Contaminantes orgánicos persistentes

Los contaminantes orgánicos persistentes son productos químicos (COP) que poseen ciertas propiedades tóxicas y que, contrariamente a otros contaminantes, son resistentes a la degradación. Los COP son especialmente perjudiciales para la salud humana y para el medio ambiente. Las características que definen a estos contaminantes son las siguientes:

  • Persistencia
  • Bioacumulación
  • Toxicidad
  • Capacidad para ser transportado a largas distancias hasta regiones donde nunca fueron utilizados ni producidos.

Los primeros 12 COP que se regularon en el ámbito internacional de forma expresa son conocidos como “la docena sucia”, del término en inglés “dirty dozen”, y fueron los que se incluyeron en el Convenio de Estocolmo cuando se firmó en 2001. Posteriormente se han ido incluyendo otras sustancias tanto en el Convenio de Estocolmo como en el Reglamento (CE) Nº 850/2004, el cual incorpora a la legislación europea los compromisos establecidos en el Convenio de Estocolmo y en el Protocolo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes adoptado en Aarhus (Dinamarca) en 1998.

Los COP pueden dividirse por su origen y su uso en tres grupos:

1) Sustancias COP en productos de uso fitosanitario y/o biocida.

2) Sustancias COP en productos de uso industrial.

3) Sustancias COP que se emiten de forma no intencional en procesos.

Los Estados firmantes se comprometían a promover las mejores técnicas disponibles y las mejores prácticas ambientales para identificar, reemplazar y prevenir tanto los COP existentes como los que pudieran desarrollarse en un futuro.