correspondiente a la Epístola, más pequeña, en forma de arco de medio punto; y la otra, en el lado correspondiente al Evangelio, de mejor porte y con forma rectangular rematada con un elemento ornamental. Posee un hueco cuya parte superior está formada por un arco de medio punto.

En la cabecera de la nave, al lado del muro de la Epístola, se adosa la Sacristía, cubierta al igual que la nave de la ermita, a tres aguas y tejas.

Todo el edificio se encuentra rodeado de un muro almenado o barbacana con dos vanos orientados igualmente que las puertas de la ermita.

El empleo de estos muros almenados es muy característico en la arquitectura religiosa de Fuerteventura cuyas reminiscencias provienen, probablemente, de la asimilación de formas de la arquitectura popular y también de las circunstancias propias de la isla, azotada a lo largo de los siglos por los ataques berberiscos. Razones defensivas aconsejarían construcciones de este tipo.

Forman parte de la historia de esta ermita los bienes muebles que se relacionan a continuación:

- Nº 1. Copón de plata con tapa rematada en cruz. Siglo XVIII. Anónimo. Medidas: 16 cm de alto. Situado en la Sacristía.

- Nº 2. Cáliz de plata repujada a mano. Siglo XVIII. Anónimo. Medidas: 24 cm de altura. Situado en la Sacristía.

- Nº 3. Cáliz de plata con tapa. Anónimo. Medidas: 16 cm de altura. Situado en la Sacristía.

- Nº 4. Escultura de bulto redondo realizado en madera y policromada que representa a Cristo en la Cruz con peana y calvario. Siglo XX. Anónimo. Medidas: 73 x 34 cm. Situado en el centro del altar mayor.

- Nº 5. Escultura de bulto redondo realizado en madera y policromada que representa al Niño Jesús con túnica blanca. Anónimo. Siglo XIX. Medidas: 34 x 22 cm. Situado en los pies de Santo Domingo, colocado sobre la peana.

- Nº 6. Escultura de bulto redondo en madera y policromada que representa a San Marcos con sus atributos; porta el libro abierto sobre la mano izquierda y en la derecha la palma. A sus pies descansa el león. De factura popular. Siglo XIX. Medidas: 116 x 46 cm. Situado en la hornacina que se abre en el muro del evangelio.

- Nº 7. Escultura de candelero de madera y policromada con paños de tela y estuco que representa a Santo Domingo con sus atributos; porta una maqueta de iglesia y la estrella en la frente. De factura popular. Siglo XIX. Medidas: 109 x 36 cm. Situado en el retablo que está junto al muro de la epístola.

- Nº 8. Escultura de bulto redondo en madera y policromada que representa a San Roque con su perro. Finales del siglo XVII. Medidas: 83 x 26 cm. Situado en la calle derecha del retablo del altar mayor.

- Nº 9. Escultura de bulto redondo realizado en madera y policromada que representa a San Juan Bautista. Popular. Siglo XVIII. Situado en la hornacina superior del retablo mayor.

- Nº 10. Retablo mayor realizado en madera y policromada. Sufrió el cubrimiento de su policromía y dorado, desapareciendo las pinturas que lo decoraban. Consta de un cuerpo principal dividido en tres calles separadas por estípites, en las que se abren hornacinas; se superpone un segundo cuerpo de menor tamaño con una hornacina abierta en la calle central. Remata el conjunto un ático que se recorta en formas onduladas.

- Nº 11. Retablo de Santo Domingo. Realizado en madera y policromada. Consta de dos cuerpos divididos en tres calles separadas por estípites. El cuerpo principal tiene en la calle central una hornacina; las calles laterales están adornadas con motivos vegetales. El segundo cuerpo, de dimensiones más reducidas, se divide también en tres calles, en la central se dibuja el escudo de Santo Domingo y las laterales se decoran con motivos vegetales. Siglo XVIII. Medidas: 500 x 310 x 48 cm. Se ubica en el muro de la Epístola.

- Nº 12. Pila de agua bendita realizada en cantería clara. Presenta la copa decorada con motivos geométricos. Actualmente se encuentra recubierta de pintura. Medidas: 102 cm de alto.

DELIMITACIÓN DEL ENTORNO DE PROTECCIÓN DE LA ERMITA DE SAN MARCOS EVANGELISTA EN TISCAMANITA.

En la delimitación del entorno de protección de la ermita de San Marcos Evangelista se ha tenido en cuenta el entramado del espacio rural del pueblo donde se ubica.

El pueblo de Tiscamanita es uno de los más antiguos de Fuerteventura que surgió en torno al Macizo de Betancuria, cerca de laderas y valles de tierras fértiles. En un principio y como la mayoría de los pueblos de la isla, sería un caserío disperso alrededor de campos de cultivos. A medida que el asentamiento fue creciendo, las casas se fueron agrupando entre cercados y huertos con construcciones aisladas. La ermita se localizaba a las afueras del caserío entre los dos núcleos principales del pueblo; el Lugar de Arriba y el Lugar de Abajo. Pero fue con el cultivo de la cochinilla en el siglo XVIII, cuando Tiscamanita empezó a tener un pasado importante. Allí se establecieron comerciantes como los Peñates, atraídos por el negocio de la grana, comprando terrenos, construyendo viviendas y abriendo un establecimiento que abastecía a otras tiendas de la isla.

En 1860, Tiscamanita poseía 552 habitantes y 159 edificios. Un poco más tarde, se ve favorecida también por el auge económico emprendido por la burguesía agrícola y comercial del Sur con las plantaciones de alfalfa y tomates. En el pueblo se asientan nuevos comerciantes como Matías López que establece una sucursal de su comercio.

En los últimos años del siglo XVIII hasta principios del XIX, en Tiscamanita se construye nuevas edificaciones con estilo urbano. Empiezan a aparecer alineaciones de algunas casas que forman pequeñas calles. Todo este entramado se inserta en una red de caminos constituido por callejones delimitados por muros de piedras y cercados que llegan próximos a la ermita. Ésta se integra en la nueva estructura del pueblo, al rodearse también de muros de piedras que forman cercados.

En la actualidad estos espacios que rodean a la ermita están ocupados en parte con edificaciones nuevas, si bien la distancia de estas construcciones con respecto a la ermita hace que su integridad como monumento no se vea directamente afectada.

La ermita conserva un muro almenado o barbacana que le rodea, manteniendo un espacio abierto entre las paredes del templo y éste, a modo de plaza que la circunda. A su vez, la barbacana está rodeada por calles, cuya distancia crea un espacio suficiente que permite contemplar y apreciar los valores del edificio como monumento.

La delimitación propuesta para el entorno de protección de la ermita de San Marcos Evangelista en Tiscamanita, tiene una superficie de 3.120 m2. El trazado exacto de la delimitación está definido por las coordenadas U.T.M., cuya relación se adjunta en el anexo II, junto a la cartografía.

La descripción literal de esta delimitación es la siguiente: el espacio delimitado se inicia al norte de la ermita, en el punto nº 1 de las coordenadas X 594.398,58 Y 3.136.532,56, situado en el borde externo de la esquina que forman la calle Piteras con la de El Molino. De ahí parte la línea de delimitación que discurre por el borde externo de la calle Piteras hasta llegar al punto nº 2 (coordenadas X 594.350,92 Y 3.136.544,27), coincidente con el borde exterior de la esquina que forman la calle Piteras con la de San Juan. Desde este punto parte una línea recta imaginaria que atraviesa la calle San Juan en dirección oeste hasta su borde exterior coincidente con el punto nº 3 (coordenadas X 594.343,42 Y 3.036.545,58). Desde el punto nº 3, la delimitación discurre por el borde exterior de la calle San Juan en dirección sur, hasta llegar al punto nº 4 (coordenadas X 594.334,63 Y 3.136.509,74), coincidente con el borde exterior de la esquina que forma la calle San Juan y un callejón que sube en dirección oeste. Desde el punto nº 4, parte una línea recta imaginaria en dirección sur, que atraviesa la entrada de dicho callejón hasta llegar al punto nº 5 (coordenadas X 594.335,38 Y 3.136.503,09), coincidente con el borde exterior de la esquina de la calle de San Marcos con un callejón que sube en dirección oeste. Del punto nº 5, la delimitación discurre por el borde exterior de la calle de San Marcos, en dirección este, hasta llegar al punto nº 6 (coordenadas X 594.390,15 Y 3.136.477,64). Desde ese punto parte una línea recta imaginaria que atraviesa la calle de San Marcos en dirección norte, hasta llegar al punto nº 7 (coordenadas X 594.394,93 Y 3.136.487,38), que coincide con el borde exterior de la esquina que forman las calles de San Marcos con la de El Molino. Desde este punto la delimitación discurre en dirección norte por el borde exterior de la calle de El Molino hasta llegar al punto nº 8 (coordenadas X 594.404,61 Y 3.136.530,99). De el punto nº 8, parte una línea recta e imaginaria que atraviesa la calle El Molino hasta llegar al punto nº 1, situado en el borde exterior de la esquina que forma la calle de El Molino con la calle Piteras.

Con esta delimitación la ermita de San Marcos Evangelista en Tiscamanita cuenta con un entorno de protección que permite salvaguardar y preservar para el futuro los valores que han determinado su consideración de monumento, tanto en lo relativo a la propia edificación como a lo concerniente a su entorno inmediato, permitiendo crear un ámbito de protección suficiente que garantice la conservación de la imagen histórica de la ermita y su contemplación en el paisaje que la circunda.- La Técnico de Patrimonio Histórico, Milagros Estupiñán de la Cruz.

Ver anexos - páginas 5645-5646

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