Como ciudadanos no siempre tenemos constancia de cómo repercute la actividad cotidiana de la población sobre el entorno natural. Los hábitos de consumo en el hogar pueden ser más o menos perjudiciales para el medio ambiente según sea nuestra actuación. Aspectos imprescindibles en nuestra sociedad y tan íntimamente ligados a la vida diaria como el consumo de agua y electricidad o la generación de residuos domésticos tienen una poderosa influencia en la salud del Planeta.
La sostenibilidad ambiental de los hogares puede inscribirse en los siguientes ámbitos:
Para cualquiera de ellos, existe una serie de normas o medidas consideradas como buenas prácticas ambientales que podemos llevar a cabo de forma sencilla y eficaz. Al mismo tiempo, algunas de las medidas medioambientalmente sostenibles, lo son también en el plano económico.