Generacion de residuos domésticos

Al igual que las políticas de gestión de residuos se basan en las ya conocidas como “tres erres”, la actuación como ciudadanos debe también cumplir esa premisa, sin olvidar que el mejor residuo es el que no se genera. A partir de estas ideas, la principal contribución ciudadana en materia de residuos pasa por un consumo responsable. Ello implica consumir menos, eligiendo consumir sólo lo necesario y siendo consciente de cómo influye la publicidad en la creación de necesidades superfluas. Hay que tener en cuenta que muchos de los productos que adquirimos se convierten en un residuo tras un solo uso. En otros casos, generan varios tipos de residuos que pueden suponer un volumen superior al del producto comprado.

 

En materia de residuos, un consumidor responsable debe tener en cuenta, entre otros, los siguientes aspectos:

  • Evitar los productos de usar y tirar, como platos, vasos, cubiertos, manteles, pañuelos de papel, etc.
  • Evitar los envases y embalajes innecesarios. Dar preferencia a productos a granel frente a los excesivamente envasados.
  • Consumir productos envasados de mayor capacidad, evitando los de uso mini o individualizado.
  • Comprar bebidas preferentemente en envases de vidrio retornables.
  • Llevar su propio carro de la compra o bolsa de lona o malla. En última instancia, reutilizar las bolsas que ya te han dado y rechazar las bolsas que no necesitas, aunque insistan en regalarlas. Insistir al dependiente en que le envuelvan los objetos que ha comprado, salvo que sea imprescindible.
  • Utilizar bolsas de basura de plástico reciclado o bolsas compostables fabricadas con almidón de maíz en vez de plástico.
  • Utilizar los sistemas de recogida selectiva de envases ligeros.
  • Utilizar los sistemas de recogida selectiva del vidrio.
  • Comprar papel reciclado.
  • Reciclar los residuos de papel y cartón que genera.
  • Guardar los papeles de regalo para usarlos de nuevo.
  • Utilizar las dos caras de una hoja de papel cuando escribe.

 

Gestión de los residuos domésticos:

La gestión de los residuos que se generan en el hogar, requiere de una serie de hábitos cotidianos sencillos que implican la separación en origen. Para que su tratamiento posterior sea eficaz, los residuos deben estar perfectamente clasificados y separados. Para ello, cada ayuntamiento dispone de contendores especiales donde depositar los diferentes tipos de residuos. En la tabla siguiente se detalla los diferentes residuos y su depósito en el contendor correspondiente:

  CONTENEDOR AZUL: PAPEL Y CARTÓN
NO
Folios, papel de regalo
Folletos
Revistas, periódicos
Cartón (envases de galletas, cereales, tabaco…)
 
Papel sanitario (papel higiénico, servilletas, kleenex…)
Papel o cartón con restos orgánicos
CONTENEDOR AMARILLO: ENVASES
NO
Envases metálicos (latas bebida, conservas…)
Envases brick (leche o zumos…)
Envases plástico (botellas aguas o zumos, bandejas de alimentos, detergentes, champús…)
 
Plástico que no sea envase (cubos, juguetes, pañales…)
IGLÚ VERDE: VIDRIO
NO
Botellas, tarros (conservas, potitos…)
Frascos (cosméticos, perfumes…)
Frascos de medicinas
Cerámica, porcelana, copas
Restos ventanas, espejos
Bombillas, tubos fluorescentes
 
PUNTOS LIMPIOS 
Papel, cartón, tetrabriks, vidrio, PVC y otros plásticos
Metales (somieres, electrodomésticos,...), madera
 Tubos fluorescentes, bombillas
 Pinturas, barnices
Material inerte procedente de pequeñas obras domésticas (hasta un máximo de 250 Kg por entrega y día)
 Restos vegetales, aceites de cocina, frigoríficos
Aceites usados y baterías de automóviles, pilas
 Medicamentos, sprays, y radiografías
Aparatos electrónicos y sus componentes (tóner, cartuchos de tinta de impresoras…)