Consumo de agua en el hogar

El agua es un bien escaso en una región como Canarias, con características particulares climáticas y recursos limitados. A escala nacional, los indicadores revelan una reducción en el consumo de agua en hogares en los últimos años. Según datos del Ministerio de Medioambiente, Medio Rural y Marino, el consumo medio de agua de los hogares se situó en 160 litros por habitante y día, en el año 2006; frente a los 166 litros por habitante y día registrados en 2005. Según la ONU, el consumo de agua medio recomendado por persona y día es de 80 litros.

La aplicación de medidas sencillas y un poco de sentido común reduce el consumo de agua sin demasiado esfuerzo, y la repercusión en la factura del agua tampoco es depreciable.

 

Medidas de ahorro de agua en el hogar:

Generales

  • Cerrar levemente la llave de paso de la vivienda ahorra una gran cantidad de agua diariamente, sin que apenas se aprecie diferencia de caudal.
  • Reparar los grifos o ducha que gotean o cambiarlos por sistemas monomando supone un ahorro medio de 170 litros de agua al mes.
  • Instalar dispositivos de ahorro en los grifos y duchas supone reducir el consumo en casi un 50%.

Cocina

  • Se aconseja utilizar siempre la lavadora y el lavavajillas con la carga completa y el programa adecuado.
  • Lavar a mano consume un 40% más de agua.

Baño

  • Se aconseja utilizar un vaso para lavarse se los dientes, llenar moderadamente el lavabo para lavarse la cara, las manos o afeitarte. Nunca dejar el grifo abierto (ahorro de 12 litros al minuto).
  • No utilizar el inodoro como cubo de basura (ahorro de 6-12 litros cada vez).
  • Instalar una cisterna de doble descarga (ahorro de un 50%).
  • Mejor tomar una ducha en lugar de un baño, y cerrar el grifo durante el enjabonado (ahorro medio de 150 litros cada vez).

Jardines y plantas

  • Regar las plantas y el jardín al anochecer o amanecer (se pierde menos agua por evaporación).
  • Instalar sistemas de riego automáticos, por goteo o aspersión.
  • Seleccionar las plantas que se adecuen al microclima del jardín, preferentemente plantas autóctonas, pues sólo se necesitará una pequeña aportación de agua en los meses cálidos.
  • Agrupar las plantas según su consumo de agua para facilitar la economía del sistema de riego.
  • Utilizar plantas tapizantes en lugar de césped.
  • Instalar un circuito de agua recirculada para fuentes y estanques.