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BOC Nº 240. Jueves 11 de Diciembre de 2014 - 5428

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III. OTRAS RESOLUCIONES - Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda

5428 DECRETO 111/2014, de 28 de noviembre, por el que se modifica la delimitación del Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, "Barrio de los Hoteles-Pino de Oro", en el término municipal de Santa Cruz de Tenerife, isla de Tenerife.

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Visto el expediente instruido por el Cabildo Insular de Tenerife para la modificación de la delimitación del Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, "Barrio de los Hoteles-Pino de Oro", situado en el término municipal de Santa Cruz de Tenerife y teniendo en cuenta los siguientes

ANTECEDENTES DE HECHO

I. Mediante Decreto 67/2007, de 2 de abril, "El Barrio de los Hoteles-Pino de Oro" fue declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, por el Gobierno de Canarias.

II. Mediante Resolución del Director Insular de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de Tenerife, de 25 de marzo de 2013, se incoa expediente para la modificación de la delimitación del Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico "Barrio de los Hoteles-Pino de Oro", situado en el término municipal de Santa Cruz de Tenerife, sometiendo el mismo a información pública, por el plazo legalmente establecido.

III. Notificado el trámite de audiencia a los interesados, por el plazo de 15 días, consta la presentación de alegaciones, las cuales fueron desestimadas.

IV. Solicitados los preceptivos dictámenes a la Universidad de La Laguna y al Organismo Autónomo de Museos y Centros, constan los informes favorables emitidos por ambos Organismos.

V. Por Resolución del Consejero Delegado del Área de Gobierno Abierto, Acción Social, Educación, Juventud, Igualdad, Cultura y Deportes del Cabildo Insular de Tenerife, de 13 de enero de 2014, se resuelve elevar el expediente al Gobierno de Canarias para la resolución del procedimiento.

VI. El Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, en sesión celebrada el 4 de junio de 2014, emite informe favorable para la modificación de la Delimitación del Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, "Barrio de los Hoteles-Pino de Oro" situado en el término municipal de Santa Cruz de Tenerife, isla de Tenerife.

VII. Con fecha 21 de octubre de 2014, D. Enrique Gómez Alonso presenta denuncia de mora. Siendo ello así, el Gobierno de Canarias dispone de dos meses para la declaración de la modificación de la delimitación del Bien de Interés Cultural (plazo que vence el día 21 de diciembre de 2014). De no resolverse en tal plazo, y a tenor de lo dispuesto 21.2 de la Ley 4/1999, de 15 de marzo, el expediente de declaración de la modificación quedaría caducado y sin efecto, no pudiendo volver a incoarse hasta después de tres años.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

I. La tramitación de dicho expediente se ha llevado a efecto según lo determinado en la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias.

II. El artículo 18.1.b) de la citada Ley 4/1999, de 15 de marzo, define la categoría de Conjunto Histórico como "agrupación de bienes inmuebles que forman una unidad de asentamiento de carácter urbano o rural, continua o dispersa, o núcleo individualizado de inmuebles condicionados por una estructura física representativa de la evolución de una comunidad humana por ser testimonio de su cultura o constituir un valor de uso y disfrute para la colectividad".

III. El artículo 25 del mismo texto legal establece que "previa instrucción del correspondiente expediente por el mismo procedimiento que para el caso de la declaración, y mediante decreto, puede quedar sin efecto la declaración de bien de interés cultural, o modificada su delimitación o la de su entorno. Se requerirá, en todo caso, informe favorable, de al menos, dos de las instituciones consultivas correspondientes y del Consejo Canario del Patrimonio Histórico".

IV. El artículo 21.2 de la mencionada Ley 4/1999, de 15 de marzo, establece que "una vez denunciada la mora, la Administración actuante dispondrá de dos meses para concluir el expediente y elevarlo al Gobierno de Canarias para la declaración del bien de interés cultural la que deberá producirse en el plazo de dos meses a partir de la recepción".

V. El artículo 22.1 del reiterado texto legal establece que la declaración de Bien de Interés Cultural se realizará mediante Decreto del Gobierno de Canarias, a propuesta de la Administración actuante y previo informe favorable del Consejo Canario del Patrimonio Histórico, trámites todos ellos, que se han cumplido y que constan en el expediente administrativo.

En su virtud, a propuesta de la Consejera de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda, visto el informe favorable del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias y tras la deliberación del Gobierno en su reunión de celebrada el día 28 de noviembre de 2014,

D I S P O N G O:

Modificar la delimitación del Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, "Barrio de los Hoteles-Pino de Oro" situado en el término municipal de Santa Cruz de Tenerife, isla de Tenerife, según la descripción y ubicación en plano que se contienen en los Anexos I y II de este Decreto.

Contra el presente acto, que pone fin a la vía administrativa, cabe interponer recurso potestativo de reposición ante el Gobierno, en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente al de su notificación o publicación, o directamente recurso contencioso-administrativo ante la Sala competente de lo Contencioso-Administrativo, del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente al de su notificación o publicación; significando que, en el caso de presentar recurso de reposición, no se podrá interponer recurso contencioso-administrativo hasta que se resuelva expresamente el recurso de reposición o se produzca la desestimación presunta del mismo, y todo ello sin perjuicio de cualquier otro que pudiera interponerse.

Dado en Las Palmas de Gran Canaria, a 28 de noviembre de 2014.

EL PRESIDENTE

DEL GOBIERNO,

Paulino Rivero Baute.

LA CONSEJERA DE CULTURA, DEPORTES,

POLÍTICAS SOCIALES Y VIVIENDA,

P.S. (Decreto 129/2014, de 28 de noviembre,

del Presidente),

EL CONSEJERO DE ECONOMÍA,

HACIENDA Y SEGURIDAD,

Javier González Ortiz.

A N E X O I

DELIMITACIÓN.

La modificación de la delimitación del Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, a favor del Barrio de Los Hoteles-Pino de Oro, supone la ampliación del ámbito ya declarado mediante decreto del Gobierno de Canarias de fecha 2 de abril de 2007 y publicado en el Boletín Oficial de Canarias nº 74, de 13 de abril de 2007, de tal manera que la descripción pormenorizada de la delimitación de los espacios en los que se amplía el Bien de Interés Cultural es la siguiente:

El límite Este del Conjunto Histórico se amplía para englobar la totalidad de los inmuebles con fachada a la calle José Naveiras, en su tramo comprendido entre la calle Méndez Núñez y la Rambla de Santa Cruz, incluyéndose, además, los números 1 al 7 de la calle Doctor Guigou. Se incorpora, asimismo, el ámbito correspondiente al Hotel Mencey y a la Casa Duque, de modo que el límite discurre por el eje de la calle Pintor José Aguiar, englobando el inmueble correspondiente a los Lavaderos, para desviarse por el eje de la calle Marañuelas y por la margen occidental de la parcela de la Casa Duque hasta conectar con el eje de la calle José Naveiras.

En la margen Oeste de la Avenida 25 de Julio, entre la Rambla de Santa Cruz y la calle José Naveiras, el límite se desplaza a los planos de fachada de aquella, englobando la totalidad de los inmuebles nº 33 y 35.

En la margen NO de la Rambla de Santa Cruz hasta su intersección con la calle Horacio Nelson, el límite se amplía para incluir la totalidad de los inmuebles cuyas fachadas se orientan hacia este lado de la vía, así como los números 2 al 12 de la calle General Ramos Serrano, y el nº 2 de la calle Horacio Nelson.

El Conjunto Histórico se amplía, igualmente, hacia el Oeste-SO por el eje de la calle Horacio Nelson, continuando por el eje de la calle Capitán Gómez Landero y por el plano de fachadas de la margen SO de la calle Comandante Sánchez Pinto hasta intersectar el eje de la Rambla de Santa Cruz y continuar por el eje de la calle Pérez de Rozas hasta intersectar con el eje de la calle Benavides. Desde este punto prosigue por el plano de fachadas de la margen sur de la calle Pérez de Rozas, hasta intersectar con la calle Álvarez de Lugo, en el que el límite se amplía para incluir la totalidad de los inmuebles situados en ese lado de la calle, hasta alcanzar la calle Jesús y María.

A continuación, la nueva delimitación continúa por la calle Jesús y María en dirección Sur, englobando la totalidad de los inmuebles del lado Oeste de la vía hasta la intersección con la calle Juan Pablo II. A partir de este punto el límite prosigue por el plano de fachadas de los inmuebles de la margen Oeste de la calle Jesús y María hasta intersectar con el eje de la Rambla Pulido. La delimitación engloba la totalidad de la manzana enmarcada por esta vía y por las calles Iriarte, Cairasco y Galcerán, continuando por el eje de las vías que circundan la Plaza Weyler y avanzar por el eje de la calle Méndez Núñez hacia el NE y englobar el edificio de la Intendencia Militar.

En la margen SE de la calle Méndez Núñez, la delimitación se amplía en el tramo comprendido entre la calle Pi y Margall y la calle Santa Rosalía, incluyendo la totalidad de los inmuebles situados en la citada calle Méndez Núñez, así como los nº 29 al 33, y 34 al 44 de la calle Viera y Clavijo, para continuar por los planos de fachada de la margen SE de la calle Callao de Lima hasta intersectar el eje de la calle del Pilar y proseguir hacia el NO y luego hacia el NE para incluir el gran inmueble de las Casas Amarillas y conectar con el inicio de la calle José Naveiras.

JUSTIFICACIÓN DE LA DELIMITACIÓN.

El Conjunto Histórico del Barrio de Los Hoteles-Pino de Oro comprende la zona de la ciudad del ensanche que mejor ejemplifica la cultura arquitectónica propia de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, caracterizada por una arquitectura de autor, una permanente relación con los movimientos internacionales y una subordinación disciplinada a un modelo de ciudad concebido desde la segunda mitad de siglo.

Sin embargo, se observa que fuera de la delimitación original del Conjunto Histórico, declarado en 2007, existen ámbitos urbanos relativamente bien conservados, que formaron parte de esta gran área de expansión urbanística entre finales del XIX y principios del XX, motivo por el que ahora se entiende necesaria su inclusión. Se persigue ajustar con más precisión la delimitación del Conjunto Histórico a la realidad patrimonial de esta zona de Santa Cruz y englobar una serie de inmuebles que constituyen ejemplos notables de las tipologías arquitectónicas que se desarrollan en la isla entre la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX, y que contribuyen a reforzar el ambiente histórico de este espacio urbano tan singular en la trama urbana de la ciudad.

En el límite Este del Conjunto, la ampliación obedece a la necesidad de ejercer un control edificatorio sobre los inmuebles situados en la margen oriental de la calle José Naveiras, orientada a un espacio tan relevante como el Parque García Sanabria, así como por el hecho de que existen algunos ejemplos destacados en lenguaje racionalista, neocanario y ecléctico, en especial a comienzos de la vía, que tienen su continuidad hacia el primer tramo de la calle Doctor Guigou. Se persigue así evitar que aparezcan elementos arquitectónicos u ornamentales que puedan perjudicar la imagen histórica de este gran pulmón de la ciudad o que afecten negativamente a los inmuebles con valor histórico y arquitectónico preexistentes, así como las transformaciones no adecuadas de estos últimos.

La inclusión de la gran parcela del Hotel Mencey y de la Casa Duque se justifica por el hecho de tratarse de sendos inmuebles muy significativos del barrio de Pino de Oro; uno de ellos el establecimiento hotelero más emblemático de la historia reciente de Santa Cruz y el otro un ejemplo de lenguaje neocanario de gran valor ambiental en el contexto del barrio. El edificio de Los Lavaderos, que no forma parte de la realidad física de aquel, se incluye por el hecho de situarse en el entorno inmediato del ámbito de Pino de Oro y al hilo de su valor histórico y etnográfico, como pieza arquitectónica representativa de usos tradicionales ya desaparecidos.

La ampliación en el límite SE del Conjunto Histórico se justifica por la necesidad de incluir las Casas Amarillas y el magnífico edificio de la fábrica de muebles La Moderna, ambos de los años 20-30, junto a la totalidad de la margen SE de la calle Méndez Núñez y su prolongación por la calle Numancia hacia el SE, con varias edificaciones de Antonio Pintor de los primeros años del siglo XX, en lenguaje ecléctico, y entre los que destacan el edificio de la SERU, así como la singularidad de la Casa Marco, con ribetes modernistas.

También se amplía la delimitación a lo largo de los planos de fachada de la margen Sur de la calle Callao de Lima, destacando su último tramo hasta conectar con la calle del Pilar. En este espacio se congregan varios inmuebles de corte ecléctico, levantados ya en las primeras décadas del siglo XX, como testimonio de la etapa final de este lenguaje en la ciudad, junto a algunos ejemplos racionalistas de cierto interés, en especial el nº 57 de la calle, el localizado en la esquina con Numancia (nº 54) o el nº 43 de la calle del Pilar, situado junto a la antigua Fábrica La Moderna. La ampliación de la delimitación a los planos de fachada de la margen SE de la calle Callao de Lima, entre Numancia y Viera y Clavijo, tiene por objeto proteger el frontis ecléctico de uno de sus inmuebles, así como al efecto de prevenir la aparición de elementos arquitectónicos y ornamentales que puedan generar afecciones negativas a esta zona periférica del Conjunto.

La inclusión del tramo de la calle Viera y Clavijo, entre Callao de Lima y Méndez Núñez, tiene por objeto la protección de un importante elenco de inmuebles de corte clasicista, que ejemplifican el concepto de vivienda característico del Barrio de Los Hoteles, con jardín delantero, junto con algún ejemplo racionalista de interés.

Hacia el sector Norte del Conjunto, la ampliación del límite en el tramo de la Avenida 25 de Julio, entre La Rambla de Santa Cruz y la calle José Naveiras obedece a la necesidad de garantizar la conservación de la fachada de algunos edificios que acusan una estética racionalista tardía, con algún ejemplo neocanario de interés; así como por la ya reiterada necesidad de preservar el ambiente urbano de esta vía, con su rambla central, frente a la aparición de tipologías constructivas o elementos arquitectónicos u ornamentales que puedan suponer afecciones visuales a los valores del Conjunto.

La ampliación en la zona de La Rambla, en el límite NO, obedece a la necesidad de incluir varios ejemplos de vivienda unifamiliar pertenecientes a la burguesía santacrucera en el tránsito del siglo XIX al XX, en estilo ecléctico o neocanario, con elementos modernistas, muchos de los cuales constituyen magníficos ejemplos -algo más tardíos- de la tipología edificatoria característica del Barrio de Los Hoteles. Se trata de edificios de gran volumetría y gran empaque, entre los que destacan los casos de Villa Petra, Villa Clara, la Casa Hodgson, la Casa Guimerá, la Casa Caulfield o los notables edificios de la calle General Ramos Serrano. Pero también han de citarse el eclecticismo de la Casa Santos Díaz, el lenguaje racionalista del Edificio Cruz, de Marrero o el edificio del Instituto de Higiene, obra de Pintor.

La ampliación hacia el Oeste-SO se justifica por la necesidad de otorgar el máximo grado de protección a una construcción tan singular en el ámbito urbano de Santa Cruz como es la Plaza de Toros y el depósito de agua, de principios del siglo XX. El antiguo coso taurino, construido en 1893 bajo proyecto de A. Pintor, no sólo constituye un testimonio de la escasa representación del lenguaje historicista en la ciudad, sino que conforma un espacio que ha desempeñado un protagonismo histórico en el devenir de la ciudad de Santa Cruz, vinculado a la actividad taurina, inicialmente, y a toda una serie de usos posteriores.

Situado en la periferia del Barrio de Los Hoteles, no existe duda de que posee un valor simbólico muy destacado en la evolución histórica de la ciudad, de manera que sin este inmueble resulta difícil entender muchos aspectos de la historia reciente de la ciudad, en acontecimientos como el Carnaval o diversas prácticas deportivas como la lucha canaria, el boxeo, o, incluso, su uso como cinematógrafo, como recinto para conciertos o escenario de mítines políticos durante la etapa de la transición. Desde esta perspectiva, la Plaza de Toros es un referente urbano e histórico cuya importancia patrimonial justifica plenamente su inclusión en el Conjunto.

En este sector también se incorporan los inmuebles que limitan con la plaza en la calle Horacio Nelson, por conformar el ámbito inmediato al antiguo coso taurino y en el que se debe ejercer una labor de control para evitar que surjan tipologías constructivas que, por su volumen y lenguaje, puedan generar impactos sobre este bien patrimonial o sobre el depósito de agua de A. Pintor. Por este mismo motivo también se entiende necesario incluir la zona de aparcamientos situada entre ambos inmuebles. En la calle Comandante Sánchez Pinto el trazado del límite por los planos de fachada de la margen Sur de esta vía tiene por objeto, nuevamente, la aparición de posibles impactos derivados de los elementos constructivos y ornamentales que podrían afectar a la percepción visual y la imagen de la plaza.

Asimismo y por idénticos motivos, se incluye en la delimitación el tramo de la Rambla de Santa Cruz situado entre la calle Costa y Grijalba y la calle Pérez de Rozas. Respecto al tramo que se extiende entre la Plaza de Toros y el inicio de la calle Horacio Nelson, se localiza en el una serie de inmuebles con un lenguaje tardo racionalista, que acredita el relativo éxito y la continuidad temporal que el movimiento moderno tuvo en la ciudad de Santa Cruz, rematado por una pieza neocanaria que resuelve el ángulo agudo generado en la conexión entre ambas vías.

En el sector correspondiente a la calle Benavides, la ampliación del límite a los planos de fachada de la margen NO de la vía obedece a la necesidad de evitar la aparición de tipos arquitectónicos, ornamentales o elementos estéticos que puedan afectar a la margen opuesta, en la que se aprecian inmuebles de interés arquitectónico en lenguaje ecléctico, correspondientes a la fase de expansión del Barrio de Los Hoteles en los últimos años del siglo XIX. En este sector también se incluye la antigua Fábrica de Tabacos La Belleza, el último ejemplo de arquitectura fabril en lenguaje racionalista que persiste en Tenerife, diseñado por M. Martín Fernández de la Torre en 1929.

La ampliación hacia la margen sur de la calle Pérez de Rozas tiene por objeto la protección de las fachadas de algún inmueble con lenguaje neocanario y, sobre todo y al igual que en otros sectores, con la finalidad de ejercer una labor de control de la morfología urbana y de las formas arquitectónicas y estéticas que puedan surgir en sus fachadas y que puedan generar un impacto negativo sobre los valores patrimoniales de esta calle. En el tramo de esta misma vía, entre la calle Álvarez de Lugo y Jesús y María, la protección otorgada a los inmuebles deriva de la presencia de algunos ejemplos singulares como la antigua Clínica Bañares (hoy vaciada, pero con una fachada racionalista muy interesante) o el inmueble situado en la esquina con Jesús y María y su contiguo en estilo regionalista.

La margen Oeste de la calle Jesús y María, entre Pérez de Rozas y Juan Pablo II, presenta otro grupo de inmuebles que pudieran inscribirse en la estética racionalista, aunque algunos han sufrido algunas transformaciones. El nuevo límite se prolonga por los planos de fachada de esta vía hasta la Rambla Pulido por la necesidad de ejercer un control de posibles impactos que puedan generarse sobre la manzana ocupada por la Capitanía General.

Por último, se estima fundamental incluir en el Bien de Interés Cultural el conjunto integrado por los edificios pertenecientes a la Administración militar, levantados mayoritariamente en las dos últimas décadas del siglo XIX y entre los que destacan la sede de la Capitanía General de Canarias, la antigua Maestranza, el Parque de Artillería, así como el edificio de la Intendencia Militar, obra de Pintor. Notables son también los edificios del Gobierno Militar y de la Caja de Recluta, así como el inmueble del Centro Farmacéutico, datados ya en las primeras décadas del siglo XX. Se trata de un conjunto de gran interés arquitectónico e histórico, que conforma alrededor de la emblemática Plaza Weyler un espacio urbano de una gran calidad arquitectónica y urbanística. Este sector constituye, además, el nódulo a partir del cual se produce la expansión de la ciudad hacia el Norte y la génesis del Barrio de Los Hoteles.

La justificación de la modificación de la delimitación se completa con la descripción del nuevo ámbito protegido que se realiza en el epígrafe siguiente y en el que se incide en la importancia histórica, arquitectónica y patrimonial de los espacios e inmuebles que se incorporan al Conjunto Histórico.

DESCRIPCIÓN.

El Barrio de Los Hoteles-Pino de Oro es un espacio de urbanización reciente, en términos históricos, iniciada en la década de los 80 del siglo XIX por la Sociedad de Edificaciones y Reformas Urbanas (S.E.R.U.) El proceso urbanizador abarcó una gran finca entre La Rambla y las calles Robayna, Méndez Núñez y Numancia, dando pie a un barrio residencial dedicado a clases acomodadas, conocido popularmente como Barrio de Los Hoteles, que tenía como eje la Gran Vía (hoy, Avenida 25 de Julio), bajo trazado de M. de Cámara en 1889. En este espacio se concentran algunos de los mejores ejemplos de arquitectura ecléctica y modernista del Archipiélago, que el profesor F. Galante califica "sin duda alguna el núcleo de arquitectura modernista más importante de Canarias". La obra de Cámara fue completada, desde el punto de vista urbanístico y constructivo, por el arquitecto municipal Antonio Pintor o por F. Solé hasta la década de los 30.

Los sectores en los que se ha ampliado el Conjunto Histórico respecto a los límites establecidos en su declaración en 2007 reúnen buenos ejemplos de arquitectura contemporánea, en los que se combinan tipologías propias del lenguaje ecléctico -mayoritario en este ámbito-, junto con interesantes construcciones racionalistas de la década de los 30 del pasado siglo y edificaciones más recientes en estilo regionalista. Son significativos los múltiples testimonios del racionalismo o movimiento moderno -surgido en los años 20- y que en Santa Cruz contó con un arraigo importante, destacando la libertad expresiva con la que los artífices interpretaron el lenguaje.

Es el caso de la margen SE de la calle Méndez Núñez hasta la calle Callao de Lima, seccionada por las calles Viera y Clavijo, Numancia y El Pilar. En esta zona encontramos una serie de inmuebles levantados en lenguaje ecléctico entre los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Se trata de un espacio urbano para el que M. de Cámara proponía una tipología arquitectónica en la que se suprimía el jardín en fachada, pero conservaba el espacio libre trasero.

En este ámbito sobresale el edificio de la SERU en la calle Numancia, obra de Pintor, con su colindante -del mismo autor- o la Casa Marco (1903) con una profusión decorativa muy característica de su época. Del mismo estilo ecléctico son los inmuebles situados en la margen opuesta, así como en la calle Méndez Núñez. En este sector, la delimitación incorpora un compendio de inmuebles en lenguaje ecléctico y racionalista (también aparece un notable caso de lenguaje neocanario), levantados entre 1920 y mediados de siglo a lo largo de la calle Callao de Lima, en una fase de expansión urbana posterior, coincidente con la planificación del Parque García Sanabria, entre los que deben ser citados los magníficos ejemplos de la antigua Fábrica La Moderna (1924-1926) y las Casas Amarillas (1932), ambas de A. Pintor en lenguaje ecléctico y manifestación del esfuerzo urbanístico llevado a cabo en la ciudad en la década de 1920-30, de la mano, entre otros, del insigne alcalde García Sanabria.

En la margen oriental de la calle José Naveiras un grupo de inmuebles de dos alturas, con un eclecticismo contenido marcan la transición hacia el barrio de El Toscal. A mitad de calle aparece un buen ejemplo de arquitectura racionalista en el contexto de la ciudad y alguna fachada en estilo neocanario.

A partir de La Rambla, el Conjunto Histórico se amplía para incluir el Hotel Mencey y Los Lavaderos. El Hotel Mencey fue proyectado por E. Rumeu de Armas en 1945, ante el cierre del Hotel Quisisana y por la necesidad de contar con un hotel de lujo en la ciudad. El edificio destila regionalismo a través del patio central o de los balcones que se reparten por sus fachadas, así como por diversos recursos ornamentales en todo el inmueble. Desde su entrada en funcionamiento en 1950, ha sido uno de los establecimientos hoteleros de referencia en el conjunto del Archipiélago. Junto a el, la Casa Duque, un chalet neocanario de mediados del pasado siglo en proceso de rehabilitación.

Los Lavaderos entraron en funcionamiento en 1842, como alternativa a otras zonas destinadas a este uso y en las que se venían produciendo serios problemas de salubridad, como las charcas formadas en los barrancos que atravesaban la ciudad. Se trataba de un lugar aislado, fuera del casco urbano, y con un diseño de planta cuadrada, en cada uno de cuyos lados se disponían las pilas. Se ha reconvertido en centro cultural y sala de exposiciones, pero conserva parte de su configuración original.

La margen occidental de la Avenida 25 de Julio posee una interesante representación de inmuebles más recientes, algunos con una estética racionalista tardía, como los números 53 al 57 de la citada vía. No menos interesante son los ejemplos de arquitectura regionalista, obra de Marrero Regalado en los años 40, correspondientes a los nº 35 y, especialmente, el 37, en el que se conjugan elementos regionales con los clásicos y los historicistas.

La margen NO de la Rambla de Santa Cruz, aunque de urbanización más tardía, comparte con el núcleo originario del Barrio de Los Hoteles la tipología arquitectónica y los lenguajes empleados. Entre la intersección con la Avenida 25 de Julio y la calle Horacio Nelson se sucede una serie de inmuebles de gran volumen y calidad constructiva entre los que hemos de destacar el números 83 y 81 (Casa Santos Díaz), caracterizados por su eclecticismo, con algunos elementos clásicos y modernistas y, posiblemente, obra de A. Pintor en los primeros años del siglo XX.

A continuación, el gran edificio de los hermanos Cruz, proyectado por Marrero Regalado en 1935 y en el que pone de manifiesto su característico eclecticismo al combinar las formas racionalistas con elementos de la arquitectura regional, bien plasmados en los balcones. Le siguen varias viviendas unifamiliares de grandes dimensiones y representativos del eclecticismo pleno de las primeras décadas del siglo XX, entre los que destacan la Casa Hodgson (D. Pisaca, 1925), en el que destaca su gran hall y la escalera imperial de acceso a la planta alta; la Casa Guimerá (con ornamentación modernista); o la magnífica Casa Caulfield (D. Pisaca, 1925), caracterizada por su exuberante decoración no figurativa, guiños al neobarroco francés, que se manifiesta en la doble escalera de acceso y soluciones art-nouveau repartidas por la fachada, junto con aportes regionalistas en las cubiertas de teja. El tramo de la calle General Ramos Serrano incluido en la nueva delimitación se caracteriza por una sucesión de inmuebles en estilo ecléctico, de dos alturas, cubierta de azotea y fachada coronada con balaustrada, con algunos elementos propios del art-nouveau. El nº 8 muestra influencias de la arquitectura inglesa de principios de siglo.

En el siguiente tramo de La Rambla de Santa Cruz se localiza la sobresaliente Villa Petra, un inmueble proyectado por D. Pisaca en 1921 para Cándido García Dorta, en el más genuino lenguaje ecléctico y con una reja de estilo art-nouveau que, a juicio del profesor A. Darias, es el mejor ejemplo de forja modernista en toda Canarias. A continuación, el magnífico edificio de Villa Clara, obra de Pintor (1922-23) y de inspiración anglosajona, y el chalet neocanario de Marrero Regalado, el nº 55 de La Rambla. El tramo finaliza con el Instituto de Higiene, obra de Pintor en los años 20, con una clara influencia de la arquitectura del Segundo Imperio francés, ampliado en un edificio exento plenamente funcionalista, obra de T. Machado.

El proyecto de la Plaza de Toros es de A. Pintor y fue finalizada en 1893, construyéndose en mampostería la fachada, el ruedo de tendidos y los chiqueros; mientras que la cantería, obtenida del propio solar, se empleó para las escaleras y los asientos. La aportación más novedosa, desde el punto de vista de los materiales constructivos, fue la utilización del hierro en la estructura que soportaba los palcos y las galerías altas. El valor arquitectónico del inmueble parte de su integración en la corriente historicista que invade las islas en las últimas décadas del XIX, aunque no es un ejemplo demasiado logrado, completándose su importancia patrimonial con el simbolismo y la conexión del recinto con las innumerables actividades deportivas, políticas, culturales y de espectáculo desarrollados en su arena durante más de un siglo, lo que trasciende su destino original, que nunca gozó de mucho apego en la isla.

En el tramo de la Rambla entre la Plaza y la calle Horacio Nelson vuelve a repetirse un lenguaje racionalista tardío, con gran libertad interpretativa y añadidos ajenos a aquel, a los que se suma el inmueble neocanario en el vértice entre ambas vías.

El depósito de agua es obra de A. Pintor en la segunda década del pasado siglo y se destinó al abasto de la población ante el fuerte crecimiento demográfico que venía experimentando la ciudad. En su construcción se empleó el hormigón armado, tanto en las cimentaciones como en la cubierta, adosándose un cuerpo destinado a servicios en el lenguaje ecléctico característico del técnico proyectista.

En el sector de la calle Benavides y la calle Pérez de Rozas la ampliación engloba las fachadas de inspiración racionalista de la margen oeste de la primera de las vías y, sobre todo, la antigua Fábrica de Tabacos La Belleza, obra de M. Martín Fernández de la Torre en un exquisito racionalismo, sin recursos ornamentales y con la singularidad de constituir el último ejemplo en Tenerife de arquitectura industrial en dicho lenguaje tras la reciente desaparición del edificio Vitabana.

En la margen sur de la calle Pérez de Rozas se localizan algunas fachadas con elementos neocanarios en los balcones, así como un edificio de dos alturas en el mismo lenguaje (el nº 11), además de los edificios racionalistas representados por la antigua Clínica Bañares, proyectada por D. Pisaca en 1943 y el nº 9, con gran simplicidad de líneas y dentro de los recursos formales de dicho estilo. Otros ejemplos del movimiento moderno, ya en una fase tardía, los encontramos en la calle Jesús y María. Mucho más significativo es el Centro Farmacéutico, consignado como uno de los edificios más carismáticos dentro de la obra de José Blasco Robles, diseñado en 1934; o la Casa Rull, también de estética racionalista.

La ampliación del Conjunto Histórico se completa con un espacio urbano de gran relevancia en la historia urbanística de Santa Cruz, como es la Plaza Weyler y el conjunto de inmuebles destinados a la administración militar que la flanquean por el Sur. La plaza fue diseñada por V. Armiño en 1873 y constituía la culminación del principal eje urbano de Santa Cruz -la calle Castillo- y elemento dignificador del imponente edificio de la Capitanía General de Canarias promovido por el general Weyler. La plaza ha sufrido modificaciones respecto a su diseño original, así como a su ajardinamiento, pero conserva como pieza escultórica destacada la fuente monumental de Achille Canessa en mármol blanco y dentro de la tradición barroca genovesa.

La magnífica sede de la Capitanía General de Canarias ocupa el solar del antiguo Hospital Militar, cuyo proyecto corresponde al ingeniero Tomás Clavijo y Castillo en 1878. Con su fachada de dos plantas y su estilo clasicista, constituye uno de los hitos patrimoniales de la ciudad, en conexión con la Plaza Weyler y en cuyo interior sobresale la grandiosidad del salón de actos. En su costado sur se alza la Maestranza, diseñada por M. de Oráa en 1858 dentro de un pulcro clasicismo, con portada principal rematada por un frontón clásico. El edificio, de una planta, se articula en torno a un patio central, como fórmula más propia de la arquitectura doméstica canaria. Por último y en la misma manzana, el antiguo Parque de Artillería fue proyectado por Domingo Sicilia hacia 1880 dentro de un esquema clásico inspirado en la obra de Oráa. Sobresale el recercado de huecos mediante cantería.

Al otro lado de la calle Juan Pablo II se localiza el edificio del Gobierno Militar, obra de Rodrigo de Vallabriga bajo los auspicios del eclecticismo. Se construye después del traslado de dicha institución desde el desaparecido Castillo de San Cristóbal. Sobresale por su monumentalidad y por el contraste entre los paños enfoscados y la profusión en el empleo de cantería. Junto a el, el edificio de la Delegación de Defensa, la antigua Caja de Recluta, diseñado bajo estética racionalista en la década de los 30.

Por último, la Jefatura de Intendencia Militar ocupa un inmueble de A. Pintor (1911-12), destinado inicialmente a vivienda unifamiliar y promovida por Juana Rodríguez Quegle, posteriormente enajenado por el Ayuntamiento y, más tarde, adquirido por la Administración militar. El lenguaje es ecléctico, con algunos resabios modernistas y elementos clásicos.

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