Sustancias que agotan la capa de ozono

El ozono se encuentra en pequeñas cantidades en nuestra atmósfera, si bien su presencia en las capas alta de la atmósfera es vital para la vida en la tierra en la troposfera es un contaminante para la salud y el medio ambiente.

Gran parte del ozono se ubica en la parte superior de la atmósfera llamada estratósfera, a más de 10 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. El 90% del ozono atmosférico se ubica en la “capa de ozono” que nos protege de los rayos ultravioletas dañinos que emite el sol.

A mediados de la década de 1970 se comprobó que algunos de los productos químicos producidos por el ser humano destruían el ozono, agotando la capa de este componente. Como consecuencia, aumenta la radiación ultravioleta en la superficie terrestre, lo que puede resultar en un aumento de la incidencia del cáncer de piel y cataratas.

Los investigadores profundizaron sus estudios para una mejor comprensión sobre el problema del agotamiento de la capa de ozono. Estaciones de monitoreo de la atmósfera descubrieron el aumento de la presencia de sustancias químicas agotadoras de la capa de ozono (SAO). Este fenómeno se relaciona con el aumento de la producción de sustancias químicas tales como clorofluorocarbonos (CFCs) que se usan en refrigeración, aire acondicionado, aerosoles y en la industria de la limpieza. Mediciones realizadas en laboratorios y en la atmósfera han identificado las reacciones químicas que destruyen el ozono. Por medio de datos numéricos es posible calcular el nivel de agotamiento de ozono sufrido hasta el momento y predecir daños futuros.

Observaciones realizadas en la capa de ozono han demostrado que su pérdida está efectivamente ocurriendo. Y se ha determinado que la destrucción más severa se localiza sobre la Antártida, conocida como el “agujero de ozono”. También se ha observado el adelgazamiento de la capa de ozono en otras regiones del mundo como en el Ártico y en latitudes medias del hemisferio norte.

La labor de científicos de diferentes partes del mundo ha contribuido para establecer una base sólida y científica para un mejor entendimiento del proceso de agotamiento de ozono. Gracias a ello, ahora sabemos que el ozono se está agotando efectivamente y cuáles son sus causas. Lo que es más importante, es que se ha descubierto que de continuar el aumento de la presencia de sustancias agotadoras de ozono, la capa de ozono estará aún más dañada.

Respondiendo a este problema, los gobiernos de los diferentes países del mundo han firmado en 1987 el Protocolo de Montreal como una medida global para hacer frente a este problema que afecta a todas las personas del mundo. Gracias al cumplimiento de las normas establecidas en dicho Protocolo, sus enmiendas y ajustes, controlando el uso de las sustancias químicas, sumado al desarrollo industrial de sustancias sustitutas “no agotadoras de ozono”, la acumulación de gases agotadores de ozono se ha frenado e incluso disminuido. Esto ha reducido el riesgo de futuros daños a la capa de ozono. Debemos continuar con la aplicación del Protocolo para recuperar la capa de ozono hacia fines del siglo XXI.

Actualmente, el día 16 de septiembre de cada año se celebra el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono, para conmemorar la firma del Protocolo de Montreal.