La población reclusa ha aumentado un 3% respecto al año 2017, con un total de 3.307 personas frente a las 3.206 del año anterior. En 2018 si nos fijamos en la distribución por situación procesal-penal, el 85% de la población reclusa tiene penas de prisión, el 13% son preventivos y el 2% son otros penados (penados con preventiva y medidas de seguridad).