Mª Paz Gil Díaz, enóloga de la DO Tacoronte Acentejo

Nació entre viñedos, en Tacoronte (Tenerife). En La Laguna cursó los estudios de Ingeniería Técnica Agrícola y en la Universidad de Valladolid obtuvo la diplomatura de Especialista Superior en Viticultura y Enología. Desde hace 25 años trabaja en el Consejo Regulador de la D.O. Tacoronte- Acentejo, del que es gerente.

Me incorporé pronto al mundo laboral, con apenas 20 años. Al principio los escasos reparos que recibía tenían más que ver con el hecho de ser joven que por ser mujer. Empecé a trabajar con un contrato del Cabildo de Tenerife para el laboratorio agrario que se creaba en Anaga y desde entonces estoy vinculada al mundo de la vid y del vino.

¿Un mundo, entonces, eminentemente varonil?

Es es cierto;tradicionalmente estaba, en algunos estadios, cerrado para las mujeres. Se habían consolidado ciertos tópicos pero ya se vislumbraba la llegada de un aire renovador.

Ha vivido muy de cerca esos cambios.¿Se ha feminizado el sector?

Yo diría que se ha normalizado, aceptando la realidad de la sociedad y enriqueciéndose inmensamente pues todos, hombres y mujeres, tenemos mucho que aportar y lo estamos demostrando día a día.. Yo empecé a caminar mostrando ansias de aprender, y afortunadamente sigo manteniendo ese espíritu; antes y ahora me acompaña el deseo de combinar las ganas de aprender con el interés por enseñar, por trasladar los conocimientos adquiridos y avanzar en equipo.

Tacoronte-Acentejo es la Denominación de Origen decana de Canarias y usted participa en ella desde sus orígenes....

Así es; estoy desde que iniciamos el recorrido, que cumple este año sus Bodas de Plata. Comenzamos con carácter provisional, durante cinco años, y superamos el examen que entonces hacia el INDO (Instituto Nacional de Denominaciones de Origen). Hemos avanzado mucho en este cuarto de siglo y lo mejor es que no nos hemos acomodado. Nuestra apuesta constante es la renovación, el sentirnos útiles y servir a los agricultores y bodegueros canalizando sus inquietudes y aportando nuestros conocimientos.

¿Siente la obligación de estar al día?

Pues sí, aunque no lo veo como una obligación sino como una necesidad. Aspiramos a que nos valoren siempre no tanto por haber sido los primeros sino por el esfuerzo que hacemos para seguir siendo los primeros, y eso implica tener todos los sentidos al aviso, atentos a lo que se mueve en todos los ámbitos. No nos sentimos aislados, lejanos del mundo. Los medios que la sociedad ha conquistado permiten disponer de la información más actual, que llega directamente a nuestras manos y en nosotros  está la posibilidad de encauzar iniciativas. Me siento muy dichosa de poder hacer balance y observar los logros que hemos conseguido partiendo del impulso dado al sector embotellador, el disponer de un espacio para la comercialización y para destacar la amplia e importante historia de nuestros vinos como es la Casa del Vino en el Sauzal, el disponer de la bodega comarcal en Tacoronte, el haber impulsado la primera sociedad agraria de transformación y crear a su vez la  interprofesional del sector del vino Aivita, que ha sido la primera que se constituye en España, el que hayamos contribuido a diseñar la OCM del vino y con ello se haya podido reconvertir el 50% de la superficie del sector...

¿Pero el vino sigue teniendo articulo masculino?

Sí, pero la uva es femenino y sin uvas no hay vino. Hoy tenemos más de 1900 inscritos, hombres y mujeres que son los productores, con más de 1200 ha y unas 40 bodegas. Llevamos al mercado un producto de alta calidad, que se supera año tras año.

¿Algo más?

Pues sí, y es lo más importante: que vamos a seguir con igual o mayor empuje. Lo nuestro es un trabajo de equipo y no tenemos fronteras ni espacios que nos separen. Los límites que existían antes se han visto felizmente superados.