Estás en:
El Gobierno de Canarias aprobó la celebración del Día de las Letras Canarias, que se realiza cada 21 de febrero. La elección de este día como fecha conmemorativa obedece a que, ese mismo día del año 1813, tuvo lugar en Las Palmas de Gran Canaria el fallecimiento de José de Viera y Clavijo, polifacético autor canario que constituye un claro exponente de nuestra literatura y que entronca con varias áreas de conocimiento. Con la institucionalización del Día de las Letras Canarias, el Gobierno pretende reconocer la labor llevada a cabo históricamente por los autores canarios dedicados a cualquier faceta de la cultura, en el convencimiento del importante valor que tiene para la comunidad el conocimiento de sus literatos, investigadores, críticos, editores y, en general, de todas aquellas personas que de una u otra manera forman parte del sector del libro y que ayudan al desarrollo cultural de las Islas. Por eso, cada año está dedicado a uno o a varios autores que transmitan los valores que la comunidad canaria quiere que prevalezcan. El presente año 2018 está dedicado a Pino Ojeda (1916-2002).
Pino Ojeda Quevedo (El Palmar de Teror, 1916 - Las Palmas de Gran Canaria, 2002) es una de las escritoras y artistas plásticas de proyección internacional que con mayor fuerza reclaman ser rescatadas del olvido cruel e inexplicable al que ha sido sometida dentro de las fronteras de su propio país.
Pino Ojeda comienza a escribir poesía a partir de la trágica muerte de su marido en 1939, acaecida en el frente de batalla de Extremadura, durante la Guerra Civil Española. Este hecho origina una literatura intimista que transita los temas de la soledad, el desamor, el inexorable paso del tiempo, la muerte y la esperanza. Su trayectoria literaria se inicia en 1940, en la revista tinerfeña Mensaje, donde da a conocer algunos de sus poemas.
Además, esta revista publica su primer libro, Niebla de sueño, en 1947. Sin embargo, es en 1952, año en el que logra el Primer Accésit del Premio Adonais con su poemario Como el fruto en el árbol (publicado en 1953), cuando empieza a ser reconocida a nivel nacional dentro del gremio de escritores, realizando lecturas y recitales en ciudades como Barcelona y Madrid, donde establece lazos de amistad con la pléyade de autores españoles de posguerra: Gerardo Diego, Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre o Carmen Conde, entre otros.
Leer más | ![]() |
En 1956, Pino Ojeda recibe el Premio Tomás Morales por 'La piedra sobre la colina', un poema dividido en doce estancias publicado en 1964. En 1987 aparece 'El alba en la espalda'; y en 1993, 'El salmo del rocío', libro de poemas que obtuvo el Primer Premio Mundial de Poesía Mística, convocado por la Fundación Fernando Rielo en 1991. Póstumamente se publica 'Árbol del espacio' (2007), ilustrado por Plácido Fleitas y Juan Ismael.
El resto de su obra literaria (relatos y obras de teatro) permanece todavía, e inexplicablemente, inédita. En 2017 apareció su única novela, hasta hoy inédita, Con el paraíso al fondo, que fue finalista del Premio Nadal en 1954, así como el poemario El derrumbado silencio, que también permanecía inédito.
Colaboradora en revistas nacionales y extranjeras, como Poesía Española (Madrid), Estafeta Literaria (Madrid), Revistart (Barcelona), Caracola (Málaga), Al-Motamid (Tetuán) o Profil Littéraire de la France (Bélgica, dirigida por Henri de Lescoët), por citar sólo algunas, Pino
Ojeda tuvo la valentía de fundar y dirigir, desde Gran Canaria, su propia revista. Se trata de Alisio. Hojas de poesía (1952-1955), en la que publicarían autores destacadísimos de la Generación del 27, de la Generación del 50, o bien, a caballo entre ambas.
Costeada con sus propios ahorros, Alisio... es una apuesta de Pino Ojeda no solo por establecer sólidos lazos creativos entre las islas y la península, rompiendo así los límites ficticios del horizonte; sino también, por aunar arte plástico y literatura, puesto que en estos pliegos poéticos son muy importantes las ilustraciones, con las que se retrata al poeta que protagoniza cada entrega. La edición, caracterizada por una elegante sobriedad, se vio enriquecida al añadir, también, la firma autógrafa de cada autor.
Gerardo Diego, Pedro Salinas, Pedro Perdomo Acedo, Ventura Doreste, Manuel Pinillos, Carmen Conde, Jacinto López Gorgé, Pino Ojeda, Rafael Montesinos, Vázquez Díaz, Chona Madera, Leopoldo de Luis, Gabriel Celaya, González Castrillo, Joaquín de Entrambasaguas, Juan Ismael, Manolo Millares, Vicente Aleixandre, José Luis Cano, Enrique Azcoaga, Concha Zardoya, Pedro Lezcano, Carlos Rodríguez Spiteri, Angelina Gatell, Dictinio del Castillo Elejabeitia, Emeterio Gutiérrez Albelo, María Beneyto, Ramón González-Alegre Balgoma, Mario Ángel Marrodán, Miguel Fernández, Juan Ramón Jiménez y el francés Louis Emié componen la nómina de poetas e ilustradores que constituyeron el recorrido de Alisio. Hojas de poesía, tejiendo con sus obras, durante dos años y medio, una línea de poesía social y de encorajinada denuncia de los rescoldos de la guerra. Porque, como es lógico, el hecho de fundar la revista en 1952 fue determinante en la elección de las líneas temáticas más presentes en los pliegos: el contenido político, social y espiritual es constante, como una bandera que reclamara libertad y justicia, desde las primeras hasta las últimas colaboraciones.
Su faceta como artista plástica
En el plano pictórico, Pino Ojeda logró exponer su obra en países como Estados Unidos, Suiza, Suecia, Alemania e Italia, realizando exposiciones individuales y colectivas, itinerantes y permanentes, en museos y galerías, además de ser alabada por renombrados críticos de arte, que la consideran una de las precursoras del arte abstracto en Canarias. Imaginemos lo que suponía, para una mujer canaria de los años cincuenta, viuda y madre de un hijo, llevar a cabo todas estas actividades culturales, realizando viajes internacionales en solitario cargando lienzos y materiales, además de desafiar las constreñidas normas de la dictadura franquista.
Entre otras actividades y efemérides de su trayectoria en las artes plásticas, cabe destacar: en 1947 ingresa en la Escuela Luján Pérez, si bien ya habían transcurrido varios años desde que empezara a pintar. En 1955 expone por primera vez su obra pictórica en la 3ª. Bienal Hispanoamericana de Arte en Barcelona. Dos años más tarde, se celebra la primera exposición antológica de su obra pictórica en el Instituto de Estudios Hispánicos del Puerto de la Cruz, en Tenerife. En los años cincuenta, la pintora funda la Galería Arte en la Playa de Las Canteras, dedicada exclusivamente a la exposición y la venta de obras de numerosos artistas plásticos; y en 1959, exhibe su obra en la Biblioteca Nacional de París.
En 1960, accede a las Academias Municipales de Las Palmas, con el objetivo de perfeccionar su dibujo. En 1961, expone con el Grupo Espacio, siendo una de sus fundadoras. Al año siguiente, recibe el Primer Premio en el Certamen Nacional de Artes Plásticas por su obra Ciudad amurallada. En 1964 expone en Mallorca, en la Galería Grifé & Escoda, en cuyo catálogo, el escritor Camilo José Cela presenta la obra de Pino Ojeda. Este mismo año, también expone en la Sala Club Pueblo, en Madrid. En 1965 destaca la exposición de la obra de Pino Ojeda en el Ateneo de Barcelona y en la Galería Syra. Al año siguiente, la pintora grancanaria recibe el Primer Premio de Pintura en la 12 Exposición Regional de Bellas Artes, por su obra Serenidad, en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria. En 1972, Pino Ojeda exhibe sus obras en la Galería St. Paul de Estocolmo, en Suecia. Al año siguiente, expone en la Galería Giorgi de Florencia, en Italia. Entre 1973 y 1975, realiza estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Las Palmas de Gran Canaria, y comienza sus estudios de cerámica con el maestro Eduardo Andaluz.
En 1975, destaca su exposición en la Galería Margherita di Porto Potenza, en Italia. Un año más tarde, expone en la Galería Luciano Berti, en Berna, Suiza; y en 1977, lo hace en la Galería John W. Allen en Florida, Estados Unidos. Al año siguiente, expone en la Galería Hans Kramer de Friburgo, en Alemania. En 1980 se celebra su 2.ª Exposición Antológica, en la inauguración de la Galería Malteses de Las Palmas de Gran Canaria. Entre 1980 y 1983, su invalidez temporal sólo le permite trabajar en obras de pequeño formato, y en sus dibujos psíquicos y collages. En el año 2000, se realiza la 1.ª Exposición de "Pioneras del Arte Canario: Lola Massieu, Jane Millares, Pino Ojeda", en el Casino de Las Palmas de Gran Canaria. En 2001, se celebra la 2.ª Exposición "Pioneras del Arte Canario", en el Museo Municipal de Arucas.
El caso de Pino Ojeda representa una paradoja: por un lado, goza de un gran prestigio a nivel nacional e internacional entre los críticos literarios y de arte: han escrito artículos y reseñas muy favorables sobre sus obras el poeta, crítico y miembro de la Real Academia Sueca Artur Lundkvist, el crítico de arte José Corredor-Matheos, la escritora Carmen Conde o la crítica literaria y Premio Canarias de Literatura María Rosa Alonso, por citar sólo a algunos.
También cuenta con una detallada biografía, realizada por el historiador Juan Francisco Santana Rodríguez, titulada Pino Ojeda: Pintora y poeta (2008), está incluida en diversas antologías y ha sido traducida a los idiomas sueco, italiano, alemán, inglés y francés. En la actualidad, la filóloga Covadonga García Fierro (Universidad de La Laguna) realiza una tesis doctoral sobre la autora.
La difusión de su obra, una tarea pendiente
Sin embargo, Pino Ojeda continúa siendo una desconocida para la mayor parte de los lectores de Canarias. Sus obras publicadas –muy pocas, en comparación con los numerosos inéditos que se conservan–, a pesar de haber obtenido premios de enorme notoriedad, no se encuentran en el circuito editorial: solamente se pueden conseguir en algunas bibliotecas y librerías de segunda mano. Y lo que es más grave, es una figura difusa y escasamente atendida dentro del campo académico –plástico y filológico– de las Islas, en trabajos especializados y de largo aliento. Por este motivo, es necesario un proceso de concienciación y divulgación de su figura, ahora más que nunca, en la tierra que la vio nacer.
© Gobierno de Canarias