DOSSIER: TELETRABAJO, UNA HERENCIA DE LA PANDEMIA


Teletrabajo, una herencia de la pandemia: desafíos y oportunidades 

Informe Mensual - Caixa Bank
Número 448 – Septiembre 2020


La oficina del futuro: ¿vuelta al pasado?
Clàudia Canals y Oriol Carreras
La irrupción de la COVID-19 ha impactado de lleno en numerosos ámbitos, hábitos sociales y económicos. El lugar y la manera en la que trabajamos es solo uno de ellos. Hasta ahora, las oficinas eran un espacio de trabajo, de reunión y de socialización. Un trabajo, no obstante, que cada vez con más frecuencia se puede llevar a cabo desde cualquier lugar. Unas reuniones que, a menudo, también pueden realizarse a distancia. Y una socialización que, con las actuales medidas de distanciamiento físico, resulta cuanto menos compleja en un entorno laboral compartido. En tiempos de coronavirus, ¿están las oficinas heridas de muerte?

Teletrabajo y productividad: un binomio complejo
Clàudia Canals y Oriol Carreras
La COVID-19 y las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar su avance han obligado a teletrabajar a un gran número de personas. Se trata de una práctica que, hasta el momento, estaba poco extendida en nuestra sociedad, pero que, seguramente, perdurará más allá de esta pandemia. El paso de ir a la oficina –donde se desarrollan un gran número de tareas susceptibles de llevarse a cabo en remoto– a teletrabajar tiene efectos en muchos ámbitos, desde los puramente económicos hasta los sociales. En este artículo nos centramos en la esfera económica, en particular en las consecuencias del teletrabajo en la productividad.

¿Cómo afecta el teletrabajo a la sociedad y a nuestro modo de vida?
Clàudia Canals y Oriol Carreras
El teletrabajo, a pesar de toda la tecnología que lo hace posible, es un concepto que difícilmente se puede tildar de moderno. Hasta el siglo XIX, lo que hoy conocemos como trabajo en remoto era el formato habitual para muchos: trabajar desde casa formaba parte de la normalidad de artesanos y campesinos, que desarrollaban parte o la totalidad de su actividad profesional en un espacio destinado a ello en sus viviendas. Con la Revolución Industrial, la fábrica y la oficina –tal y como hemos visto en el primer artículo de este
Dossier– desplazaron al taller doméstico y pasaron a ser el principal ámbito laboral. Con muchos matices, así ha sido desde entonces.

¿Cómo modificará el teletrabajo la movilidad urbana y las decisiones residenciales?
Clàudia Canals, Oriol Carreras, Judit Montoriol-Garriga y Lukas Schaefer
La pandemia de coronavirus ha obligado a teletrabajar a un elevado porcentaje de españoles. Y aunque con el levantamiento de las medidas de distanciamiento social este porcentaje ha ido disminuyendo, muchas empresas ya se están planteando la opción de ofrecer a sus empleados una modalidad de trabajo más flexible, en la que se combinen jornadas presenciales en la oficina con otras en remoto.
Ante esta previsible tendencia al alza del teletrabajo, en este artículo analizaremos sus implicaciones en la movilidad urbana y, desde una perspectiva a más largo plazo, sus implicaciones en el mercado inmobiliario residencial. Al fin y al cabo, muchas familias deciden comprar una vivienda cerca de su lugar de trabajo para minimizar el tiempo que destinan a los desplazamientos. Pero si la necesidad de acudir presencialmente al trabajo se limita a unos pocos días a la semana, la decisión de dónde residir puede variar considerablemente.

 

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