Los productos certificados son aquellos que han sido fabricados en un proceso que cumple con una determinada norma de certificación. Este tipo de productos se distinguen por un etiquetado alusivo a la certificación correspondiente, la cual puede acreditar, por ejemplo, que durante el proceso de producción se ha actuado con medidas respetuosas con el medioambiente (como la certificación medioambiental ISO 14000) o que el canal de comercialización garantiza un precio justo a los productores primarios (certificación de comercio justo). La producción ecológica de alimentos es un tipo concreto de producción ambiental certificada.

Existen diferentes tipos de certificaciones según el aspecto que se quiera acreditar. Un mismo producto puede estar certificado para dos o más ámbitos. Así por ejemplo, un alimento puede estar certificado como ecológico (producido según la normativa de producción ecológica) y de comercio justo (producido y comercializado garantizando que el agricultor ha recibido un precio justo por su cosecha).

Consumir productos certificados, implica tomar en consideración aspectos clave como las materias primas empleadas, el proceso de elaboración o las condiciones laborales de los productores, más allá del precio final que pagaremos por el producto.