Gofio Canario

Cuando llegaron los primeros pobladores europeos a Canarias, observaron que los aborígenes isleños preparaban un alimento a partir de granos de cebada y otros cereales que, ligeramente tostados, molían en molinos de piedra manuales.

Ese producto fue denominado por los aborígenes "Gofio" o "Ahoren", aunque sólo se ha preservado el primer vocablo.

La conquista de Canarias originó un cambio en las materias primas utilizadas para la elaboración del gofio por los habitantes de las islas, primero con la introducción del trigo y, posteriormente del maíz, momento en el que comienza el abandono del gofio de cebada, aunque todavía hoy se sigue utilizando.

Hoy en día, se han incorporado actuaciones mecánicas para realizar alguna de las fases del proceso de elaboración como la limpieza y la molturación de cereal, pero, a pesar de ello, tanto el fundamento del tostado como del molido ancestrales sigue conservándose, gracias a la experiencia, en muchos casos heredada, del maestro molinero, lo que le da una particular autenticidad a la vista, olfato y al tacto.