Se considera que un alumno o alumna presenta Necesidades Específicas de Apoyo Educativo por «alta capacidad intelectual» cuando maneja y relaciona de manera simultánea y eficaz múltiples recursos cognitivos diferentes, de tipo lógico, numérico, espacial, de memoria, verbal y creativo, o bien destaca especialmente y de manera excepcional en el manejo de uno o varios de ellos.
La sobredotación intelectual hace referencia a las características personales de un alumno o alumna que, con una edad situada en torno a los 12-13 años o superior, dispone de un nivel elevado (por encima del centil 75) de recursos en capacidades cognitivas y aptitudes intelectuales como razonamiento lógico, gestión perceptual, gestión de memoria, razonamiento verbal, razonamiento matemático y aptitud espacial.
Para considerar superdotado a un alumno o alumna se requiere, además, que el perfil aptitudinal anterior vaya acompañado de una alta creatividad (por encima del centil 75).
Un estudiante talentoso simple muestra una elevada aptitud o competencia en un ámbito específico, como el verbal, el matemático, la lógica o la creatividad, entre otros. Para ello, es necesario que se encuentre por encima del centil 95 en razonamiento matemático, razonamiento verbal, razonamiento lógico o creatividad, respectivamente, pudiéndose señalar otros talentos simples como el social, el musical o el deportivo.
La combinación de la aptitud verbal con la aptitud lógica y la gestión de la memoria, todas ellas por encima del centil 85 dan lugar a un talento académico.
La combinación de la aptitud creativa, espacial y perceptiva, todas ellas por encima del centil 80 dan lugar a un talento artístico.
La combinación de distintos talentos simples entre sí o la combinación de cualquiera de las categorías anteriores con uno o varios talentos simples dan lugar a los talentos complejos o mixtos.
Se considera que un alumno o alumna es sobredotado intelectualmente cuando dispone de un nivel elevado en las aptitudes intelectuales como razonamiento lógico, gestión perceptual, gestión de memoria, razonamiento matemático y aptitud espacial, y tiene una edad en torno a los 12-13 años o superior. Se considera además, que estamos ante un alumno o alumna superdotado cuando al perfil aptitudinal anterior, le acompaña una alta creatividad.
La precocidad no es tanto un fenómeno intelectual como evolutivo. Implica un ritmo de desarrollo muy rápido durante las primeras etapas de la infancia, pero no necesariamente un nivel de habilidades intelectuales superior al final del desarrollo (12-13 años).
De este modo, los alumnos o alumnas precoces suelen manifestar un mayor número de recursos intelectuales que sus compañeros y compañeras mientras estos recursos están en período de desarrollo pero, acabada la maduración, su capacidad intelectual es normal. Su precocidad suele ser más manifiesta cuantos más jóvenes son.
La precocidad se distingue de los dos conceptos expuestos previamente, ya que es un fenómeno fundamentalmente evolutivo, mientras que la superdotación intelectual, la superdotacióny el talento son fenómenos cognitivos estables a lo largo de la maduración.
Desde el ámbito de la atención a la diversidad y de la atención al alumnado con Necesidades Educativas Especiales, que propugna el Sistema Educativo vigente, a estos alumnos y alumnas se les debe identificar para ofrecerles la respuesta educativa más adecuada a sus capacidades. La identificación del alumnado con Altas Capacidades implica un conjunto en el que deben intervenir tanto la familia como el centro escolar y los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógicos, cada uno de ellos con aportaciones específicas
Sería conveniente resaltar los dos ámbitos desde los que se pueden identificar, en un primer momento, al alumnado con un perfil de Altas Capacidades:
A continuación se ofrecen algunas características que servirán de ayuda para identificar a un niño o niña con posibles Altas Capacidades en los primeros años de su escolaridad, aunque se deberá tener en cuenta que no siempre conlleva determinación:
(Adaptación de la Escala de Observación para Padres/Madres de M.ª Dolores Prieto, 2000).
Una vez identificado el alumno o alumna con Altas Capacidades se puede pensar que no tiene ninguna necesidad especial, que puede aprender solo, que es socialmente independiente, maduro y que no precisa de ayuda, pero esto puede no ser cierto ya que no deja de ser un niño o niña, un adolescente... como cualquier otro de su edad.
Se debe ser consciente de que no hay dos alumnos o alumnas de Altas Capacidades iguales; por lo tanto, sus necesidades requerirán de respuestas diferenciadas. Este alumnado tiene necesidades educativas pero también sociales y emocionales que van a depender de cada persona, de su edad, del contexto y del momento concreto.
Necesita alcanzar progresivamente el control sobre lo que aprende, participando muy activamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Entre sus necesidades destacarán las siguientes:
Necesita un clima social abierto donde realizarse, satisfacer sus intereses, sentir que es aceptado, poder confiar en sus profesores y profesoras, padres y madres, compañeros y compañeras, compartir sus ideas y sus dudas, y todo ello en un ambiente de respeto y comprensión .
Necesita, en primer lugar, el afecto y el amor de sus padres y madres, al igual que cualquier otro miembro de la familia. El contacto familiar tanto verbal como físico es imprescindible: un hijo o hija con Altas Capacidades necesita del cariño de los suyos de igual manera que cualquier otro chico o chica de su edad.