Refrigerantes
En la mayoría de los países en desarrollo, el sector más grande que aún sigue empleando sustancias que agotan la capa de ozono (SAO) es el de mantenimiento de equipos de refrigeración y aire acondicionado, donde los CFC y HCFC se utilizan como refrigerantes en los circuitos de enfriamiento. Las SAO se emplean como refrigerantes en los sistemas de refrigeración y aire acondicionado y en los de bombas de calor.
Los refrigerantes CFC se están reemplazando gradualmente por otras sustancias, que son menos nocivas para la capa de ozono, por ejemplo: refrigerantes HCFC (PAO y PCG>0), refrigerantes HFC (PAO=0 pero PCG>0) y refrigerantes hidrocarburos (PAO y PCG=0). Muchos refrigeradores domésticos emplean CFC-12. Los sistemas de refrigeración comercial que se usan para exhibir y almacenar alimentos frescos y congelados pueden utilizar como refrigerante: CFC-12, R-502 (mezcla de CFC-115 y HCFC-22) o HCFC-22. Los sistemas de refrigeración y aire acondicionado que se emplean en los recipientes para el transporte en ruta y en ferrocarril y en los barcos de carga o de pasajeros pueden contener CFC-11, CFC-12, CFC-14, HCFC-22 o mezclas que contienen los CFC siguientes: R-500 (mezcla de CFC-12 y HFC-152a) y R-502 (mezcla de CFC-115 y HCFC-22).
Los sistemas de aire acondicionado y de bombas de calor para edificios pueden contener grandes cantidades de HCFC-22, CFC-11, CFC-12 o CFC-114 como refrigerantes. La mayoría de los automóviles antiguos utilizan con frecuencia refrigerantes CFC para sus sistemas de aire acondicionado. Muchos de los refrigerantes utilizados para sustituir el CFC-12 están basados en mezclas que contienen HCFC.
Agentes espumantes
Con anterioridad a los controles regulatorios, el CFC-11 era el agente espumante más común en la fabricación de espumas de poliuretano, fenólicas, de poliestireno y poliolefínicas. Las espumas se emplean en una amplia variedad de productos y para el aislamiento. El CFC-11 se está reemplazando progresivamente con HCFC-141b o con sustancias alternativas que no agotan la capa de ozono.
Solventes de limpieza
El CFC-113 se ha usado ampliamente como solvente de limpieza en los procesos de producción en los que se arman productos electrónicos, en la limpieza de precisión y en el desengrase general de metales durante la fabricación. También se emplea en la industria textil para la limpieza en seco y para la limpieza de manchas. Otros solventes que agotan la capa de ozono incluyen el metilcloroformo y el tetracloruro de carbono.
Propulsores
El CFC-11 y el CFC-12 fueron usados ampliamente como propulsores de aerosoles porque no son inflamables, no son explosivos y no tienen propiedades tóxicas. El CFC-14 se ha usado para distribuir productos que contienen alcohol. CFC-113 se ha usado y se usa en aerosoles destinados a la limpieza. Se pueden producir en forma altamente pura y son buenos solventes.
Los productos que vienen en aerosol incluyen lacas, desodorantes, espumas de afeitar, perfumes, insecticidas, limpiavidrios, limpiahornos, productos farmacéuticos, productos veterinarios, pinturas, gomas, lubricantes y aceites.
A mediados de los años 70, la utilización de propulsores CFC en productos en aerosol representaba el 60 por ciento de todo el CFC-11 y CFC-12 usado en el mundo. A finales de los años 70, los países comenzaron a prohibir o restringir la utilización de los CFC en los productos en aerosol.
Esterilizantes
Las mezclas de CFC-12 y óxido de etileno se usan en la esterilización médica. El compuesto de CFC reduce la inflamabilidad y el riesgo de explosiones que presenta el óxido de etileno. La mezcla más común contiene 88 por ciento en peso de CFC-12 y se conoce comúnmente como 12/88. El óxido de etileno es particularmente útil para esterilizar objetos que son sensibles al calor y a la humedad, como por ejemplo catéteres y equipos médicos, que usan fibra óptica.
Extintores de incendio
Los halones y los HBFC fueron usados ampliamente como extintores de incendio y en la mayoría de los casos se los reemplaza por espumas o dióxido de carbono.
Fumigantes
El bromuro de metilo ha sido y es usado extensamente como plaguicida para la fumigación del suelo con el propósito de proteger las cosechas y prevenir pestes. También se emplea en las aplicaciones exentas para cuarentena y preembarque, tal como veremos en el punto correspondiente a las exenciones para el uso y la producción de SAO.
Materias primas
El HCFC y el tetracloruro de carbono se emplean comúnmente como materias primas en síntesis químicas. El tetracloruro de carbono se usa como agente de proceso para la producción de otros productos químicos. Las SAO que se usan como materias primas no suelen liberarse a la atmósfera y por ende no contribuyen al agotamiento de la capa de ozono.