Riesgos ergonómicos

La incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la consecuente posibilidad de desarrollar las actividades laborales en cualquier lugar (hoteles, medios de transporte, restaurantes, salas de reunión, empresas de clientes, bancos, el propio domicilio, etc.) acentúa los riesgos laborales a los que se exponen las personas trabajadoras desde un punto de vista ergonómico, dada la dificultad de mantener unas condiciones de trabajo favorables tanto posturales como ambientales.

Junto a los tradicionales usuarios de pantallas de visualización de datos (PVD) con un único ordenador en un entorno de trabajo fijo, las nuevas formas de organización del trabajo han determinado la conformación de nuevos usuarios de PVD y de nuevos dispositivos electrónicos con pantalla de visualización (ordenador portátil, tableta, PDA, smartphone, etc.).

 

Identificación de los riesgos

- ALTERACIONES VISUALES

La fatiga visual, también conocida como “síndrome de fatiga ocular” o “astenopia”, puede cursar con una serie de síntomas como:

  • Molestias oculares: picor, ardor, sequedad, lagrimeo, etc.
  • Trastornos visuales: visión borrosa, visión fragmentada y diplopía.
  • Síntomas extraoculares: cefaleas, vértigo, molestias cervicales, náuseas.

La fatiga visual, se asocia al uso prolongado de la pantalla. Se han generalizado otros términos para referirse a las alteraciones visuales asociadas con el trabajo ante pantallas, como son:

1. Síndrome del ojo seco (SOS): consecuencia de una falta de lubrificación ocular, bien por una menor secreción de lágrimas o por una evaporación más rápida debida a una alteración en su composición. Los síntomas más frecuentes son: sensación de sequedad, sensación de cuerpo extraño, escozor, visión borrosa y lagrimeo. No obstante, esta alteración se relaciona también con otros factores como la edad o algún tipo de patología previa.

2. Síndrome visual informático (SVI): caracterizado por un conjunto de síntomas como pesadez de ojos, aumento de la frecuencia del parpadeo, lagrimeo, picor, sensación de ardor, enrojecimiento, fotofobia, “halos coloreados” en los caracteres de la pantalla, visión borrosa y visión doble, dolor de cabeza y de ojos.

Por último, no está demostrada la relación del uso de pantallas con el conjunto de problemas visuales relacionados con alteraciones de la refracción (miopía, presbicia, etc.). No obstante deben ser un factor por considerar a la hora de concebir los puestos de trabajo y su organización pues, en este sentido, un error de la refracción no corregido incrementa la probabilidad de fatiga visual. 

 

Recomendaciones:

Para prevenir la fatiga visual se proponen las siguientes medidas preventivas:

  • Correcta ubicación del equipo informático y accesorios: la pantalla, el teclado y los documentos deberán encontrarse a una distancia similar de los ojos para evitar la fatiga visual y los giros de cuello y cabeza. La distancia recomendada de lectura de la pantalla con respecto a los ojos del trabajador será entre 40 y 55 cm. La pantalla deberá estar a una altura que pueda ser visualizada por la persona trabajadora dentro del espacio comprendido entre la línea de visión horizontal y la que se encuentra a 60º por debajo de la misma.
  • Evitar reflejos y deslumbramientos: los puestos de trabajo deberán instalarse de tal forma que las fuentes de luz, tales como ventanas y otras aberturas, los tabiques transparentes o translúcidos y los equipos o tabiques de color claro no provoquen deslumbramiento directo ni produzcan reflejos molestos en la pantalla. Las ventanas deberán ir equipadas con un dispositivo de cobertura adecuado y regulable para atenuar la luz del día que ilumine el puesto de trabajo. La posición más recomendada es colocar la pantalla de forma perpendicular a la entrada de la luz.
  • Condiciones ambientales: se deberán controlar las condiciones ambientales del lugar de trabajo: ambiente térmico, humedad ambiental, calidad del aire interior y, especialmente, las condiciones lumínicas. Es recomendable elegir un buen sistema de iluminación de los puestos de trabajo para conseguir un cierto confort visual y una buena percepción visual, por lo que es preferible que la luz sea natural complementándose con iluminación artificial cuando la primera, por sí sola, no garantice las condiciones de visibilidad adecuadas. 
  • Una adecuada calidad de la pantalla del ordenador: la persona que está teletrabajando deberá poder ajustar fácilmente la luminosidad y el contraste entre los caracteres y el fondo de la pantalla, y adaptarlos fácilmente a las condiciones del entorno. La pantalla deberá ser orientable e inclinable a voluntad, con facilidad para adaptarse a las necesidades del usuario. Podrá utilizarse un pedestal independiente o una mesa regulable para la pantalla. La imagen deberá ser estable, sin destellos, centelleos u otras formas de inestabilidad.
  • Utilización de diferentes dispositivos hardware: entre los dispositivos más utilizados por las empresas en la modalidad de teletrabajo se encuentran: los ordenadores portátiles y de sobremesa, tablet, smartphone y PDA. Existen riesgos específicos concurrentes al uso de los distintos dispositivos:
    • Los ordenadores portátiles favorecen que el área de trabajo se improvise y que la distancia entre la pantalla y la persona usuaria sea inadecuada, aumentando la fatiga visual.
    • La tablet integra la entrada y visualización de datos en una misma pantalla táctil, y el riesgo de fatiga visual está relacionado con sus características: resolución, contraste y brillo. Además, en las pantallas de alta resolución el mayor número de píxeles por pulgada cuadrada permite mostrar caracteres más pequeños y más difíciles de leer, por lo que también puede aumentar la fatiga visual.
    • Riesgo incrementado en el uso de Smartphone y PDA por el menor tamaño de sus pantallas.

A la hora de elegir dispositivo se primará el uso de ordenador portátil, por sus características de fácil transporte, permitir diferentes escenarios de trabajo, etc. pero será conveniente disponer de manera adicional un monitor de gran tamaño (por ejemplo 23” / 16:9) que permita el uso de un escritorio extendido.

  • Realización de pausas: se debe fomentar la realización de pausas para la relajación del sistema ocular. Se recomienda hacer pausas breves, pero frecuentes, de 20 segundos cada 20 minutos. Relajar la vista mirando hacia lugares alejados (más de 5 metros): el cambio de enfoque ayuda a relajar los músculos oculares. 
  • Otras: el bostezo y el parpadeo ayudan a mantener los ojos lubrificados. La palpación disminuye la tensión ocular, para lo cual hay que cubrirse los ojos con las manos y respirar profundamente.

 

- TRASTORNOS MÚSCULO-ESQUELÉTICOS

Los trastornos musculoesqueléticos (TME) de origen laboral son un conjunto de alteraciones de más o menos gravedad que abarcan desde incomodidad, molestias o dolores hasta cuadros médicos más graves. Pueden afectar a estructuras corporales como los músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, nervios, huesos y el sistema circulatorio, y son causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo y los efectos del entorno en el que este se desarrolla.

Los TME aparecen generalmente en la espalda, cuello, hombros y extremidades superiores (en las inferiores se suelen dar con menor frecuencia), y la mayor parte de ellos se van desarrollando con el tiempo,  provocados por el propio trabajo o por el entorno en el que este se lleva a cabo.

A continuación se describen los principales efectos sobre la salud asociados al uso de los nuevos dispositivos:

 

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"Efectos sobre la salud asociadas a personas que utilizan los nuevos dispositivos" (cuadro extraído de la NTP 1150: Riesgos ergonómicos en el uso de las nuevas tecnologias con pantalla de visualización)

Recomendaciones:

Para disponer de un buen diseño ergonómico del puesto de trabajo, se deberán tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Mesa o superficie de trabajo: la determinación de la altura del plano de trabajo es muy importante para la concepción de los puestos de trabajo, ya que si esta es demasiado alta tendremos que levantar la espalda con el consiguiente dolor en los omóplatos, si por el contrario es demasiado baja provocaremos que la espalda se doble más de lo normal creando dolores en los músculos de la espalda. La altura recomendable para las tareas con ordenador es de 68 cm para los hombres y de 65 cm para las mujeres. La mesa debe permitir un espacio suficiente para las piernas y se deben valorar las zonas de alcance para las manos en función de las tareas más frecuentes.
  • Silla: la base de apoyo de la silla debe garantizar una correcta estabilidad de la misma y por ello dispondrá de cinco brazos con ruedas que permitan la libertad de movimiento. Asimismo, el respaldo deberá ser reclinable y su altura ajustable.
  • Teclado: para no provocar cansancio en los miembros superiores, se recomienda sea inclinable e independiente de la pantalla, además es recomendable la utilización de un reposamuñecas.
  • Atril: es muy útil en ciertas tareas, además de ser estable y regulable. Si no se dispone, se recomienda la colocación de los documentos al lado de la pantalla del ordenador y a su misma altura, para evitar giros innecesarios de cabeza.
  • Apoyapiés: los apoyapiés tienen un papel importante, siempre que no se disponga de mesas regulables en altura, ya que permiten evitar posturas inadecuadas. Es aconsejable asimismo que la superficie de apoyo de los pies sea de material antideslizante, resistente y que tengan una cierta inclinación.

 

Además de disponer de un mobiliario adecuado y configurar correctamente el puesto de trabajo, se recomienda:

  • Promover acciones para reducir el tiempo delante del ordenador o dispositivo. Concienciar sobre gestión de tiempos y tareas para su alternancia.
  • Promover cambios posturales: empleo del teléfono móvil caminando, reuniones activas, etc. Se recomienda que al menos cada 30 minutos de postura sentada se cambie 2 minutos a posición de pie, o bien promover cambios posturales alternando cada 30 minutos posturas de pie y sedentes.
  • Facilitar programas que avisen de la necesidad de realizar las pausas.
  • Realización de pausas preferiblemente activas.
  • Formar e informar sobre las posturas inadecuadas y promover la adopción de posturas adecuadas.

 

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Bibliografía: