Coautor del edificio, Cano dirigió una visita guiada el sábado 12 de octubre que se enmarca en los actos del 50 aniversario del Parque Nacional de Timanfaya
“Este edificio nace del volcán y da valor al volcán”. Así definió el director y conservador del Parque Nacional de Timanfaya la esencia del Centro de Visitantes e Interpretación de Mancha Blanca, sede de las actividades del 50 aniversario del parque lanzaroteño y premiada obra arquitectónica concebida en 1989. “Esta construcción es un ejemplo de que el ser humano y la naturaleza pueden convivir en armonía”, añadió.
Cano Lasso, recorrido entre la arquitectura y el paisaje fue el título de la segunda conferencia que el parque ha desarrollado en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Lanzarote dentro de la Semana de la Arquitectura que se celebra estos días en la isla.
Treinta años después de estar “subidos a los bulldozer”, recomponiendo la huella que dejaron en la colada lávica tras encajar el edificio, Alfonso Cano volvía a encontrarse con Lanzarote y con la obra arquitectónica que proyectó en 1989 junto a Myriam Abarca, Benjamín Cano, Jorge Corella, Eduardo Cosin y Paco Fariña, un grupo de amigos y jovencísimos arquitectos que decidió apostar fuerte por una idea: “No contemplamos la arquitectura como contaminación visual, creemos que debe colaborar con el paisaje y enriquecerse mutuamente”. Ese fue el fundamento de su proyecto.
La relación arquitectura-naturaleza fue uno de los ejes fundamentales en el pensamiento de su padre Julio Cano Lasso, Medalla de Oro de la Arquitectura y autor de obras tan relevantes como las viviendas sociales de Vite (Santiago de Compostela), la Central de Comunicaciones de Buitrago o su propia vivienda-estudio en La Florida, “una casa que pretende estar viva” y donde se aprecia cómo el paso del tiempo activa y mejora la arquitectura, igual que sucede en el Centro de Visitantes de Mancha Blanca, cuyos pequeños oasis de vegetación y agua han servido como bebedero de algunos de los pájaros de la zona o cuyos materiales metálicos se han ido oxidando, como las rocas, con el transcurso de los años.
“Lanzarote es un lugar con una fuerza impresionante” y la localización del Centro, “un encrespado mar de lava”, fue “un reto absoluto”. La extraordinaria topografía planteaba grandes diferencias de cota. Las maquetas ayudaron al equipo a pensar “cómo calibrar el edificio para conseguir que en unas partes quedase abrumado por el malpaís y en otras, emergiera”. Otro reto fue diseñar un espacio de gran superficie que armonizara con la tradición arquitectónica de la isla, “que se define por su naturalidad”.
Durante su investigación, hablaron con maestros de los oficios tradicionales de la isla. Los pedreros les ayudaron con la textura de los muros y les ilustraron en el arte de la fabricación en piedra seca, que consiste en construir apilando rocas sin usar ningún aglutinante. El último constructor de molinas de viento les enseñó sus ensamblajes de madera y técnicas de carpintería. Los caldereros que trabajaban en el Puerto de Arrecife construyeron el rodamiento de la puerta que permite salir al mirador. “Aprendimos un montón de ellos”, recordó Cano.
Usaron muy pocos materiales y con “muy poca transformación”: aceros naturales, madera de pino de riga… Las cubiertas son también de lava, de tal forma que en una vista aérea el edificio sólo muestra un borde blanco. La lava es omnipresente. “Hicimos un catálogo de encuentros entre el edificio y el mar de lava”, explicó Cano. En uno de ellos generaron la ilusión de que un ventanal está en riesgo por el avance de la colada. En el mirador, el pavimento interior sale al exterior y el brazo de lava casi entra en el edificio.
“La acogida fue excelente, consiguió rápidamente el reconocimiento de la crítica”. El Centro fue portada de la revista japonesa A+U, optó al Premio Antonio Camuñas y fue seleccionado en 1993 para la III Bienal de Arquitectura Española. Este edificio, con exposiciones y material esencial para que el visitante entienda el vulcanismo reciente de Lanzarote, abre al público todos los días de 9:00 a 16:00, excepto los festivos nacionales.
La conferencia de Alfonso Cano está disponible en el canal de YouTube del Parque Nacional de Timanfaya.