Consecuencias de la contaminación lumínica

Daños sobre la biodiversidad: desorientación y deslumbramiento de especies animales, como ocurre con muchas aves de actividad nocturna, entre ellas las pardelas, desaparición de especies de insectos y polinizadores de afinidad nocturna en la zona iluminada, aparición masiva de insectos fotófilos, desequilibrios en la cadena trófica de especies que se ven perjudicadas por la luz para cazar.

Daños sobre la salud humana: el cuerpo humano necesita el descanso para regenerar y mantener el buen funcionamiento cerebral, y por lo tanto de todas las funciones vitales. La oscuridad de la noche permite la generación de melatonina que regenera las células corporales. La presencia de luz impide su segregación, dificulta la recuperación celular, y puede desembocar en la presencia de graves enfermedades.

Pérdida del derecho a disfrutar del cielo nocturno. El derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado, también incluye el disfrute de la bella visión del firmamento. En las ciudades, cada vez resulta más difícil identificar las estrellas, e incluso la vía láctea se ha hecho casi imperceptible en la mayoría de los núcleos urbanos. Por añadidura, el efecto transfronterizo de la contaminación lumínica puede llegar a afectar a zonas alejadas de los núcleos habitados, y suponer una merma de la calidad en zonas rurales o en espacios naturales.