Es un principio el reconocimiento de la actividad física y el deporte como derecho de toda la ciudadanía, necesario para su bienestar físico y mental, cohesión social, sentido de implicación, de pertenencia y de desarrollo comunitario que desde la Ley 1/2019, de 30 de enero, de la Actividad Física y el Deporte de Canarias  debe sustentar y ser la base de la promoción de la RSD en el desarrollo de objetivos, planteamiento de medidas y dinamización de acciones en todos los ámbitos, contextos, instituciones y entidades que en Canarias colaboran en su desarrollo sostenible desde el deporte .

Tomando como referencia este principio:

• Tenemos presente que la actividad física y el deporte en Canarias tiene la consideración de actividad de interés general.
• Tenemos presente que la actividad física y el deporte en Canarias cumple funciones sociales, culturales, educativas, económicas, de salud y de respeto al medio ambiente.
• Reconocemos el derecho al conocimiento y a la práctica del deporte y la actividad física en plenas condiciones de igualdad efectiva, el reconocimiento y fomento del deporte como elemento integrante de nuestra cultura, la recuperación, mantenimiento y desarrollo de los deportes y juegos motores autóctonos y tradicionales, y el reconocimiento de la actividad deportiva relacionada con el mar, como expresión de nuestra realidad insular.
• Somos conscientes de que la organización institucional del deporte en Canarias se inspira en los principios de descentralización, coordinación, cooperación y eficiencia en el ejercicio de sus respectivas competencias.

• Conscientes del deber de los poderes públicos en promocionar los valores del deporte, asumimos nuestra responsabilidad en asignar los recursos financieros, humanos y técnicos necesarios para promocionar la RSD.
• Considerando al conjunto de la sociedad como corresponsable, todos los actores sociales y entidades del sistema deportivo pueden y han de contribuir en la medida de sus posibilidades, desde su compromiso ético con la RSD, a aprovechar las oportunidades que la actividad física y el deporte presentan.
• Viendo necesaria la intersectorialidad en el diseño, propiciaremos la coordinación y la cooperación entre las Administraciones públicas, las entidades y los agentes sociales y deportivos que participan en la RSD en cada isla y localidad.
• Entendiendo la gobernanza colaborativa como el modo fundamental para la definición e implementación de los programas, proyectos y acciones, favoreceremos la coordinación interadministrativa e interdepartamental, la transversalidad entre los niveles de gobierno autonómico, insular y municipal, el diálogo social y el protagonismo de las  entidades deportivas y sociedad civil.
• Reconociendo la transparencia e información pública como un pilar fundamental para que la RSD sea considerada un instrumento de todas las personas y para todas las personas.

• Poniendo en valor nuestra identidad, esa idiosincrasia canaria que nos diferencia y define, sustentada en valores morales, culturales, y deportivos.
• Entendiendo como fortaleza la necesaria adaptación territorial concretada en la insularidad, la isla-región, cada una con su heterogeneidad sociodemográfica y cultural.
• Conscientes de nuestra situación geográfica global: una cultura europea contrastada, una proyección histórica americana y unas expectativas africanas.

• Considerando que la actividad física y el deporte son motor de bienestar social y calidad de vida.
• Entendiendo el Bienestar Social como la mejora de los aspectos y factores materiales de naturaleza económica, social y ecológica implicados en la actividad física y el deporte, interviniendo por tanto, para colaborar en el desarrollo integral de las personas y sus entornos. Orientado más hacia los aspectos materiales.
• Entendiendo la calidad de vida como la percepción que una persona tiene de su situación de vida en relación con su contexto (cultura, sistema de valores) sus objetivos, aspiraciones y preocupaciones. Orientado más hacia los componentes psicosociales.
• Entendiendo que los/las menores y adolescentes son sujetos de derechos en proceso de alcanzar su pleno desarrollo físico y mental por lo que priorizaremos el interés superior del menor, protegiendo el desarrollo integral del mismo, de forma que pueda tener una vida plena a nivel material y afectivo.
• Fomentaremos la equidad y la buena gobernanza, la sostenibilidad, la educación, la seguridad, la convivencia y el empoderamiento de las personas.
• Considerando que en las sociedades democráticas, la educación siempre ha desempeñado una doble misión, facilitaremos el crecimiento continuado de las capacidades humanas y garantizar el futuro de las sociedades a través del aprendizaje eficaz de sus ciudadanos y ciudadanas.

• Asumiendo como obligación moral de todo el sistema deportivo y principio para todo el sistema deportivo la "inclusión social activa", garantizaremos el acceso de toda la población a los beneficios de la práctica deportiva sin discriminación por razón de sexo o identidad sexual y de género, ideología, procedencia, etnicidad o creencia religiosa.
• Entendiendo la inclusión desde la diversidad de capacidades como identidades, promoveremos paralelamente su integración social, con especial atención a aquellos grupos sociales más vulnerables o con mayores dificultades en base a las variables de edad, procedencia, género y discapacidad.
• Asumiendo que el principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres supone la ausencia de toda discriminación, directa o indirecta, por razón de género promoveremos la ausencia de barreras sexistas o discriminatorias para la igualdad real y efectiva, el reconocimiento de la igualdad jurídica formal y colaboraremos en la plena ciudadanía de las mujeres en la totalidad de derechos, libertades, recursos y oportunidades de participación social, cultural, política y económica.
• Velando para que la participación se realice sin discriminación promoveremos un deporte y actividad física erradicando toda manifestación homofóbica, lesbofóbica, bitofóbica y/o transfóbica en las acciones promovidas desde la RSD.
• Considerando que una sociedad inclusiva debe basarse en el reconocimiento del valor de la diferencia (diversidad), la igualdad, inclusión y atención a la diversidad, en las acciones RSD se hará efectiva mediante medidas y acciones que favorezcan la no discriminación eliminando barreras y obstáculos de facto, a veces simplemente prejuicios y estereotipos negativos.

• Aplicando la perspectiva comunitaria en los compromisos de RSD consideraremos los determinantes territoriales de cada sistema deportivo que influyen en la optimización y el desarrollo de las funciones del deporte y adoptaremos una perspectiva congruente en la construcción colaborativa de actuaciones.
• Identificaremos y movilizaremos todos los "activos" disponibles en la comunidad, facilitando la dinamización de iniciativas en todos los espacios socio deportivos.
• Favoreceremos el desarrollo coordinado y coherente de actuaciones en los diversos ámbitos de la vida social (escuela, familia, ocio, empresa...), evitando carencias, redundancias, incoherencias y discontinuidades.
• Favoreceremos el empoderamiento de personas, entidades y colectivos para fomentar su participación y esfuerzo colaborativo, haciendo posible el trabajo en red entre participantes de diversas esferas (institucional, educativa, universitaria, socio comunitaria, federativa, medios de comunicación, empresarial, política, personas referentes…).
• Entendemos que las alianzas multisectoriales, la colaboración y los compromisos serán necesarios para el óptimo desarrollo y las sustentabilidad en la RSD, generando un modelo de entornos, sistemas, poblaciones y ciudadanía activa que den coherencia entre la democracia representativa y la participativa.

• Consideraremos necesario aprovechar las estructuras, planes y programas existentes, tanto deportivos como de otros ámbitos, con una doble perspectiva: eficacia para alcanzar los objetivos de una forma robusta y replicable y eficiencia para que en este camino se optimicen los recursos disponibles.
• Buscaremos, a través de las acciones, resultados realistas, cuantificables, evaluables, transferibles y empíricamente contrastados, fomentando así las buenas prácticas.
• Teniendo en cuenta que la evidencia está evolucionando constantemente, estableceremos mecanismos de observación que nos ayude a determinar prioridades y concretar respuestas.