La Cooperación para el Desarrollo y la Solidaridad se ha convertido en una demanda social derivada de la necesidad de justicia, igualdad y libertad en el marco de los Derechos Humanos. Esta área temática está al servicio del cuidado de las personas y del planeta, y contribuye al desarrollo de competencias sociales y ciudadanas, promoviendo una cultura participativa del alumnado desde la educación en valores. Además, permite diseñar contextos de aprendizajes curriculares que faciliten autoconocimiento, (capacidad de reflexión y conocimiento respecto a los valores), la propia forma de ser, pensar y sentir (diálogo, comprensión crítica, capacidad para escuchar e intercambiar opiniones razonadas y motivadas; y la transformación del entorno, como la capacidad para actuar con implicación y compromiso ante los problemas sociales desde la acción colectiva.
El área de Cooperación para el Desarrollo y la Solidaridad sirve como medio para sensibilizar e impulsar acciones proactivas por parte del alumnado y del profesorado que fomenten la empatía, la igualdad, la solidaridad y el respeto. Estas acciones, que emergen desde la escuela, deben empezar por los más pequeños, de forma que, con carácter inmediato, reviertan en el conjunto de la comunidad educativa y posteriormente con motivo de la sinergia que se genere, en el conjunto de la sociedad.
Los centros educativos que priorizan este eje continuarán o iniciarán medidas que contribuyan a los siguientes objetivos:
- Sensibilizar y concienciar a la comunidad educativa sobre la importancia de la solidaridad, el respeto y la empatía como valores básicos para la convivencia y el cuidado de las personas.
- Fomentar las prácticas solidarias y de cooperación del alumnado que contribuyan a despertar una conciencia colectiva ante la necesidad de paliar las desigualdades económicas, sociales y culturales.
- Reconocer e identificar los sistemas de opresión que someten a las personas para promover el respeto y el valor de las libertades individuales y culturales incluyendo una perspectiva desde el feminismo interseccional.
- Fomentar la interculturalidad para el enriquecimiento y desarrollo personal, tomando como referencia la dimensión solidaria y la educación para el desarrollo.
- Propiciar la cooperación entre centros educativos y ofrecer espacios de aprendizaje colaborativo a través del intercambio de experiencias vitales, reales y cercanas que propicien en el aprendizaje y en la adquisición de competencias cognitivas, procedimentales y actitudinales en el alumnado, así como un avance sustancial en la formación del profesorado.
- Promover el pensamiento crítico y una actitud proactiva ante la desigualdad social y económica, la pobreza y los fenómenos migratorios, generando proyectos y tareas, que compartidas, contribuyan a la participación activa de la ciudadanía para combatir la aporofobia y la xenofobia.
- Promover el diseño y la puesta en práctica de proyectos interdisciplinares donde, a partir de la temática elegida se establezcan conexiones entre las distintas áreas curriculares.
- Conectar el trabajo de los ejes desarrollados en los centros educativos con el resto de la comunidad: familias y entidades sociales de la comunidad, permitiendo la sostenibilidad y una evolución adecuada y permanente de los proyectos.