La prevención de riesgos laborales tiene un alto componente técnico, tanto por las normas en las que se basan sus actuaciones, como por la precisión que se exige en la evaluación de riesgos y en la comprobación de las consecuencias para la seguridad y la salud de los trabajadores.

En muchas empresas, centros y puestos de trabajo la población trabajadora está expuesta a la acción de contaminantes; o manipulan sustancias, materias primas o maquinarias que pueden afectar su seguridad o su salud.

El Empresariado, fabricantes, importadores, servicios de prevención propios o ajenos u otras formas de organización de los recursos de la empresa para el desarrollo de la actividad preventiva tienen la responsabilidad y la obligación de que la actividad laboral se realice de forma segura.

Por ello, las funciones del Instituto son entre otras las de investigación de las empresas que puedan presentar irregularidades, las de asistencia y asesoramiento técnico a empresas, organizaciones sindicales y empresariales así como la de asistencia técnica a las autoridades laborales de Canarias en materia de prevención de riesgos laborales. Para realizar estas funciones se apoya en las distintas disciplinas técnicas, las cuales se especializan en áreas determinadas pero todas ellas encaminadas a lograr que los trabajos sean seguros, sanos y confortables para las personas.