El comercio
local en Canarias
Una historia compartida

CALLE TRIANA. LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, CA.1900. COLECCIÓN DOCUMENTAL CFIT. LUIS OJEDA PÉREZ. TEA TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES, CABILDO INSULAR DE TENERIFE.
El comercio local en Canarias
Una historia compartida
Nuestra memoria colectiva reúne dentro de sus múltiples imágenes las de aquellas ventas, tiendas y comercios de cercanía, que más allá de su función económica, han ejercido un papel fundamental en nuestra vida cotidiana. La constitución de las Zonas Comerciales Abiertas ha significado una apuesta decidida por conservar este tejido económico tradicional que posee, además, un enorme valor histórico y patrimonial.
El comercio local durante el Antiguo Régimen
Durante el Antiguo Régimen el paisaje comercial se caracterizó por la progresiva diversificación de los espacios destinados a la venta de diferentes productos, especialmente en las áreas urbanas más pobladas. La documentación histórica refleja una progresiva especialización de la actividad económica, con una amplia variedad de oficios y comerciantes. En el siglo XVII, las fianzas de Tenerife proporcionan un largo listado de ellos entre los que destacan: aserrador, barbero, camellero, carpintero, cerero, cirujano, espartero, espadero, herrador, latero, mareante, mercader, medidor, murador, pescador, platero, sastre, sedero, serrador, sombrerero, tejero, tonelero, tratante y zapatero. La gran mayoría de también ejercía como vendedor de sus propios productos.
TRANSPORTE EN CAMELLO, 1825. ALFRED DISTON. YALE CENTER FOR BRITISH ART.
[1583] Thomas Nichols
Todos hacían las mismas operaciones que se acostumbraban hacer en el tráfico exterior de Canarias por aquellos tiempos. Envíaban a Canarias mercancías inglesas, casi exclusivamente patios de Londres. Así es cómo Nichols puso tienda en La Laguna, en donde vendía los paños y las telas que recibía de Inglaterra. Hacía frecuentes viajes a la isla de La Palma, para comprar vino y azúcar, o a la de Gran Canaria, en donde sus patronos tenían otro factor, llamado Edward o Duarte Kingsmill[…]
CIORANESCU, Alejandro: Thomas Nichols mercader de azúcar, hispanista y hereje. Con la edición y traducción de su Descripción de las Islas Afortunadas. Instituto de Estudios Canarios, La Laguna, 1963. Pág. 17.
CIVITAS PALMARIA, PLANO EN ALZADO DE LA CIUDAD DE SANTA CRUZ DE LA PALMA, REALIZADO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII. AUTORÍA DESCONOCIDA. OBRA LOCALIZADA Y PROPIEDAD DE LA REAL SOCIEDAD LA COSMOLÓGICA.
181. Legajo 1, f. 249, 20 mayo 1619. Villa de Betancuria.
Gobernador, Lucas Gutiérrez. Regidores, Juan Ortiz y Lucas Melián.
Escribano, Jhoan Alonso.
Por estar próxima la fiesta del Corpus Christi, acordaron que todos los oficiales mecánicos, como son los zapateros, sastres, vendedoras, hortelanos y taberneros, y los que tienen yeguas y camellos de acarreo, den dos reales para pagar la fiesta, limpiar las calles y traer ramas para las enramadas por donde ha de pasar la procesión. No dándolos, serán presos hasta que lo hagan.
Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura, 1605-1659. Fontes Rerum Canariarum XVII. Edición y estudios de Roberto Roldán Verdejo con la colaboración de Candelaria Delgado González. Instituto de Estudios Canarios. La Laguna de Tenerife, 1970. Pág.151.
PLANO DE BETANCURIA, FUERTEVENTURA, 1588. LEONARDO TORRIANI. MEMORIA DIGITAL DE CANARIAS.
La participación de las mujeres en el comercio local: el ejemplo de las vendederas
Las mujeres han jugado en la historia económica de Canarias un papel esencial. Quienes se dedicaban al comercio al por menor eran revendedoras que recibieron diversos nombres como regatonas, vendederas, treceneras o triperas.
Según aparece en las fuentes históricas, la presencia de las mujeres en las tareas comerciales era preeminente. De estrato social bajo, estas ejercieron su actividad a escala local. Fue habitual que dirigieran actividades comerciales de mayor relevancia económica, pero ocultas bajo los nombres de sus padres, maridos o hijos. Las labores de venta se realizaban en la calle y en los mercados oficiales, aunque hay referencias a tiendas y ventas ubicadas en sus casas. Comerciaban con “mantenimientos”, básicamente comestibles, como frutas y verduras, pero también pan, vino, aceite, huevos, carne, leña o telas, aunque se conocen casos de autorizaciones para dar de comer y beber.
VENDEDORA AMBULANTE DESCALZA EN EL PUERTO DE LA OROTAVA (PUERTO DE LA CRUZ), 1825. ALFRED DISTON. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS. FEDAC-CABILDO DE GRAN CANARIA
VENDEDORA AMBULANTE DESCALZA EN LA VICTORIA, 1825. ALFRED DISTON. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
CAMPESINAS Y VENDEDERAS, S.F. (CA. SIGLO XX). AUTORÍA DESCONOCIDA. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
Las comunidades extranjeras y el comercio local
La importancia de las comunidades de origen extranjero ha sido fundamental en la historia de la economía canaria, incluso en su comercio local. Nuestra posición estratégica llamó la atención desde el principio a capitales y a comerciantes extranjeros. Atraídos por los potenciales beneficios del comercio del azúcar y el vino, mayoristas extranjeros, principalmente flamencos, ingleses, portugueses, italianos, franceses, holandeses e irlandeses, además de castellanos, fueron progresivamente instalándose en Canarias. Comerciaban con manufacturas textiles que eran importadas desde Europa y vendidas en sus propias tiendas o distribuidas a otros comercios repartidos por las islas. Gran Canaria, La Palma y Tenerife acapararon el principal tráfico de este comercio. Habitualmente, estas tiendas se ubicaron en la planta inferior de las viviendas de los mercaderes, que podían servir también de almacén, bodega o talleres.
BAZAR ALEMÁN, TRIANA, LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, S.F. AUTORÍA DESCONOCIDA. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
Nuevas comunidades y el comercio de origen indio en Canarias
Entre las últimas décadas del siglo XIX y mediados del XX tiene lugar la llegada de migrantes de origen indio (sindhi), que se instalan en la zona de Triana de Las Palmas de Gran Canaria y en la calle del Castillo de Santa Cruz de Tenerife. En general, se dedicarán a la venta al por menor de tejidos, seda, objetos de lujo o porcelana procedentes de la India y Cachemira, para luego derivar hacia los productos de electrónica, óptica y fotografía, cuyas tiendas tuvieron un gran auge en la década de los años sesenta y setenta. Otras comunidades importantes han sido la libanesa o la de origen chino.
COMERCIO SINDHI DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, DÉCADA DE 1965. AUTORÍA DESCONOCIDA. ARCHIVO DE FOTOGRAFÍA HISTÓRICA. FEDAC - CABILDO DE GRAN CANARIA.
El siglo XIX: un renovado paisaje urbano y comercial
Desde mediados del siglo XIX, los núcleos históricos y ciudades asisten a una reconfiguración de los espacios comerciales, cada vez más especializados y adaptados a las demandas burguesas. Un proceso de cambio que sumerge a las Islas en un contexto globalizado, donde priman las importaciones industriales a través de sus puertos, beneficiadas por el nuevo régimen de puertos francos. Se produjeron importantes reformas urbanísticas y arquitectónicas que favorecieron sus actividades económicas y reconfiguraron los espacios públicos y comerciales.
Tradicionalmente, los espacios comerciales habían coexistido con los residenciales, pero a partir del siglo XIX encontramos una nueva tipología: el comercio o almacén en la planta baja y la residencia familiar en los niveles superiores. Las mejoras en los materiales arquitectónicos, gracias al uso del hormigón y del hierro, beneficiaron espacios comerciales cada vez más amplios y diáfanos.
CALLE DE LAS TIENDAS. PUERTO OROTAVA, TENERIFE, CA.1890. RODRIGO DE LA PUERTA [ATRIBUIDA]. COLECCIÓN DOCUMENTAL CFIT. TEA TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES, CABILDO INSULAR DE TENERIFE.
La reconfiguración fue desarrollada por diversos arquitectos de prestigio como Manuel de Oráa, Antonio Pintor, Domingo Pisaca, Pelayo López, Martín Romero o Laureano Arroyo y Velasco. Se integró asimismo en un nuevo lenguaje urbano que da prioridad a la actividad comercial. Los vemos en Triana, Las Palmas de Gran Canaria, donde se reformula el trazado de las calles con el fin de favorecer la circulación, el tráfico y la prosperidad económica. También sucede los mismo con la calle Alfonso XIII o del Castillo, en Santa Cruz de Tenerife.
Otras ciudades no alteraron su estructura urbana, pero muchos inmuebles sí fueron adaptados a la actividad comercial, como en La Laguna, La Orotava o Santa Cruz de La Palma.
CALLE ALFONSO XIII, SANTA CRUZ DE TENERIFE, CA. 1900. AUTORÍA DESCONOCIDA. COLECCIÓN DOCUMENTAL CFIT. TEA TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES, CABILDO INSULAR DE TENERIFE.
CALLE SAN JUAN, PUERTO DE LA CRUZ, 1930. AUTORÍA DESCONOCIDA. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
La importancia de las ventas tradicionales
Las ventas de comestibles minoristas se consolidan entre mediados del siglo XIX y XX, siendo la unidad principal de transacción comercial. En las licencias encontramos diferentes denominaciones como “abacería”, “tienda de aceite y vinagre”, “tienda de comestibles”, y la matrícula superior de “comercio de ultramarinos”, que permitía todo tipo de venta.
En este sentido, estas ventas populares del siglo XX se caracterizaban por vender “de todo”. En ellas se permitía la venta de diferentes tipos de productos, desde comestibles, hasta diversos productos para la vida cotidiana. En barrios capitalinos y pueblos del interior se incluía, además, el consumo de bebidas y comidas. Su papel en momentos de crisis, como durante los primeros años del franquismo, fue clave en la supervivencia de muchas familias y ejercieron una función social en la vida cotidiana de muchos pueblos.
COMESTIBLES ROQUE HIDALGO, GRAN CANARIA, 1890. AUTORÍA DESCONOCIDA. ARCHIVO DE FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
CASA ONOFRE EN BAJAMAR, DÉCADA DE 1960. AUTORÍA DESCONOCIDA. ARCHIVO FOTOGRÁFICO VICENTE PÉREZ MELIÁN, PERTENECIENTE AL MUSEO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE TENERIFE. OAMC. CABILDO DE TENERIFE.
Estas tiendas, conocidas popularmente como “de aceite y vinagre”, eran, en términos generales, autoexplotaciones familiares. En los pueblos del interior constituyeron una actividad comercial compleja, que se complementaba con la instalación de un teléfono público, panadería, recepción de frutas, O recolecciones diversas como el carbón, la leña, la pinocha, verduras, etc. Es un establecimiento que, sobre todo en el mundo rural, ofertaba cualquier producto de primera necesidad desde alimentos hasta calzado, e incluso productos de farmacia. Se localizan en cruces de caminos, carreteras generales, paradas de coches de horas, etc.
TENDEROS EN LA ISLETA, 1960. COL. KEITH FULLERTON WHITMAN. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
Según avanza la década de los años cincuenta, las tiendas de comestibles ofertaban una mayor variedad de artículos de primera necesidad, fueran o no alimentarios. De forma que los controles por parte de comercio aumentaron, reforzando la vigilancia y cambiando la mayor parte de las matrículas iniciales por la de “ultramarinos”. Con ello, se les permitía la venta al por mayor y al detalle de todo tipo de artículos (comestibles, mercería, ferretería, etc.) e incluso alcoholes en determinados momentos.
TIENDA DE ACEITE Y VINAGRE. TERESA SOSA. EDITORIAL LAS PALMAS.
“ME DESPACHA A O ME VOY”, DETALLE DE UNA PESA EN UNA TIENDA, 1960. COL. KEITH FULLERTON WHITMAN. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
TIENDA DE ACEITE Y VINAGRE, ARRECIFE, S.F. AUTORÍA DESCONOCIDA. ARCHIVO DE FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
La venta a granel
Un aspecto destacado de estas tiendas fue la venta a granel de muchas mercancías. El azúcar y los granos se vendían en sacos sobre la marcha en la balanza, tanto en “papel vaso”, como en cartuchos o los propios sacos, para cantidades mayores de alimentos como el millo, las papas o el gofio. El petróleo y el aceite, imprescindibles para el alumbrado y la cocina, eran adquiridos por los tenderos en bidones y vendidos en botellas o latas. También por botellas, que traían los propios clientes, se vendían los diferentes tipos de alcohol.
LA TIENDA DE LOS ALMEIDA, 1965. COL. KEITH FULLERTON WHITMAN. ARCHIVO DE FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
VENTA EN EL MORRAL, VALLE DE GUERRA, DÉCADA DE 1960. ARCHIVO FOTOGRÁFICO VICENTE PÉREZ MELIÁN, PERTENECIENTE AL MUSEO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE TENERIFE. OAMC. CABILDO DE TENERIFE.
La venta de siempre, la del barrio
Las ventas tradicionales, algunas aún perviven, están ubicadas normalmente en los bajos de viviendas de los mismos propietarios. Las ventas dedicadas a los comestibles y los ultramarinos han sido el sostén de muchas economías familiares a través del conocido como “fiado”, o el apuntar en la libreta la compra que se hace a lo largo de la semana o de un mes, para abonarla una vez cobrado el salario.
Las ventas contaban con mostradores, estanterías y expositores, instrumentos como las pesas y balanzas de variado tipo y expendedores de aceite y petróleo, tarros, recipientes u otros elementos para contener bebidas o granos, son bienes muebles que formaban parte de las tiendas donde se vendía “de todo”.
TIENDA EN TAMARACEITE, 1950. COL. KEITH FULLERTON WHITMAN. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
JUAN PÉREZ EN LA TIENDA DE SU HIJA, ÁNGELA PÉREZ, 1999. AUTORÍA DESCONOCIDA. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
La transformación de los espacios comerciales en las últimas décadas
Desde mediados del siglo XX se produce una profunda transformación del tejido comercial local, marcado por la irrupción de grandes superficies y marcas globales que coexisten con comercios tradicionales, familiares y de gran antigüedad. Los centros urbanos presenciaron una progresiva especialización de su paisaje comercial, incorporando nuevos productos y negocios. Encontraremos así establecimientos vinculados a la hostelería, a la moda, comestibles, peluquerías, droguerías, librerías y papelerías, farmacias, ferreterías, etc. A ellos se les incorporarán progresivamente, a finales de siglo, negocios vinculados a la electrónica y la informática.
Desde los años 70 y 80 comenzó la crisis de estos establecimientos debido a la llegada de las grandes superficies. Diferentes iniciativas, entre las que sobresale la creación de las Zonas Comerciales Abiertas en el año 2000, impulsadas por el Gobierno de Canarias, han pretendido desde entonces revitalizar este comercio tradicional.
VENTA, POSIBLEMENTE EN BAJAMAR, DÉCADA DE 1960. ARCHIVO FOTOGRÁFICO VICENTE PÉREZ MELIÁN, PERTENECIENTE AL MUSEO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE TENERIFE. OAMC. CABILDO DE TENERIFE.
Calle El Castillo: su evolución a lo largo del siglo XX
PLAZA CANDELARIA Y CALLE CASTILLO. SANTA CRUZ DE TENERIFE, 1900-1901. FERNANDO DE MASSY. COLECCIÓN DOCUMENTAL CFIT. TEA TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES, CABILDO INSULAR DE TENERIFE.
CALLE EL CASTILLO, SANTA CRUZ DE TENERIFE, 1905. AUTORÍA DESCONOCIDA. FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE CANARIAS-FEDAC. CABILDO DE GRAN CANARIA.
CRUCE DE LA CALLE DEL CASTILLO CON VALENTÍN SANZ. SANTA CRUZ DE TENERIFE, CA.1930-1940. AUTORÍA DESCONOCIDA. COLECCIÓN DOCUMENTAL CFIT. TEA TENERIFE ESPACIO DE LAS ARTES, CABILDO INSULAR DE TENERIFE.
CALLE EL CASTILLO EN LA ACTUALIDAD.
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