Visto el expediente instruido por el Cabildo Insular de Fuerteventura para la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, a favor de la "Iglesia de Santa María de Betancuria", situada en el término municipal de Betancuria, Fuerteventura, vinculando sus bienes muebles y delimitando su entorno de protección, y teniendo en cuenta los siguientes
ANTECEDENTES DE HECHO
Primero.- Por Decreto del Consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Fuerteventura, de 22 de enero de 2018, fue incoado expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, a favor de la "Iglesia de Santa María de Betancuria", situada en el término municipal de Betancuria, vinculando sus bienes muebles y delimitando su entorno de protección. La publicación tuvo lugar en el Boletín Oficial de Canarias nº 29, de 9 de febrero de 2018.
Segundo.- Solicitado dictamen a la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, así como a la Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, consta la emisión de informe favorable por las tres instituciones.
Tercero.- La Comisión Mixta Comunidad Autónoma de Canarias-Iglesia Católica, en sesión de su Comisión Permanente, celebrada el 22 de febrero de 2018, se pronunció favorablemente sobre el expediente, según consta en certificado expedido el 28 de marzo de 2019.
Cuarto.- El 27 de marzo de 2018 se recibe en la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias comunicación de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, de haberse efectuado anotación preventiva del referido expediente en el Registro General de Bienes de Interés Cultural.
Quinto.- Por anuncio del Consejero de Área de Cultura, Ocio y Deporte del Cabildo Insular de Fuerteventura, de 21 de mayo de 2018, publicado en el Boletín Oficial de Canarias nº 103, de 29 de mayo de 2018, se abrió un periodo de información pública de veinte días. No consta en el expediente la presentación de alegaciones.
Sexto.- Por anuncio del Consejero de Área de Cultura, Ocio y Deporte del Cabildo de Fuerteventura, de 6 de junio de 2018, publicado en el Boletín Oficial de Canarias nº 116, de 18 de junio de 2018, se dispuso la apertura del trámite de audiencia por un plazo de diez días. No constan alegaciones durante este periodo en el expediente, según se acredita mediante certificado de 4 de julio de 2018.
Séptimo.- Por Resolución del Consejero Insular del Área Cultura, Ocio y Deporte del Cabildo Insular de Fuerteventura, de 20 de julio de 2018, el expediente es elevado al Gobierno de Canarias para la resolución del procedimiento y correspondiente declaración como Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, la "Iglesia de Santa María de Betancuria", vinculando sus bienes muebles y delimitando su entorno de protección.
Octavo.- El Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, en sesión celebrada el 21 de septiembre de 2018, acordó la devolución del expediente al Cabildo Insular de Fuerteventura, al efecto de subsanar determinadas cuestiones.
Noveno.- Con fecha 19 de octubre de 2018 el Cabildo Insular de Fuerteventura remite las subsanaciones solicitadas por el Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias.
Décimo.- El Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, en sesión celebrada el 25 de marzo de 2019, emite informe favorable a la declaración de Bien de Interés Cultural objeto del expediente.
Undécimo.- Con fechas 29 de marzo y 3 de julio de 2019, la Dirección General de Patrimonio Cultural emite sendos certificados conforme a los cuales en el expediente seguido para la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento a favor de la "Iglesia de Santa María de Betancuria", en el término municipal de Betancuria, isla de Fuerteventura, vinculando sus bienes muebles y delimitando su entorno de protección, no se ha formulado denuncia de mora.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Primero.- La tramitación de este expediente se ha llevado a efecto según lo determinado en la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias; en el Decreto 118/2001, de 14 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias y en el Decreto 111/2004, de 29 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre Procedimiento de Declaración y Régimen Jurídico de los Bienes de Interés Cultural.
Segundo.- La Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, en su artículo 2, establece que el referido patrimonio "está constituido por los bienes muebles e inmuebles que tengan interés histórico, arquitectónico, artístico, arqueológico, etnográfico, paleontológico, científico o técnico".
Tercero.- Por lo que se refiere a la categoría del bien, en su artículo 18, punto 1, letra a), la mencionada Ley de Patrimonio Histórico de Canarias define la categoría de "Monumento" como "bienes que constituyen realizaciones arquitectónicas o de ingeniería, u obras singulares de escultura siempre que sobresalgan por su valor arquitectónico, técnico, histórico, artístico, científico o social".
En el presente caso, la Iglesia de Santa María de Betancuria se encuentra emplazada en el centro del casco Histórico de la Villa de Santa María de Betancuria, dentro del Conjunto Histórico de Betancuria, declarado como tal por Real Decreto 3086/1978, de 10 de noviembre, por el que se declara conjunto histórico-artístico la Villa de Betancuria (Fuerteventura), provincia de Las Palmas (BOE nº 2, de 2.1.79). Fue sede del Obispado de Fuerteventura, creado en 1424 y suprimido en 1430, por lo que conserva, tanto en la portada principal como en el interior, los símbolos del episcopado. Fue asimismo sede de la parroquia única de la isla hasta el año 1792, en que se produjo la división parroquial de Fuerteventura, aunque desde 1711 comenzaron a funcionar las ayudas de parroquia de Pájara (Ntra. Sra. de Regla) y la Oliva (Ntra. Sra. de la Candelaria), creadas desde 1708, para una mejor atención pastoral de los fieles, como sufragáneas de la parroquia única de Betancuria.
Cuarto.- Por lo que se refiere a la delimitación y entorno de protección de los bienes inmuebles de interés cultural, el artículo 26, punto 2, de la citada Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, señala que "se entiende por entorno de protección la zona periférica, exterior y continua al inmueble cuya delimitación se realiza a fin de prevenir, evitar o reducir un impacto negativo de obras, actividades o usos que repercutan en el bien a proteger, en su contemplación, estudio o apreciación de los valores del mismo".
El entorno de protección se extiende al espacio contiguo al edificio del templo por todos sus lados. La delimitación realizada se justifica por la finalidad de preservar dicho entorno contiguo, conformado por las calles aledañas y la plaza, de futuras afecciones derivadas de obras o transformaciones físicas de este espacio, que puedan generar impactos negativos directos al inmueble, que impidan su contemplación y estudio. Las edificaciones situadas fuera de la delimitación del entorno de protección forman parte del Conjunto Histórico y gozan de protección integral en el PEP (Plan Especial de Protección), que establece como intervenciones permitidas solo las de consolidación, conservación y restauración, que contribuyen a la preservación de la imagen del Conjunto Histórico.
Quinto.- Por lo que se refiere a lo bienes muebles vinculados, el artículo 18, punto 2, letra a), de la citada Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, establece los bienes muebles vinculados como "el conjunto de bienes declarados de interés cultural por su vinculación a un inmueble declarado".
En el interior del templo se encuentran los bienes muebles vinculados a la historia de este templo, bien porque fueron creados para su ubicación en el mismo, o bien porque fueron incorporados a él como consecuencia del cierre de la Iglesia conventual de San Francisco y la Ermita de San Diego de Betancuria.
Sexto.- De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 8.1 del Reglamento sobre Procedimiento de Declaración y Régimen Jurídico de los Bienes de Interés Cultural, se ha recabado informe de tres de las instituciones consultivas previstas en el artículo 14 de la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, constando informes favorables de las mismas.
Séptimo.- La declaración de Bien de Interés Cultural se realizará mediante Decreto del Gobierno de Canarias, a propuesta de la Administración actuante y previo informe favorable del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias.
Cuando se trate de inmuebles, en la declaración deberá describirse claramente el bien y su entorno, sus partes integrantes, pertenencias y, en su caso, bienes muebles vinculados. Se añadirán, cuando proceda, como anexos, los planos y cartografía que se determine reglamentariamente; trámites y extremos que constan en el expediente administrativo (artículo 22 de la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias).
En su virtud, a propuesta del Consejero de Turismo, Cultura y Deportes, visto el informe favorable del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, y tras la deliberación del Gobierno en su reunión celebrada el día 8 de julio de 2019,
D I S P O N G O:
Único.- Declarar Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, la "Iglesia de Santa María de Betancuria", situada en el término municipal de Betancuria, isla de Fuerteventura, vinculando sus bienes muebles y delimitando su entorno de protección, según la descripción y ubicación en plano que figuran, respectivamente, en los Anexos 1 y 2 de este Decreto.
Contra el presente acto, que pone fin a la vía administrativa, cabe interponer recurso potestativo de reposición ante el Gobierno, en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente al de su notificación o publicación, o directamente recurso contencioso-administrativo ante la Sala competente de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente al de su notificación o publicación, significando que, en el caso de presentar recurso de reposición, no se podrá interponer recurso contencioso-administrativo hasta que se resuelva expresamente el recurso de reposición o se produzca la desestimación presunta del mismo y, todo ello, sin perjuicio de cualquier otro recurso que pudiera interponerse.
Dado en Canarias, a 8 de julio de 2019.
EL PRESIDENTE
DEL GOBIERNO,
Fernando Clavijo Batlle.
EL CONSEJERO DE TURISMO,
CULTURA Y DEPORTES,
p.s., LA CONSEJERA DE EDUCACIÓN
Y UNIVERSIDADES,
(Decreto 117/2019, de 8 de julio,
del Presidente)
Soledad Monzón Cabrera.
A N E X O 1
DESCRIPCIÓN.
La Iglesia de Santa María de Betancuria es un edificio de tres naves con el presbiterio y capillas cabeceras de las naves laterales situadas en el mismo plano. La torre, de planta cuadrada, se adosa al muro de la epístola por los pies del templo; hacia la mitad de este lado de la epístola se sitúa la portada principal de acceso al templo, realizada en cantería clara labrada en arco de medio punto. Presenta un frontón partido en cuyo vértice se encuentra una pequeña ventana de cantería, tiene pináculos a ambos lados del frontón y el escudo episcopal inserto en la base. A su vez, en la base de la portada y a ambos lados se sitúan sendas pilastras de cantería, decoradas con motivos vegetales rematadas con una moldura, sobre las que se apoyan jarrones de los que sale una decoración vegetal que recorre las jambas de la puerta; estas culminan en capiteles decorados con formas vegetales, sobre los que se asienta el frontón.
En el lado norte del templo se abre otra portada de acceso, de cantería clara, con arco de medio punto. En los muros laterales se observan ventanas en arco de medio punto, también de cantería clara. Tanto en la torre como en el paramento de la nave de la epístola se abren ventanas con arcos mixtilíneos y conopiales. En el muro de la epístola, a la altura del arco que separa la nave de la capilla y del muro del testero, sobresalen dos contrafuertes. Las esquinas de la torre e iglesia están trabajadas con sillares de cantería. La techumbre es de tejas, formando aguas, destacando los desagües con gárgolas de madera tallada con formas zoomorfas.
El templo presenta dos sacristías, una en la cabecera de la nave del evangelio, cuya construcción fue solicitada por el obispo Vicuña en 1695, y otra, más pequeña, en la cabecera del lado de la epístola. En el lado noroeste del edificio, en su parte inferior, bajo la sacristía principal se localiza la cripta, con acceso independiente abierto al norte.
El interior del edificio se estructura en tres naves, separadas por arcos de medio punto que descansan sobre columnas de tambores de cantería, que se apoyan sobre basamentos de dos cuerpos, el inferior de piedra negra y el superior de cantería blanca. El arco toral, que da acceso a la capilla mayor, es apuntado. Tanto esta capilla como las laterales están situadas en el mismo plano. A ambos lados de la capilla mayor se encuentran las puertas de acceso a las sacristías, destacando el arco apuntado que remata el acceso de la sacristía situada en el lado de la epístola.
La techumbre presenta armaduras en artesa y ochavadas, destacando la cubierta de la sacristía principal, a la que se accede a través de una puerta abierta en el lateral izquierdo de la capilla mayor, que da a un pequeño corredor o antesacristía, cuyo techo es de madera policromada, formando casetones, con decoración a base de rosetones y vegetación, dorado y policromado.
La primera planta de la torre campanario está cubierta por una bóveda esférica de ocho gallones, cuyos nervios descansan sobre ménsulas semicónicas. Presenta una portada de acceso de madera policromada, con casetones en el cuerpo inferior y columnas en el superior, terminando en arco de medio punto. En este recinto se encuentra la pila bautismal labrada en piedra.
El suelo de la iglesia se cubre con losas de cantería, con intersecciones de listones de madera entre las losas, localizándose dos lápidas funerarias, frente a la capilla mayor, con sendas inscripciones alusivas a los finados: D. María del Espíritu Santo Cabera Xeres que falleció el 24 de diciembre de 1857 y Adolfo Urquía y Cabrera arrebatado por la muerte el 17 de diciembre de 1857.
A los pies de la nave central se encuentra el coro, fabricado en madera tallada y policromada, elevado del solado de la nave por tres peldaños de cantería. En la parte inferior se encuentra la sillería, con la sede episcopal en la zona central, en cuyo respaldo están tallados los símbolos episcopales: el báculo y la mitra. En la parte superior tienen una balaustrada de madera policromada, con una tribuna en la zona central, a modo de púlpito estructurado en casetones decorados con pinturas. Esta tribuna se apoya en ménsulas, situadas en una estructura de madera policromada con tres arcos de medio punto en su parte superior y casetones con balaustres de madera en la inferior.
El púlpito está adosado a un grueso pilar central, con escalera de acceso y con tornavoz, todo ello está realizado en madera policromada. Está dividido en casetones también policromados, con representación de los apóstoles y símbolos eucarísticos.
Emplazamiento: en el centro del casco Histórico de la Villa de Santa María de Betancuria. Esta Iglesia está incluida dentro del Conjunto Histórico de Betancuria, declarado como tal por Real Decreto 3086/1978, de 10 de noviembre, por el que se declara conjunto histórico-artístico la villa de Betancuria (Fuerteventura), provincia de Las Palmas (BOE nº 2, de 2.1.79).
Noticias históricas: a comienzos del siglo XV los conquistadores levantaron un sencillo oratorio donde poder cumplir con los preceptos religiosos; esta primera capilla fue sustituida hacia el año 1410 por un nuevo templo mandado a construir por el conquistador Jean de Bethencorurt, encargándose de las obras el maestro Jean le Maçon. Esta iglesia debió levantarse siguiendo los modos de construir de las áreas de procedencia de los artífices que se encargaron de la obra, adaptándolos a las características y materiales de la zona. En el año 1593 fue destruida por los piratas berberiscos, capitaneados por el arráez Xabán, que arrasaron la Villa de Betancuria.
Tras el ataque corsario, la fábrica de la iglesia de Santa María del Valle o de Nuestra Señora de la Concepción de la Villa de Betancuria progresó lentamente. Por entonces, hacía de campanario un simple palo de madera. Maestro mayor de la fábrica desde al menos 1593, el grancanario Luis Báez dejó tejadas antes de morir la capilla mayor, con el arco toral, y el cuerpo de la iglesia. Como maestre de la obra continuó su hijo Diego Báez, que labró entre 1623 y 1625 los arcos de las dos capillas colaterales -también apuntados-, la sacristía y tres portadas de cantería, dos en los costados y una a los pies. Ambos, padre e hijo, figuran asimismo trabajando en la vecina iglesia de Nuestra Señora de la Antigua.
El 22 de junio de 1625 Diego Báez otorgó carta de pago ante el escribano Juan Alonso de 826.560 maravedíes, importe de la obra de sus manos «en la sacristía, con sus dos nabes y por la ottra banda sus nabes acauadas, ttres portadas de cantería y un canpanario y dos arcos de las dos capillas colaterales de forma que por la una banda y ottra an de quedar enrrasadas de paredes con lo rresiuido; de fforma que se pueda enmaderar y con un campanario que queda obligado a hazer ensima de las paredes, dándole la yglesia la cantería que fuere nesesario ttraída de la cantera y si paresiere hazer escalera y mayor simento a costa de la dicha iglesia».
El edificio no adquirió su planta definitiva hasta el episcopado del obispo Bartolomé García Ximénez -que alentó las obras-. Cuando se demolió el antiguo cuerpo de la iglesia se fabricaron las naves laterales y se alargó el cañón del medio. Por entonces, se hizo el coro y la torre, con su chapitel azulejado rematado por una veleta adquirida en Garachico. Toda la obra de albañilería y cantería fue realizada por el maestro Pedro de Párraga, que dejó su nombre escrito en la torre.
La referida inscripción de La Torre dice: "Esta obra/ se iso / año de 91 siendo/ mayordomo de / Fabrica el capitan/ Ruis la iso/ el maestro Parraga". Tal como indica esta anotación en las obras intervino el maestro Pedro de Párraga.
Esta Iglesia fue sede del Obispado de Fuerteventura, creado en 1424 y suprimido en 1430, por lo que conservan, tanto en la portada principal como en el interior, los símbolos del episcopado. Fue asimismo sede de la parroquia única de la isla hasta el año 1792, en que se produjo la división parroquial de Fuerteventura, aunque desde 1711 comenzaron a funcionar las ayudas de parroquia de Pájara (Ntra. Sra. de Regla) y la Oliva (Ntra. Sra. de la Candelaria), creadas desde 1708, para una mejor atención pastoral de los fieles, como sufragáneas de la parroquia única de Betancuria.
BIENES MUEBLES VINCULADOS.
En el interior del templo se encuentran los siguientes bienes muebles, vinculados a la historia de este templo, bien porque fueron creados para su ubicación en el mismo, o bien porque fueron incorporados a él como consecuencia del cierre de la Iglesia conventual de San Francisco y la Ermita de San Diego de Betancuria.
A continuación se relacionan los bienes muebles vinculados al templo:
CORO: se sitúa a los pies de la nave central, está realizado en madera, tallada y policromada. En la parte baja se encuentra la sillería. El frontal forma tres grandes arcos, con balaustres en la parte inferior y una balconada en la superior, apoyada sobre ménsulas y decorada con casetones policromados en la base y sobre ellos una barandilla abalaustrada. En la zona central de esta balconada se encuentra una tribuna decorada con casetones con varias pinturas, entre ellas los símbolos episcopales.
PÚLPITO: realizado en madera policromada y dorada, con casetones en los que se representan al óleo los símbolos de la Eucaristía y los Apóstoles. Tiene escalera de acceso y tornavoz, ambos de madera policromada. Situado en la nave central del templo. Del siglo XVIII. Mide 130 x 101 cm aprox. El pie mide 169 cm y es de piedra.
RETABLOS:
Retablo Mayor: "Fue contratado en Tenerife por el obispo Bartolomé García Ximénez, data de hacia 1680 (información inédita proporcionada por el doctor Jesús Pérez Morera). Es obra probable de los maestros Francisco de Acosta Granadilla y Diego Díaz de Armas, autores del retablo de la iglesia de Santiago del Realejo Alto, cuyas indiscutibles concomitancias con el de Betancuria fueron señaladas por el doctor Alfonso Trujillo Rodríguez (Alfonso Trujillo Rodríguez: El retablo barroco en Canarias. Santa Cruz de Tenerife: Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1977, t. I, pp. 90-92; y t. II, pp. 223-224, figs. 214-219)".
Presenta formas barrocas y está espléndidamente dorado y policromado con motivos vegetales. Cuenta con un cuerpo central divido en tres calles separadas por columnas pareadas; en ellas se abren hornacinas que acogen a las imágenes. En la predela se representan pinturas con los bustos de los Apóstoles y Padres de la Iglesia y en el banco, a ambos lados de la mesa del retablo, se observan dos pinturas de paisajes.
El ático se eleva en la parte central del retablo, ocupado por un Crucificado de bulto redondo, tallado en madera y policromado, flanqueado a ambos lados por una decoración de volutas con frutas y rocalla.
Retablo de la cabecera de la nave de la epístola: es un retablo fingido con pinturas. En su parte central se abre un nicho rectangular vertical y en el ático se dibuja un pequeño pino. Está decorado a base de policromías que imitan columnas, frisos, un frontón que remata el retablo, guirnaldas, etc., sobre fondo blanco, donde destacan los tonos azules, rojos y amarillos, imitando un marmoleado. Probablemente se corresponda a finales del XVIII o comienzos del XIX.
Retablo lateral del lado de la nave de la epístola I: situado a la derecha de la puerta principal de acceso al templo. Es de mampostería, con mesa de altar, hornacina rematada con media cúpula y sobre ella presenta un hueco rectangular vacío, que debió estar ocupado por un cuadro. Está policromado con motivos geométricos y vegetales en tonos rojos, azules, verdes y amarillos sobre fondo blanco. Presenta solería con baldosas vidriadas en tonos verde y ocre.
Retablo lateral de la nave de la epístola II: está situado en el lado de la epístola, a la izquierda de la portada principal de acceso al templo. Es de mampostería, de un cuerpo dividido en tres calles separadas por columnas. En cada calle se abre una hornacina que acoge a las imágenes. En la parte superior presenta un hueco blanco vertical vacío, que debió estar ocupado por un cuadro. El ático está flanqueado por pináculos. Todo el conjunto está policromado en tonos azules, rosas y amarillos sobre fondo blanco con motivos geométricos y vegetales. Tiene mesa de altar y solería de baldosas de barro, varias deterioradas.
Retablo de los pies de la nave de la epístola: es de mampostería, situado a los pies de la nave de la epístola. En la parte superior se encuentra el cuadro de las Benditas Ánimas del Purgatorio. El cuerpo inferior del retablo se divide en tres calles separadas por pilastras, decoradas las laterales con relieves y policromía. En la parte central se abre una hornacina, sobre la mesa de altar de mampostería al igual que la solería. Está deteriorado por la humedad que afecta al muro oeste del edificio.
Retablo lateral de la nave del evangelio I: situado a la izquierda de la puerta norte del templo, es de mampostería, con hornacina central flanqueada por pilastras y ático recortado en curvas y contracurvas; está policromado con motivos geométricos sobre fondo blanco, donde predominan los tonos rojos, azules y amarillos. Tiene mesa de altar y solería de cantería.
Retablo lateral de la nave del evangelio II: situado cerca del pie de la nave del evangelio, a la derecha de la portada norte del edifico; es de mampostería, con un cuerpo central con tres calles separadas por columnas, en las que se abren hornacinas con imágenes y en la parte superior se encuentra el ático, de gran desarrollo. La policromía es en tonos azules, amarillos y rojos sobre fondo blanco. Tiene mesa de altar y solería de cantería.
Retablo de la cabecera de la nave del evangelio: dedicado actualmente a la Inmaculada, es de formas barrocas, situado en la cabecera de la nave del evangelio, realizado en cantería, policromado y dorado. Cuenta con una hornacina central donde se sitúa la imagen de la Inmaculada Concepción. A ambos lados presenta columnas pareadas, con el primer tercio bulboso y la parte superior helicoidal. En una pequeña hornacina que se abre en el entablamento superior, que separa el cuerpo del retablo del ático, se encuentra una pequeña talla de madera policromada de San Sebastián. Tiene mesa de altar de mampostería y solería de baldosas de cerámica vidriada de color verde y ocre. Probablemente es obra de Julián Sánchez Carmona, cantero de origen palmero, que con anterioridad al año 1678 realizó la pila bautismal y dos pilas más para esta iglesia (Pérez Morera & Rodríguez Morales, 2008).
Retablo antiguo fragmentado: situado actualmente a los pies de la nave del evangelio, de madera policromada, antiguo y fragmentado, debido a que en algún momento fue desmontado, y del que se conservan algunas piezas (columnas, ático, banco).
OBRAS ESCULTÓRICAS.
Imagen de San Pedro: de madera tallada, estofada y policromada, de bulto redondo, del siglo XVII; presenta cierta rigidez, la mano derecha alzada, situada actualmente en el Retablo Mayor. Mide 130 x 40 cm aproximadamente. Porta el libro en la mano izquierda.
Imagen de San Antonio de Padua: tallada en madera, en bulto redondo, estofada y policromada; situada actualmente en el Retablo Mayor. En la mano izquierda porta el libro y el brazo derecho está semialzado. Mide 60 x 30 cm aproximadamente.
Imagen de Ntra. Sra. de la Concepción: talla de madera tallada y plata, policromada y estofada; situada actualmente en el Retablo Mayor. Presenta el niño recogido en el brazo izquierdo, la mano derecha alzada, coronas de plata sobre las cabezas de la virgen y el niño. El vestido de la virgen presenta pliegues voluminosos y toda la imagen destaca por la delicada policromía. Situada sobre una media luna de plata, mide 160 x 50 cm aproximadamente. Sobre esta imagen, titular del templo "se ha propuesto hace algunos años su identificación con una escultura remitida desde Sevilla hasta Fuerteventura antes de octubre de 1520, tallada por Jorge Fernández y policromada por Juan Sánchez".
Imagen del Crucificado: talla del Crucificado de tres clavos, de madera tallada y policromada, con corona de espinas, paño de pureza blanco, con amplios pliegues, anudado en la cadera izquierda. Situado actualmente en el ático del retablo mayor. Mide 170 x 130 cm aproximadamente.
Imagen de San Buenaventura: es una escultura de candelero, de madera policromada, portando en la mano izquierda el templo y en la derecha la pluma. Pudo pertenecer a la Iglesia conventual de San Francisco. Tiene los ojos de cristal, del siglo XVIII, mide aproximadamente 120 x 50 cm.
Imagen de Cristo atado a la columna: talla de finales del siglo XVII, que representa el escarnio de Cristo, maniatado, con el cuerpo surcado de llagas y sangre. La escultura es de bulto redondo, en madera tallada y policromada, con actitud serena y tranquila. Está situado sobre una peana de madera policromada, en la que también se asienta la columna, en cuya parte superior se apoyan las manos de Cristo. La talla presenta pelo largo, barba y paño de pureza blanco de marcados pliegues, recogido en la cadera derecha. Mide 140 x 38 cm aproximadamente.
Imagen de San Francisco: de bulto redondo, de madera policromada, ataviado con el hábito de la Orden ceñido con el cordón, porta el crucifijo y el rosario en la mano derecha. Lleva impresas las llagas en sus manos. Siglo XIX. Mide 100 x 30 cm aproximadamente.
Imagen de San Juan Bautista: talla del siglo XVII, de bulto redondo, tallada en madera, policromada y dorada. Está colocada sobre peana de madera policromada y dorada. Ataviado con túnica corta, con pelo largo, barba, lleva en su mano izquierda el libro y el Cordero Divino. Le falta el brazo derecho. Mide 89 x 20 cm aproximadamente.
Imagen de Ntra. Sra. del Carmen: talla del siglo XVIII, de candelero, de madera policromada, sostiene el escapulario en la mano izquierda y en la derecha el Niño. Mide 69 x 20 cm.
Imagen de Santa Clara de Asís: talla del siglo XVIII, de madera y paños encolados, ataviada con el hábito pardo de las clarisas, con cordón de la orden y llevando el copón con el santísimo Sacramento. Situada sobre una peana de madera policromada. Mide 90 x 40 cm aproximadamente.
Imagen de Santa Catalina de Alejandría: realizada hacia 1716, tallada en madera estofada y policromada, con pelo largo y un libro en la mano izquierda, símbolo de su sabiduría. Mide 79 x 29 cm aproximadamente.
Imagen de San Diego: talla de bulto redondo, de madera policromada, ataviado con el hábito de los legos de la orden franciscana y abrazado a la Cruz, con una coronita de plata. Es del siglo XVII y mide 90 x 29 cm.
Imagen de la Inmaculada Concepción: talla del siglo XVII de gran belleza y delicadeza, de bulto redondo, realizada en madera policromada y estofada; tiene pelo largo tallado, vestido de pliegues voluminosos, manos en actitud orante. Perteneció a la iglesia del convento y está situada actualmente en el retablo de la cabecera de la nave del evangelio. Mide 65 x 30 cm aproximadamente.
Imagen de San Sebastián: pequeña talla de madera policromada, situada en el retablo de la cabecera de la nave del evangelio, dedicado actualmente a la Inmaculada Concepción. Atado a un tronco por el brazo derecho, brazo izquierdo alzado, paño de pureza blanco, atado en la cadera izquierda. Mide 25 x 10 cm aproximadamente.
Ntra. Sra. de los Dolores: escultura de candelero, del siglo XVIII, de madera tallada y policromada, con corona de plata. La virgen aparece enlutada, con las manos cruzadas sobre el pecho, rostro de gran tristeza y rasgos barrocos. Está colocada actualmente en un trono en el lado izquierdo de la iglesia. Mide 158 x 38 cm aproximadamente. Se atribuye a José Luján Pérez.
Imagen de Cristo Crucificado: talla de madera policromada, del siglo XVIII, de tres clavos, con rostro inclinado, ensangrentado, al igual que el torso, con paño de pureza blanco, con profundos pliegues anudados en la cadera derecha. Situado actualmente en el baptisterio. Mide 123 x 95 cm aproximadamente.
Imagen de la Virgen del Rosario. Imagen de candelero, del XVIII, tallada en madera, policromada y pelo natural, portando el rosario. Procedente de la iglesia del convento.
Imagen de Cristo Predicador. Imagen de vestir, de madera policromada, sentado, con barba, pelo largo tallado, brazos en actitud de predicar. Datado en el XVIII. Mide 120 x 50 cm aproximadamente. Se atribuye al imaginero isleño Lázaro González de Ocampo (1651-1714) (Rodríguez Morales & Amador Marrero, 2012).
Imagen de la Verónica: de candelero, del siglo XVIII, de madera tallada y policromada, con las manos alzadas sujetando el paño de la Verónica.
Imagen del Niño Jesús: de bulto redondo, de madera policromada, del XIX, con vestido original de seda, la mano derecha en actitud de bendecir y en la izquierda porta la bola del mundo. Tiene una peana con una inscripción que reza: "Recuerdo de Dña. Francisca Domínguez y la señorita Manuela Peres". Mide 28 x 20 cm aproximadamente.
Imagen de Cristo de los grillos: también denominado de la Humildad y la Paciencia. Talla del XVIII, de vestir, de madera policromada, con pelo largo y barba. Tiene la mano izquierda sobre el pecho, la derecha en el rostro, en actitud pensativa. Se atribuye al imaginero isleño Lázaro González de Ocampo (1651-1714) (Rodríguez Morales & Amador Marrero, 2012).
Imagen de San Pedro orante: talla de candelero, de madera policromada, arrodillado, con barba, las manos cruzadas en el pecho, en actitud de oración.
Imagen del Crucificado: de metal, posiblemente plomo, del XVIII, situado sobre peana de influencia renacentista, de madera policromada y dorada. Fue donado por Francisco Hernández, mide 56 x 31 cm aproximadamente.
Imagen del Nazareno: de candelero, del siglo XVIII, de traza barroca, de madera tallada y policromada y pelo natural, rostro inclinado, frente ensangrentada, corona de espinas, portando una gran cruz. Mide 112 x 44 cm aproximadamente.
OBRAS PICTÓRICAS.
Nave de la Iglesia o nave de San Pedro: cuadro de gran formato situado en la sacristía de la iglesia, realizado entre 1724-1730 por Nicolás de Medina, con la colaboración del carpintero Bartolomé Cabrera que se encargó del marco y de Agustín de Jesús Trujillo, que se encargó de pintar y dorar el mismo. Presenta una iconografía contrarreformista, basada en un grabado de Alardo de Popma realizado para ilustrar la Psalmodia Eucarística de Melchor Prieto, editada en 1622.
Escenas de la vida de la Virgen: cuadro de tres lienzos que conforman un conjunto, situado en la sacristía ocupando dos testeros, donado por el vicario de la isla Esteban González de Socueva en 1735. Es de factura isleña. Se ha apuntado que pueden ser obra de algún seguidor de Cristóbal Hernández de Quintana, aportándose incluso el nombre de Nicolás de Medina, atribución válida solo para algunas escenas, pues parece advertirse más de un autor en el conjunto. Miden 2 x 5 m aproximadamente.
Cuadro de Ánimas: realizado al óleo sobre lienzo y cuenta con un marco de madera, característico de este tipo de cuadros, pintado de negro y decoración vegetal y dorado. El cuadro es del siglo XVIII y conforma el retablo homónimo, situado a los pies de la nave de la epístola. En el se observan, dispuestas en plano horizontal, el infierno en la parte inferior, representado por un monstruo con los condenados en su boca; el purgatorio donde están las almas rodeadas de Santos, destacando Santo Domingo, San Francisco, San Lorenzo, San Pedro, etc.; San Miguel Arcángel está en el plano central, portando la balanza para pesar las almas, y rodeado de una corte de santos situados a ambos lados; la Gloria, en la parte superior, está representada por la Santísima Trinidad. Pudo pertenecer al convento franciscano. El lienzo tiene disposición vertical y mide 5 x 3 m aproximadamente.
ORFEBRERÍA.
Custodia I: obra sevillana donada por el capitán Andrés Lorenzo, probablemente en fecha posterior a la que se ha dicho (1600). Presenta doble nudo, viril en forma de sol, con cuatro campanillas colgantes, rematada con una cruz, con características de las custodias de Renacimiento (Calero Ruiz, 1988).
Custodia II: de forma esbelta, presenta cuatro pequeños pies, columna decorada con motivos vegetales, viril enmarcado con motivos ondulados y rodeado de rayos de diferentes tamaños y remate en cruz. Fue elaborada por Jacinto Ruiz Camacho (1712-1784), orfebre lagunero, en el taller que tenía en Santa Cruz de Tenerife. La donó al templo Agustín Rodríguez Ferrer, según inscripción que presenta la pieza. El mismo orfebre labró otra similar para la iglesia de Haría, Lanzarote (Calero Ruiz, 1988).
Juego de aguamanil: (Lisboa o Madeira, principios del siglo XVII), donado en 1712 por Felipe Matheo de Cabrera (1649-1718), arcediano de Tenerife, a su iglesia de bautismo.
Incensario: (Madeira, siglo XVII), rotulado con las inscripción «DA FABRIC[A D]E FORTE VENTVRA».
Naveta en forma de galeón artillada con seis cañoncitos y con león rampante en la proa, obra también, posiblemente, portuguesa de la misma época.
Cáliz manierista en plata en su color (c. 1623-1625).
Cáliz de plata sobredorada (Cuba, c. 1670-1680) con hojas sobrepuestas en la copa, remitido de La Habana por el capitán Antonio Matheo Cabrera.
Lámpara mayor: firmada por el platero José García Andueza en Santa Cruz de Tenerife en 1808.
Lámpara de plata: donada por Antonio Mateo Cabrera en 1727 para el convento de San Buenaventura, hoy colocada bajo el arco toral de la iglesia parroquial de Betancuria. Obra procedente de "talleres habaneros".
Cruz procesional: cruz de altar de Semana Santa, de plata repujada, con un Cristo dorado y rayos asimismo dorados.
Candelabros: seis, de plata repujada, situados en el altar mayor, miden 72 x 25 cm aproximadamente.
TEXTILES LITÚRGICOS.
En el templo se conservan: un terno rojo confeccionado con damasco carmesí de Granada entre 1669 y 1678 (Pérez Morera, 2003); casullas de color granate; un vestido de nazareno con bordados en plata y perlas; tres casullas blancas decoradas con dorados; una capa pluvial decorada con dorado; una capa negra decorada con dorado; una capa pluvial celeste con el símbolo de María, decorada con tonos ocres, dorados, rosas y malvas; y una mitra blanca decorada con dorados y con flores en tono rosa. En cuanto a su procedencia se "incluyen piezas francesas de Lyon, andaluzas y valencianas".
OTROS BIENES MUEBLES.
Cajonera: mueble destinado a guardar los objetos litúrgicos, realizado en el XVIII en madera de castaño, pintada y dorada por Francisco Hernández. Mide 0,92x5,85x0,61 m aproximadamente.
Pila de agua bendita: situada frente a la puerta principal del templo, realizada de cantería clara, con pie en forma de columna estriada helicoidal y vaso circular.
Pila bautismal: compuesta de dos piezas de piedra labrada con policromía marmoleada de blanco y azul. El soporte es cilíndrico y el vaso de forma circular. Está situada en el baptisterio, en la primera planta de la torre campanario. Mide 119 x 107 cm. Se considera obra realizada por el maestro cantero Julián Sánchez Carmona en el año 1678 (Lavandera López, 2003).
Puerta del baptisterio: de madera policromada, con casetones en el cuerpo inferior y columnillas en el superior, acabada en arco de medio punto, para adaptarse al arco de cantería que da acceso al baptisterio.
Trono: su cronología parecer ser del siglo XVIII, de madera dorada con dosel de perfil mixtilíneo, columnas estilizadas que sobresalen del dosel, con decoración vegetal y formas curvas. Es obra atribuida a Manuel Antonio de la Cruz.
Sagrario-manifestador: de madera dorada y policromada, con el frontal recubierto de plata repujada en su parte central. Está situado sobre la mesa del altar mayor.
Sagrario: de madera policromada y bellamente dorado. En el interior de la puerta se representa un bellísimo pelícano dorado. Situado sobre la mesa del retablo de la cabecera de la nave del evangelio, dedicado a la Inmaculada.
Sillas de sede: tres sillas de sede de madera torneada tallada, tapizadas de color granate. Situadas actualmente en el altar mayor.
Sagrario de campaña: de madera policromada y dorada, en forma de pelícano, muy antiguo. Mide 55 x 28 cm. Situado actualmente en la antesacristía en un mueble expositor.
Tres ataúdes/cajas parroquiales: dos cajas parroquiales para personas adultas, una negra con una calavera pintada y otra de color rosado claro, y una caja infantil de color blanco.
DELIMITACIÓN DEL BIEN.
La Iglesia de Santa María de Betancuria o de nuestra señora de la Concepción está situada en el Conjunto Histórico de Betancuria, declarado como tal en el año 1979. Dicho Conjunto cuenta con Plan Especial de Protección aprobado, que establece los niveles de protección y regula las intervenciones en todo el Conjunto.
Las edificaciones más próximas a la Iglesia de Santa María están catalogadas con un nivel de protección integral, en las que las intervenciones permitidas son solo de consolidación, conservación y restauración. En razón de ello se delimita el bien de interés cultural abarcando el conjunto del edificio, quedando la delimitación definida por los puntos nº 56 a nº 60, cuyas coordenadas UTM son las siguientes: 56 X: 592347.202/Y: 3144645.943; 57 X: 592348.833/Y: 3144648.157; 58 X: 592355.939/Y: 3144674.525; 59 X: 592317.908/Y: 3144684.911; 60 X: 592309.817/Y: 3144654.572. La superficie delimitada como monumento es de 1.204 m2, y su representación gráfica y coordenadas UTM se reflejan en el Anexo 2.
DELIMITACIÓN DEL ENTORNO DE PROTECCIÓN.
El entorno de protección se extiende al espacio contiguo al edificio del templo por todos sus lados. La delimitación del entorno parte del inicio del muro de protección del puente del Barranco del Convento, situado en la calle San Diego de Alcalá. Desde este punto discurre en dirección oeste, atravesando la vía pública, hasta la esquina noreste del muro del osario; continúa por el muro de piedra seca del osario, en dirección oeste, hasta el punto situado en el extremo noroeste del muro del osario que conecta con la esquina de la calle Valtarajal; desde este punto continua en dirección sur por el muro que delimita la calle Valtarajal por el este hasta el punto donde quiebra en dirección oeste, continuando por la calle Valtarajal, discurriendo por el extremo norte de dicha calle por la linde con la edificación allí existente hasta el final del empedrado de la calle, donde quiebra, continuando la línea del remate del empedrado en dirección sur hasta la esquina de una pared de piedra seca. Desde este punto la línea de delimitación continúa en dirección sur, discurriendo por un muro de piedra y por la edificación que delimitan esta calle por el oeste, hasta la esquina norte de la casa de Los Manrique. Desde aquí gira al este discurriendo por un pequeño callejón empedrado que circunda una plaza pequeña hasta dar con la fachada oeste de la Casa Santa María. Desde aquí continúa la línea por la fachada de dicha casa, en dirección norte, recorriendo toda la fachada norte de la casa, hasta la esquina. Desde aquí la línea cruza el callejón empedrado hasta dar con el inicio del muro que delimita la calle Santa María, discurriendo por dicho muro hasta llegar nuevamente al punto de partida inicial.
La superficie delimitada como entorno de protección es de 4.557 m2. La representación gráfica y las coordenadas UTM de la delimitación del entorno de protección, que van desde la 1 (X: 592379.961/Y: 3144690.392 a la 55 (X: 592378.708/Y: 3144690.223), constan en el Anexo 2.
JUSTIFICACIÓN DE LA DELIMITACIÓN DEL ENTORNO DE PROTECCIÓN.
La delimitación se justifica por la finalidad de preservar dicho entorno contiguo, conformado por las calles aledañas y la plaza, de futuras afecciones derivadas de obras o transformaciones físicas de este espacio, que puedan generar impactos negativos directos al inmueble, que impidan su contemplación y estudio. Las edificaciones situadas fuera de la delimitación del entorno de protección forman parte del Conjunto Histórico y gozan de protección integral en el PEP (Plan Especial de Protección), que establece como intervenciones permitidas solo las de consolidación, conservación y restauración, que contribuyen a la preservación de la imagen del Conjunto Histórico.
En cuanto a las actuaciones autorizables en el bien de interés cultual y su entorno de protección se consideran adecuadas las intervenciones tendentes a la conservación en óptimas condiciones del edificio y su entorno. Las manifestaciones culturales de carácter inmaterial autorizables tanto en el edificio como en su entorno serán los usos que tradicionalmente se han desarrollado en estos lugares, que son, por un lado, los vinculados a las manifestaciones religiosas y litúrgicas, y por otro lado, los vinculados a las celebraciones festivas populares como actuaciones musicales, mercadillos, actos culturales, cívicos, lúdicos y fiestas patronales, entre otros. Especial relevancia en estos espacios han tenido históricamente las representaciones del teatro de Navidad, de modo singular el auto sacramental denominado Auto de Reyes de Magos de Betancuria, que forma parte del acervo cultural de la isla, en general, y de Betancuria, en particular. Estas manifestaciones -únicas del teatro sacro navideño de raíz medieval que ha pervivido en la isla hasta la actualidad-, forman parte de la identidad cultural del edificio, de la villa histórica y de la comunidad de personas que lo ha preservado a lo largo del tiempo y que, con su esfuerzo, han mantenido una tradición cultural llegada a la isla con la cultura cristiana y que forma parte de los valores inmateriales del Bien de Interés Cultural y su entorno, dado que han sido los espacios y escenarios que han acogido tradicionalmente esta manifestación religioso-cultural.
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