Esta ruta puede realizarse libremente por los visitantes a través del dominio público costero. La ruta es de gran dificultad debido al tiempo de duración, aproximadamente 5 horas, y a lo abrupto del terreno. Se recomienda comenzar ruta por la zona norte (playa de la Madera), que es menos transitada. Se realiza bordeando la costa y se pueden observar los procesos de formación de playas, estructuras geomorfológicas, acantilados y zonas intermareales, además de la fauna y flora asociada. La costa que se observa en esta ruta ha sido creada por las erupciones de 1730-36 y 1824, que han configurado una forma más convexa en el litoral localizado entre el Caletón de las Ánimas y El Janubio que la existente antes de las erupciones. A lo largo del camino se pueden observar grandes contrastes entre las lavas negras y las manchas de vegetación de los islotes, zonas elevadas y por ello no tapadas por las erupciones. El tabaibal dulce es el matorral xerófilo que caracteriza estos parajes por su capacidad no sólo de soportar la aridez del clima sino también la influencia de la maresía. El visitante debe tener en cuenta que transita por un ecosistema ecológicamente muy frágil, con lo que es preciso tener especial cuidado de no causar daños a los recursos naturales. No olvide, además, llevar calzado y ropa adecuada, ir provisto de agua y alimento, y recoger la basura generada.