A priori, ningún “método”, procedimiento, técnica o instrumento puede ser considerado el mejor. Bajo este panorama cobra especial importancia la labor técnica de analizar y comparar los diversos “métodos”, técnicas e instrumentos, teniendo en cuenta su abanico de ventajas e inconvenientes (Inspección de Trabajo y Seguridad Social, 2012). Para entender la diferencia entre “método”, procedimiento, técnica o instrumento véase en el siguiente enlace el documento “Algunas orientaciones para evaluar los fact�ores de riesgo psicosocial, INSST 2015 (ap.3.2.I)”.
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La elección dependerá sobre todo de los factores concretos que se tengan que evaluar (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 2005), pero también de la respuesta a una serie de condicionantes: objetivos que se persiguen, características del colectivo a evaluar, posibilidades de desarrollo etc.
En cualquier caso, es frecuente, en una misma evaluación de factores psicosociales, la utilización de varios “métodos”, técnicas y / o instrumentos, siendo, en muchos casos, la combinación de información de tipo tanto cuantitativo como cualitativo la elección más adecuada (Inspección de Trabajo y Seguridad Social, 2012; Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 2005). En este punto adquiere suma importancia el concepto de triangulación, explicado de manera específica en este espacio web.
Debe tenerse en cuenta que, de acuerdo con lo previsto en el artículo 33 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, el empresario deberá consultar a los representantes de los trabajadores, o a los propios trabajadores en ausencia de representantes, acerca del procedimiento de evaluación a utilizar en la empresa o centro de trabajo (art. 3.2 del R.D. 39/1997).
Fuente principal: Algunas orientaciones para evaluar los factores de riesgo psicosocial (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015).