BOC - 2007/105. Viernes 25 de Mayo de 2007 - 835

III. OTRAS RESOLUCIONES - Consejería de Educación, Cultura y Deportes

835 - DECRETO 102/2007, de 15 de mayo, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de ámbito local "Las Fiestas Juradas de San Miguel Arcángel", en el término municipal de Tuineje, isla de Fuerteventura.

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Visto el expediente instruido por el Cabildo Insular de Fuerteventura para la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de ámbito local, a favor de Las Fiestas Juradas de San Miguel Arcángel, en el término municipal de Tuineje y teniendo en cuenta los siguientes

ANTECEDENTES DE HECHO

I. Mediante Decreto de la Consejera Delegada de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Fuerteventura de 12 de marzo de 2004, se incoa expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de ámbito local a favor de Las Fiestas Juradas de San Miguel Arcángel, sometiendo el mismo a información pública, por el plazo legalmente establecido.

II. Habiendo sido notificado el trámite de audiencia a los interesados, por el plazo de 10 días, no consta la presentación de alegaciones por los interesados en el mismo.

III. Recabados los preceptivos dictámenes a la Universidad de La Laguna, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Instituto de Estudios Canarios y al Museo Canario, consta el informe favorable emitido por La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

IV. Por Decreto de la Consejera Delegada de Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Fuerteventura, de 30 de julio de 2004, se resuelve elevar el expediente al Gobierno de Canarias para la resolución del procedimiento, y en sesión celebrada el 3 de noviembre de 2004 el Consejo Canario del Patrimonio Histórico emite informe favorable para la declaración como Bien de Interés Cultural con categoría de ámbito local a favor de "Las Fiestas Juradas de San Miguel Arcángel", en el municipio de Tuineje, isla de Fuerteventura.

V. Consta el informe favorable emitido por la Comisión Mixta Comunidad Autónoma de Canarias-Iglesia Católica de 17 de abril de 2007.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

I. La tramitación de dicho expediente se ha llevado a efecto según lo determinado en la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias.

II. El artículo 18.3.c) de la citada Ley 4/1999, establece que serán declarados de interés cultural con arreglo a la categoría de ámbito local las manifestaciones de la cultura popular, arraigadas o en peligro de extinción que contengan valores presentes en un ámbito inferior a una isla.

III. Conforme establece el artículo 22.1 del mismo texto legal, la declaración de Bien de Interés Cultural se realizará mediante Decreto del Gobierno de Canarias, a propuesta de la Administración actuante y previo informe favorable del Consejo Canario del Patrimonio Histórico, trámites todos ellos, que se han cumplido y que constan en el expediente administrativo.

En su virtud, a propuesta del Consejero de Educación, Cultura y Deportes, visto el informe del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, y tras la deliberación del Gobierno en su reunión del día 15 de mayo de 2007,

D I S P O N G O:

Declarar Bien de Interés Cultural, con categoría de ámbito local "Las Fiestas Juradas de San Miguel Arcángel", en el municipio de Tuineje, isla de Fuerteventura, según la descripción recogida en el anexo que acompaña a este Decreto.

Contra el presente acto, que pone fin a la vía administrativa, cabe interponer recurso potestativo de reposición ante el Gobierno, en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente al de su notificación o publicación, o directamente recurso contencioso-administrativo ante la Sala competente de lo Contencioso-Administrativo, del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente al de su notificación o publicación; significando que, en el caso de presentar recurso de reposición, no se podrá interponer recurso contencioso-administrativo hasta que se resuelva expresamente el recurso de reposición o se produzca la desestimación presunta del mismo, y todo ello sin perjuicio de cualquier otro que pudiera interponerse.

Dado en Santa Cruz de Tenerife, a 15 de mayo de 2007.

EL PRESIDENTE

DEL GOBIERNO,

Adán Martín Menis.

EL CONSEJERO DE EDUCACIÓN,

CULTURA Y DEPORTES,

Isaac Cristóbal Godoy Delgado.

A N E X O

FIESTAS JURADAS DE SAN MIGUEL EN TUINEJE

Reseña Histórica.

Las Fiestas Juradas de San Miguel de Tuineje tienen su origen en unos hechos históricos acaecidos en 1740, omnipresentes en la vida de los habitantes de su municipio y de la isla de Fuerteventura a lo largo de los 267 años transcurridos: las victorias sobre los invasores ingleses de 13 de octubre y de 24 de noviembre de aquel año de 1740, en las batallas de El Cuchillete y del Llano Florido, también llamada de Tamacite.

Del desarrollo y resultado final de estos episodios bélicos, existe amplia documentación en los archivos insulares y nacionales, recopilada por los historiadores Antonio de Bethencourt y Aurina Rodríguez, autores del libro "Ataques Ingleses contra Fuerteventura, 1740".

Recogen con absoluta precisión Bethencourt y Rodríguez, cómo ese año de 1740, una Fuerteventura aislada, sin fortificaciones, armas ni comunicaciones, se ve inmersa en la que se llamó Guerra de la Oreja entre España e Inglaterra, ante un enemigo bien pertrechado y de amplia experiencia en lo que se denominaba entonces guerra en corso. Una modalidad de piratería, sin otros objetivos más allá del pillaje y el saqueo de bienes y esclavitud de personas. Una faceta de la guerra que apareja graves perjuicios económicos y depredaciones en las comunidades atacadas, por los sufrimientos y tragedias humanas que desencadenan entre sus víctimas. Los corsarios, a bordo de sus navíos de guerra partían de Funchal, capital de Madeira, un puerto bajo dependencia de Portugal, neutral en el conflicto hispano inglés, que los británicos aprovechan como base, mercado y centro de información acerca de lugares vulnerables, presas propicias para sus correrías. Es aquí, donde tuvo que circular el rumor de lo fácil que sería adquirir un rico botín desembarcando en Fuerteventura para llegar hasta su capital, Betancuria y exigir un fuerte rescate. Esta es la hipótesis más verosímil que apuntan Bethencourt y Rodríguez, en la búsqueda de las claves para que Fuerteventura se viese envuelta en una guerra particular entre británicos y majoreros, en medio de la inmensidad atlántica.

Un conflicto presidido por la confrontación de sentimientos religiosos. Confrontación religiosa con las armas en la mano que despierta en los contendientes el odio y la sed de exterminio. El reiterado despojo vandálico de la ermita de San Miguel en Tuineje, la sacrílega profanación de la Virgen del Buen Viaje, la forma en que arrancan el brazo y bastón de la imagen del Arcángel y el robo de vasos y ornamentos sagrados, es clara muestra del comportamiento colectivo del bando agresor. A ello responden los majoreros con una profesión de fe y providencialismo enraizados en lo más hondo de sus convicciones religiosas y la necesidad de defender la isla, la tierra y la Patria, anteponiendo el honor a la vida y entrando en combate bajo la advocación de la Virgen de la Peña y su patrón San Miguel Arcángel.

Del desembarco inglés en Gran Tarajal "con las últimas luces", ya anochecido del día 12 de octubre, la difusión de la noticia entre los lugareños, la llegada del invasor a Tuineje, en la madrugada del día 13, sus fechorías y retirada, el encuentro con los defensores mandados por el Gobernador de Armas de Fuerteventura, Teniente Coronel José Sánchez Umpiérrez, donde llaman Los Quemados del Cuchillete, por sobre la Ventosilla, entre la Fuente de Bartolo, al este y El Cuchillete, al sur, hoy kilómetro 5,200 de la carretera de Gran Tarajal a Tuineje y la total derrota corsaria "sin dejar alguno que llevara noticia a su embarcación", encontramos cumplido detalle en la obra de Bethencourt y Rodríguez, que beben en las fuentes de sus protagonistas, a través de los escritos del Gobernador Sánchez Umpiérrez y las declaraciones y testimonios de los vecinos para la información testifical, abierta por el alcalde mayor de Fuerteventura.

Tras el éxito anterior, los habitantes de Fuerteventura volvieron al aislamiento de siempre, pero esta vez, sometidos a la incertidumbre de encontrarse expuestos a nuevos combates y al agobio de las guardias y alertas ordenadas por el Gobernador Sánchez Umpiérrez, ante la presencia de goletas británicas en las aguas insulares y la desaparición de varias embarcaciones locales a manos de los corsarios. En esta situación, se llega al día 24 de noviembre "al salir el lucero del alba", el corsario Davidson desembarca un grupo de 55 ingleses fuertemente armados, en la ensenada de Gran Tarajal, que pone rumbo a Tuineje. Pero esta vez, los hombres de Sánchez Umpiérrez estaban mejor organizados y las compañías de Tuineje, Tiscamanita, Agua de Bueyes, Casillas de Morales y Antigua, se concentraron en el "puesto destinado", al que se incorpora el propio gobernador al mando de la compañía de Pájara. Los ingleses tomaron de nuevo Tuineje y repitieron el saqueo de la Ermita de San Miguel y los hechos irrespetuosos, esta vez con la imagen del Santo a la que arrancaron un brazo y despojaron de su bastón, que se llevaron como trofeo. Los defensores los esperaron al Sur de Tuineje, en la llanura conocida como Llano Florido, situada entre el pueblo y las faldas de la montañeta de la Guerra y la de Tamacite. Esta vez, las tropas locales, en mayor número, mejor atinadas, con mayor presencia de caballería y mejor organizadas, no dieron cuartel y los 55 ingleses quedaron tendidos sobre el campo de batalla por siete muertos y 15 heridos por el lado majorero.

Estas gloriosas gestas calaron muy hondo entre los pobladores de Tuineje que acudieron al combate bajo la advocación de la Virgen de la Peña y su Señor San Miguel, a cuya intersección divina atribuyen la victoria. Y sería el Gobernador Sánchez Umpiérrez, en uno de sus múltiples escritos al Comandante General de Canarias, quien daría origen al secular juramento de los habitantes de Tuineje con su Señor San Miguel: "Debo decir a Vuestra Excelencia que habiendo entrado el enemigo en este lugar, y apoderándose de la ermita de que es patrono el Señor San Miguel, le rompieron el bastón y le arrancaron un brazo, el cual llevaban consigo y, cristianamente discurriendo, debe más considerarse que fue éste el brazo que tiró y venció, permitiendo el cielo la victoria en desagravio suyo. Es lógico que se nos adelante el pensamiento a jurarle copatrono en fiestas de militares en uno de los días de estos sucesos felices".

Desde entonces, cada 13 de octubre los majoreros de Tuineje y de Fuerteventura entera, acuden a postrarse ante su Señor San Miguel, en cumplimiento de la promesa hecha por sus antepasados por tan altos favores recibidos.

Descripción y significado.

Tal como indica Felipe Bermúdez Suárez, en su libro Fiesta Canaria. Una Interpretación Teológica. (Publicaciones del Centro Teológico, 1991), las Fiestas Juradas de San Miguel en Tuineje, pertenecen al grupo que cataloga de Fiestas Históricas "cuyo origen y celebración actual, hacen referencia directa a un acontecimiento importante del pasado isleño. Y añade, es cierto que algunas han ido perdiendo su vinculación original al acontecimiento que les dio su razón de ser; y existen otras, que sólo se celebran evocando el evento que está en la raíz de la misma celebración". Y en referencia directa a las Fiestas Juradas de Tamacite "Se celebran cada 13 de octubre, siendo una de las más concurridas de la isla. Su solemnidad ha ido aumentando en los últimos años y evoca un hecho histórico que está omnipresente en toda la celebración: la invasión de unos piratas ingleses en 1740 y la expulsión de los mismos, por parte de los majoreros".

A la solemnidad religiosa de los actos litúrgicos, se une a partir de 1975 la representación de los "Cantares de Tamacite y del Señor San Miguel"composición poético musical que, con los aires del folklore y al son de mazurcas, malagueñas, isas, folías, polkas, sorondongos se cantan y bailan en la iglesia parroquial el día principal de las fiestas.

Mil setecientos cuarenta,

Isla de Fuerteventura:

Años de triste amargura

Según la historia nos cuenta.

Otra representación de hondo calado, incorporada en los últimos veinte años, es la del desembarco inglés en la playa de Gran Tarajal y su encuentro con los vecinos, convirtiendo el pueblo de Tuineje y el Llano Florido en escenario de la batalla.

La gran Romería y Ofrenda del 12 de octubre, víspera de la fiesta principal, con sus carretas tiradas por yuntas de burros, bueyes y camellos y la función religiosa y procesión del Señor San Miguel, al día siguiente, ponen brillantísimo colofón a unas fiestas de secular tradición, que evocan un pasado glorioso para Fuerteventura, legado patrimonial de quienes nos antecedieron y orgullo de los que hoy somos de aquí y aquí vivimos.



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